Como los peruanos queremos ser como Chile, y no como España y Grecia, no solicitamos en la negociación del TLC con Estados Unidos ningún trato de nación de menor desarrollo, y a los que se sentían que no iban a poder con la competencia les dijimos: tu sí puedes, no ves como pudo el Cienciano en el 2004.
La economía globalizada y de punta en el Perú, debe abarcar más o menos el 20% del producto y menos del 10% del empleo, pero si queremos que crezca lo que hacemos es abrir la economía, para que los atrasados remodernicen y adecuen a la prepo, y si no que cierren. De la franja de punta, el sector agro-exportador se mueve entre el 10 y 15% de las ventas, siendo su buque de bandera la producción de espárrago, que en un 40% se obtiene de tierras de Ica.
Un día el ex ministro Ferrero nos amenazó diciendo que si no había TLC, tendríamos que comer espárragos en el desayuno, almuerzo y comida, a más de un aperitivo a media mañana y en el lonchecito. Ahora se estima que por lo menos la tercera parte de los sembríos de esta verdura han sido afectados en la zona de desastre y que habrá un claro déficit de producción para este año.
¿Han tratado esto los genios del TLC con sus pares en Norteamérica?, ¿les han solicitado un cláusula de protección para espárragos, frutas y otros productos que el Perú no podrá vender como venía haciéndolo, lo que le resta aún más competitividad?, ¿o están pensando que aquí también la adecuación vendrá por el mercado y los más fuertes serán los que se recuperen más rápido y le quiten su propiedad a los que no puedan hacerlo?
La historia nos dice que los pueblos que pasan por cataclismos o guerras devastadoras no se recuperan queriendo vender más lo que tienen en menor cantidad que antes, ni entregando sus mercados para que su gente se quede sin trabajo. Ese no fue el camino de la recuperación de Europa o Japón después de la II Guerra, porque si lo hubieran seguido serían ahora colonias consumidoras de Estados Unidos. Tampoco se ha hecho TLC para impulsar reconstrucciones después de terremotos, tsunamis o huracanes como el Katrina. Pero aquí tenemos periodistas de M y de Ch que están rogando que se le ablande el corazón a Levin y Rangel para que, de una vez, si no es por antichavistas, o porque les entregamos derechos amazónicos, o firmamos los principios de la OIT que no vamos a cumplir, por lo menos sea porque aquí tembló la tierra y derrumbó cuatro provincias.
Si eso equivale a matar a los algodoneros y paperos de la zona de desastre, o los microempresarios de Ica, aumentando la desocupación en una etapa crítica, no nos alarmemos. Así es el mercado. Siempre unos gana y otros pierden. Mejor dicho, siempre ganan los mismos y pierden los de toda la vida.
08.07.09
www.rwiener.blogspot.com
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