martes, mayo 22, 2007

Santa Anita

Los comerciantes del mercado Santa Anita ocupan, según el Juez, un terreno que fue invadido. Pero ellos no lo invadieron. Aunque como suele ocurrir en el país, los medios de comunicación, por ignorancia, pereza mental o perversidad, los han bautizado como los invasores.

Ellos, en todo caso, son ocupantes irregulares y víctimas de estafa de parte de los que les vendieron los puestos. Cuando el juez ordena sacar a los usurpadores, teniendo como fundamentación los hechos protagonizados hace muchos años por Herminio Porras y otros, no se refiere a los comerciantes.

Nadie está persiguiendo a los causantes de lo que se califica como delito. Pero sobre la mesa hay una grave amenaza: se exige a los comerciantes que retiren a sus hijos porque están en peligro de muerte, lo que significa que también sus padres y madres lo están. El desalojo no es un trámite, es una guerra preanunciada.

En otro plano de la vida nacional tampoco se persigue a los narcotraficantes. Y por comodidad o estupidez se llama lucha antidrogas a la persecución de los campesinos que siembran hoja de coca.

Es el mundo al revés: la gente pobre y trabajadora que vive y trabaja en los bordes, es culpada por el estado de ilegalidad en que se desenvuelve gran parte de la sociedad peruana.

¿Cuántos terrenos y mercados están en situación de posesión que se discute ante los tribunales?, ¿qué va a pasar cuándo se resuelva echar a tanta gente?, ¿se responderá simplemente que hay que cumplir las sentencias y se entrará a sangre y fuego?, ¿no es necesaria alguna política del poder para no aumentar la desocupación y la desesperación de la gente?

Además, lo más peligroso que puede existir es García hablando de autoridad, disciplina, tolerancia cero y otros conceptos que en su caso arrastran recuerdos ominosos. A lo que hay que agregar un Castañeda que no está entendiendo el país que tiene al frente, cegado por las encuestas que hablan de una apoyo que ya esta cerca del 100%.

Santa Anita es una prueba a todos nosotros.

Yo siento que he mantenido demasiado silencio en estos días de inminente desalojo y me doy cuenta ahora que se está jugando una carta decisiva en este mercado y que la situación puede girar en un sentido u otro según sea el desenlace de los acontecimientos. Si el gobierno puede imponerse por la fuerza, al costo que sea, es probable que piense que así debe encarar futuros desafíos sociales.

Pero también puede encontrarse con una resistencia que no pueda sobrepasar o que lleve a la pregunta de si era necesario recorrer el camino de la violencia.

Lo que es impresionante es que no se haga nada por establecer un diálogo y por tomar en cuenta el punto de vista de los comerciantes.

Cuando empezaba este drama, “Correo” publicó un editorial de su director que llevaba como título: “Echar a patadas a Herminio”

Y tal parece que esto es lo que todos debemos creer. Que la policía va a entrar a sacar al traficante de terrenos que ahora se escuda detrás de unos niños. Pero Porras no está detrás de los muros. Y los niños están con sus padres, que si son echados sin alternativas perderán su trabajo, su dinero y el futuro que tenían para ellos.

¿Alguien entrará en razón antes de que ocurra una tragedia?

20.05.0

http://www.rwiener.blogspot.com/

4 comentarios:

gondief dijo...

Me parece sencillamente repugnante el argumento "en el Perú todos son pendejos, así que perdonemos y permitamos la pendejada". La permisividad con el delito es un castigo para los ciudadanos que se esfuerzan por trabajar y vivir dentro de la legalidad.
Creo que a izquierda ganará mucho cuando abandone la demagogia y se dirija al pueblo con respeto y dignidad, exigiéndole que cumpla con sus obligaciones ciudadanas.

Sal ají chicha y vinagre dijo...

La hipocresía de la prensa adulona y adicta al gobierno aprista es escandalosa.

Cuando "analizan" la problemática del mercado Santa Anita, hablan del "Estado rector", el mismo, -dicen- que debe ejercer la autoridad e implementar los lineamientos y políticas que beneficien a la sociedad en su conjunto. Incluso, como muy bien se apunta, algunos osados tremendistas desde la comodidad de sus pupitres, sugieren "echarlos a patadas.." a quienes pretendan desafiar las disposiciones del Estado rector....

Cuando otro Estado rector, en este caso Venezuela, quiere implementar los lineamientos que en su criterio "benefician a la sociedad, y en ese sentido, ejerciendo las prerrogativas que le confiere la Ley, no renueva la licencia de funcionamiento de una estación de radio y televisión RCTV involucrada en el fallido golpe de Estado del 11 de abril del 2002 y difusora de snob y embrutecimiento, la grita irracional y "solidaria" de nuestra prensa hipócrita queda al desnudo.

¿Olvidan los lacayos aquel axioma tan idóneo al caso: Lo que es bueno para la General Motor, es bueno para el pueblo norteamericano..?

Claro que no.

Algunas “lumbreras” de nuestra fauna mediática justifican con torcidos "argumentos" cuando las fuerzas conservadoras utilizan cuanto medio ilegal encuentran al alcance para "conservar" el ‘statuos quo’ y no permitir los cambios que la realidad social demanda, incluido golpes de Estado, fraudes, asesinatos, desapariciones, paramilitares, torturas, etc, etc…: .

Cuando las fuerzas que apuestan por el cambio, respetando las reglas de juego del sistema democrático se lanzan a alcanzarlo, los demócratas chichas “olvidan” las reglas de juego y exigen de inmediato parar la “arremetida” en forma violenta: “Antes que el caos, el orden..!” ,-gritan

Raul Wiener dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Raul Wiener dijo...

Al señor Falla:

No he usado el argumento que usted entrecomilla. Y si quisiera ser perverso diría que es una "pendejada" suya. Pero creo haber sido suficientemente claro. Hasta la prensa canalla que tenemos ha debido admitir que no estaban desalojando a invasores, porque ellos ya se fueron, sino a comerciantes que habían improvisado una forma de ganarse la vida en el espacio de ese mercado. Al frente además hay otro mercado, ya consolidado, cuyo origen e historia es muy parecida (también lo invadió Porras, antes de lotizarlo). Finalmente de qué hablaba ese famoso izquierdista de nombre Hernando de Soto cuando se refería a "El otro Sendero", sino de las economías espontáneas, originalmente extralegales de las que se agarraban los pobres para sobrevivir e intentar salir adelante.
Por lo demás diré que lo que ha debilitado el cumplimiento de las obligaciones ciudadanas es la crisis del Estado que no cumple con sus ciudadanos y con los derechos. Yo buscaré siempre que la gente sea lo más respetuosa del prójimo y de los derechos de todos. Pero ante todo reclamaré que el Estado no sea un representante y protector de los grandes intereses económicos.
Saludos
Raúl