Para reducir la pobreza en el Perú el mejor instrumento es Renán Quispe. Y es que sólo un personaje que fue capaz de hacer un censo echando al tacho el anterior de dos años antes, para servir al interés de Alan García de confundir las cifras del gobierno anterior y hacer inciertos lo puntos de partida, podía presentarse ante el mundo para anunciarnos la noticia del siglo: la reducción de la pobreza en cinco puntos de un año a otro. Y lo mejor de todo, sin que nadie se hubiese dado cuenta.
O sea la pobreza ya no es lo que era antes, ese estado de carencias básicas, desprotección y magros ingresos, que obligan a una vida en el filo, con bajísimos indicadores de nutrición, salud, educación, habitabilidad y otros. Por Quispe nos enteramos que para saber quién dejó de ser pobre basta observar la línea de gasto mensual, y aquellos que en los últimos doce meses lograron sobrepasar los 229.4 soles, abandonaron el mundo de los pobres y los que lo hicieron con los 121.2 soles dejaron la pobreza extrema.
¿Es esto serio? No vamos siquiera a discutir aquí lo que se puede consumir en un mes con estas cantidades y la crucial diferencia que podría representar que una persona llegue a 250 o 300 soles al mes (más o menos entre 100 o 120 dólares). Tampoco a lo que este monto puede significar en diversas regiones del país, sea Lima, capitales costeras, ciudades de la sierra y selva, población del campo. Pero si sólo se advierte que estos exiguos montos tienen como denominación “canasta mínima alimentaria”, se verá claramente de qué clase de farsa es que estamos hablando.
Si poco más de 200 soles quiere decir que uno puede comer y sobrevivir, y por eso dejar de ser pobre, la pregunta inmediata es: ¿con esa cantidad de moneda peruana se compra la misma cantidad de alimentos que lo que se hacía en la misma fecha el año pasado? Sin duda que no. Los debates sobre la nueva inflación de García han ido precisamente por ahí, que para un pobre los aumentos en el pollo, la leche, el aceite, el arroz y otros, son mucho más duros que para el resto de la población, que gasta en alimentación una fracción bastante menor de su ingreso.
Algunos han calculado una inflación de 10% para los segmentos C y D de la sociedad, más acentuado en provincias que en Lima. ¿Y cómo ha sido tomado eso en cuenta por los pobretólogos (García, dixit) del INEI, del gobierno y los medios, que celebran a tambor batiente? Se han olvidado del detalle y han supuesto que una persona mejoró 50 soles de un año a otros, come mucho más que lo hacía hace un año, aunque enfrente las alzas, siga en el arenal y carezca de muchos servicios.
Algo que puedo decir de manera personal es que mi experiencia de finales de los 80 y comienzos de los 90, me permitió ver lo que era el cambio masivo de una parte de la población de no pobre a pobre. Más tarde pude comprobarlo en un viaje a la Argentina de comienzos de está década. El empobrecimiento se ve. Así como también lo debe hacer el retroceso de la pobreza. Pero en el Perú nadie aprecia cambios impactantes en los barrios populares, en los distritos pobres o en los villorrios que tanto desprecia nuestro presidente. Tampoco desplazamiento de familias de un lado a otro de la ciudad. A los mendigos los escondemos para que no se vean en las Cumbres y el gobierno se arrodilla ante Estados Unidos por medio millón de dólares de “ayuda humanitaria” para Ayacucho.
Claro que la mejor es la de Del Castillo, que dice que esto demuestra que la política proinversión funciona. O sea que en nombre de los que han dejado de ser pobres van a insistir en la política que más del 70% de los peruanos, pobres y no pobres, desaprueban.
27.05.08
www.rwiener.blogspot.com
2 comentarios:
Bueno, no se que decirte Raul. Tu ignorancia es atrevida. Desconoces todo el detalle y la complejidad tecnica detras de la medicion de la pobreza y sin embargo, sin ningun argumento serio, pretendes cuestionarlas. Un cosa es cuestionar las cifras porque tenemos algun reparo metodologico al respecto y otra cosa es hacer lo que hace este senor. Osea, porque "no has visto" la reduccion de la pobreza, entonces esta no existe? Si es asi, entonces mejor no hagamos encuestas de hogares ni contratemos personal tecnico experto en estadisticas ni le pidamos a la gente de GRADE, la PUCP, UP, los expertos del IRD frances o los tecnicos del BID y el Banco Mundial que nos ayuden a mejorar y hacer mas precisas nuestras estimaciones de pobreza. Ahorremonos todo eso y mejor vayamos a preguntarte cada vez que queramos saber que paso con la pobreza en el pais, y seguro nos diras a ojo de buen cubero que esta pasando.
