Una vez, Jaime de Althaus, el más ansioso de los
neoliberales televisivos, decía desde la pantalla que no entendía, que cómo
podía ser, que, qué era eso que los arequipeños no querían aceptar los 50
millones de dólares que la belga Tractebel estaba dispuesta a pagar para
quedarse con las empresas eléctricas del sur durante el intento de
privatización, que fracasó aquel lejano 2002.
Y decía más: rechazan el dinero por dignidad, qué es
dignidad, cómo se come la dignidad. Claro, no sabía lo que era. Hoy mismo,
varios como él no han comprendido el sentido último de la protesta juvenil, que
es el rechazo a ser tratados con las migajas del crecimiento, vulnerando su
dignidad.
Que un joven tenga que hacer tareas de adulto, pero por su
edad quedar con menos derechos que su compañero mayor, por ejemplo regresar de
vacaciones después de 15 días o no tener gratificaciones, o carecer de seguro
de trabajo.
Todos eso es indigno, humillante, agresivo, aún cuando el
presidente y la primera dama se hayan comido enterita la historia de que por
esta vía de los derechos recortados, se logran por lo menos algunos o parte de
ellos que antes no tenían.
No tenemos un Estado digno que señale claramente de qué tipo
de derechos deben gozar todos los trabajadores independientemente de su edad,
género, discapacidad, o cualquier otro. No, tenemos un Estado servil que busca abaratar
la fuerza de trabajo y ataca un sector tras otro.
Hace más de treinta años, los trabajadores textiles y de la
agroindustria, en su enorme mayoría mujeres, tienen un régimen laboral con
semejanzas al que ahora le están imponiendo a los jóvenes. Como ellos tienen
dignidad han peleado constantemente para derogar esta ley infame que se hizo
para “fomentar las exportaciones”.
Durante el gobierno de García se dio la Ley Pymes, dizque
dirigida a lograr la formalización del sector micro y pequeña empresa, sobre la
base de convertir a sus trabajadores en personas con derechos recortados. La
formalización real fue casi inexistente (menos del 10%), pero los que estaban
trabajando en empresas hasta 100 trabajadores (el APRA elevó la condición de
mediana empresa hasta ese número) vieron precarizarse sus condiciones
laborales.
Así, paso a paso, los regímenes llamados especiales fueron
ingresando al mercado laboral con los más variados pretextos. Y en todos los
casos los gobiernos decían que su medidas eran favorables al trabajador, que de
otra manera no tendría trabajo, o sería informal, pero la única opinión que
consultaban era la de la Confiep y la gran empresa, que eran también los únicos
que aplaudían.
Bueno, también el Grupo El Comercio que pretende dirigir el
país.
La dignidad llevará a las calles a los jóvenes esta tarde a
pocos días de la navidad. Los políticos indignos que bajan la cabeza ante los
poderosos y los que se cambian de posición para simpatizar con los reclamantes,
deben ser marcados duramente, ahora que sabemos quienes son.
22.12.14
4 comentarios:
Ciertamente es lo que no entienden algunos, por qué un joven ha de trabajar lo mismo o más que un adulto y ser discriminado por cuestión de edad?
Posiblemente lo mejor sea dibujar palitos y bolitas a ver si cierto bruto acostumbrado a comentar e insultar en este blog lo entiende.
Nada de "anónimo", soy Ambrosio
¿Qué es la dignidad?, se pregunta don Raúl.
Pues dignidad es "la gravedad y decoro de las personas en la manera de comportarse". Dignidad no es victimizarse ni mentir, o desenvolverse en el mar de la demagogia, borrachos de narcisismo, resentimiento e hipocresía. Los tíos de la izquierda troglodita están felices de quejarse porque no saben hacer otra cosa. Trabajar, lo que se dice trabajar no lo hacen nunca; son buenos para interrumpir carreteras, quemar llantas, lanzar a las calles a un puñado de jóvenes engañados, armados de mentiras.
¿Por qué protestan es puñado de jóvenes en contra de la "Ley que Promueve el Acceso de Jóvenes al Mercado Laboral y a la Protección Social"? ¿Creen que con las protestas los jóvenes lograran trabajos "dignos"? Por supuesto que no. ¿Creen que con más regulaciones lograrán que las empresas los empleen? Por supuesto que no.
Muchos de los jóvenes desempleados, gracias a la mediocre ley, accederán al escalón que los hará adultos; trabajar por un salario; los mejores harán una carrera en las empresas, llegarán, como muchos antes, a ser los gerentes.
Los que dirigen las protestas "espontaneas" están felices de hacerse la foto, lo hacen para lograr un titular y sacarse la frustración del fracaso en las elecciones recientes. Para Raúl es conseguir un argumento más de la "inevitabilidad de la revolución", el camino maravilloso revolucionario que llevará a uno de sus amigos al poder absoluto sobre los peruanos, y a don Raúl a tener la prensa concentrada pero en él. Don Raúl acusa a El Comercio de lo que él y sus amigotes quieren hacer: "dirigir el país".
Si pues, los jóvenes con dignidad la tienen clara, el recorte de derechos no es sólo hasta que tengan 24 años, sino que los recortes "llegaron para quedarse" como escuchaba en un réclame en la tele en mi niñez, porque los recortes no van a parar acá (van a seguir aplicándolos) y porque la "temporalidad" de los recortes se va a tornar en permanente y cuando vayan llegando a los 30, 40, 50 y a la edad en que se jubilen van a seguir con los derechos recortados.
Por eso los jóvenes saben que si quieren llegar a tener plenos derechos laborales deben dar la batalla ahora, porque mas adelante ya seria muy tarde.
Por otro lado que los neoliberales no sepan que es la dignidad no llama la atención, porque no se conoce lo que nunca se ha tenido.
Es un valor que jamás encontraremos en ninguno de los que conforman la banda de la DBA, con su CONFIEP, sus aliados del ALANFUJIMONTEMUDISMO socapados por la prensa mediática y concentrada.
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