domingo, marzo 10, 2013

El homenaje a Javier


Javier Diez Canseco convocó, sin estar presente, a miles de personas en el acto de reconocimiento que se desarrolló el último miércoles en el Centro de Convenciones del Colegio Médico. Muchos quedaron fuera por falta de espacio pero permanecieron en los alrededores para testimoniar su presencia.  Porque de eso se trataba, de que sus amigos y admiradores hiciéramos un gran círculo de amor que ayude a enfrentar la grave enfermedad que le afecta. 

Todos los que estábamos en el acto y muchísima gente más podríamos responder con muchos conceptos a la pregunta de ¿quién es Javier Diez Canseco?, sea que nos refiramos al militante revolucionario y el líder de una generación con gravitación en la política durante más de 40 años; al justiciero que se rebeló contra la desigualdad y la marginación; al defensor incansable de los derechos humanos; el perseguidor sin pausa de los corruptos;  al legislador al que nunca pudieron silenciarlo; al autor de la ley sobre discapacidad; al hermano que no abandona a los enfermos.

A Javier se le quiere porque es todo eso y mucho más, y lo es todo a la vez, en el mismo día y en el mismo espacio. Por eso nos duele su enfermedad y en mi caso el sentimiento es doble porque yo estoy saliendo del mismo mal y durante los meses en que mi vida corría peligro lo tuve de ángel guardián preocupado de cada uno de los pasos que seguía mi proceso. Como dije en el evento, la mayor ironía de esta historia es que en noviembre del año pasado Javier fue el encargado de darme la bienvenida del mundo de los enfermos y esta vez me tocó a mí reclamarle desde el Colegio Médico que vuelva para reunirse con todos nosotros.

A Javier le temen los poderosos, los abusadores, los corruptos. Por eso urdieron el plan para sacarlo primero de la megacomisión de investigación de los delitos económicos del período del segundo gobierno de Alan García y luego suspenderlo en su función congresal en base a una burda acusación que será vergüenza eterna para los que votaron por ella por venganza o cobardía. Obviamente hicieron estas cosas porque se trataba de Javier Diez Canseco que presidió la investigación sobre Fujimori y dejó los cimientos plantados para condenar al más corrupto gobierno de nuestra historia y porque sabían que a él nadie lo compra ni lo doblega.

Fácil se podría decir que con su férrea voluntad política y su dureza de fiscalizador del poder, Javier debe tener muchos enemigos. Pero lo fundamental es lo que se vio el otro día, que realimente tiene una enorme legión de amigos, compañeros, camaradas, de los más diversos colores políticos y  creencias, todos los cuales esperamos volver a abrazarlo en un recibimiento masivo como el que se merece.  

10.03.13

2 comentarios:

Unknown dijo...

Un gran abrazo fraternal para ambos,desde Nevada-USA,vuestro amigo Manuel Javier Rios.

Unknown dijo...

Un gran abrazo fraternal para ambos,desde Nevada-USA,vuestro amigo Manuel Javier Rios.