Te parece poco la linea de pobreza. Nos podrias decir porque? Que bienes deberiamos sacar de la canasta senor? que bienes incluimos? como la valorizamos? Que hacemos con al autoconsumo? Imputamos la renta senor Wiener? Y si usamos mejor una medida de ingresos en vez de una de gastos? Que hacemos con la tasa de no respuesta de la encuesta Raulito? Usamos un deflactor espacial de precios?
Entonces raulito, la pobreza no es como antes no? Antes si se median todas las dimensiones que mencionas pero resulta que con Quispe ahora no. Senor Wiener, NO SEA IGNORANTE, la pobreza se ha medido de esa forma desde que se disponen de encuestas de hogares y todas las veces en que usted se refirio a esa cifra en el pasado (que es facil desprender que no sabia de donde venia), se estuvo refiriendo a una medida basada en el consumo, como se hace en el Peru y como se hace en todos los paises del mundo.
Tampoco se dio cuenta Raul, que esta medida es para el 2007? El crecimiento de los precios ha sido mas fuerte en los primeros meses del 2008, por lo que habra que esperar a la encuesta del anho siguiente para evaluar su impacto.
Deberia ser mas cuidadoso Raul al hablar de temas que claramente ignora y a poner en entredicho la calidad del equipo humano que labora la elaboracion y supervision de estas cifras. Le aseguro que son gente de primer nivel, entrenados en las mejores universidades del planeta, y que es gente seria que no expondria su prestigio por hacerle el favor al gobierno de Garcia. Como todo experto en estos temas sabe, toda cifra de pobreza depende crucialmente de un conjunto de supuestos, muchos de los cuales gozan de consenso en la literatura especializada y ciertamente otros no. Pero criticas como la que usted hace producto de su ignorancia carecen de rigor y seriedad, y siendo usted un comunicador social deberia ser mas cuidadoso con lo que dice.
Porque no te escribes un reporte alternativo al del INEI, Raul? Anda a los barrios y ojo de buen cubero dinos que esta pasando.
Estimado Raúl Wiener:
Lo felicito por su magnífico artículo. Al margen de sesudas explicaciones de "izquierdistas" inmaculados, con rimbombantes maestrías y doctorados, que quieren encontrar la perfección en su particular concepción de lo que es un militante de izquierda, sólo quisiera llamar la atención sobre lo siguiente que dice usted, acerca de las mediciones del gobierno y sus acólitos:
" ...y aquellos que en los últimos doce meses lograron sobrepasar los 229.4 soles, abandonaron el mundo de los pobres..."
Yo quisiera preguntar si alguien cree sinceramente que ganando más de 229.40 soles (digamos, unos 300 soles mensuales), deja entonces de ser pobre. Me imagino que esos 300 soles es lo que gasta semanalmente, en alguna juerga, alguno de esos "liberales de izquierda" que defienden al gobierno. Lo cierto es que hace por lo menos 8 años que escuchamos la misma cantaleta del "crecimiento económico" a niveles récord, sin que el grueso de la población sienta un verdadero cambio radical hacia la mejora en sus condiciones de vida. ¿Por qué? Efectivamente, las cifras macro-económicas indican un crecimiento económico, fundamentalmente derivado de la elevación en el precio de los minerales. Los empresarios agrícolas dedicados a los cultivos de exportación, practicamente están podridos en plata con las ganancias obtenidas. Los trabajadores de esas empresas agro-exportadoras y los de las empresas mineras debieran gozar de un alto nivel de vida, si las ganancias se redistribuyeran en una proporción por lo menos considerable. Claro, eso sería factible si hubiera un gobierno que aplicara un impuesto a las sobreganancias, que obligara a reinvertir un porcentaje (aunque sea un 10%) de sus utilidades a las empresas extranjeras, y el íntegro de las utilidades a las empresas nacionales. En cambio vemos que las AFP se dedican a invertir en el extranjero, cuando toda su inversión debiera ser en el Perú, país pobre que no puede darse el lujo de exportar capitales. Las empresas no tienen ninguna obligación de reinvertir y sus utilidades se exportan, siguiendo las "sagradas" leyes del libre mercado (ese que tanto gusta a los liberales de izquierda), que ordena la libre circulación de capitales (pero no de personas) a nivel global. Tampoco el gobierno regula hacia donde deben dirigirse las inversiones transnacionales (eso horrorizaría a los liberales de izquierda, derecha y centro), ni planifica nada. Resultado: el Perú es el país más centralista del continente, y el crecimiento caótico de Lima y otras ciudades continúa, con su consecuente incremento de la pobreza y la marginalidad, sin que nadie, en el gobierno, se preocupe mayormente del asunto.
Así están las cosas. Sin embargo, hay quienes creen, o quieren hacer creer, que la pobreza ha disminuido. Parece que los beneficiados todavía no se han dado cuenta de su dicha.
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