martes, junio 24, 2008

Yo amo a los empresarios

En una universidad, en Santiago de Chile, me contaron no hace mucho, la sorpresa que había causado entre la gente, las declaraciones Alan García a la prensa luego de un encuentro con las organizaciones de empresarios durante uno de sus viajes al país del sur:

- Presidente, ¿cuál es su mensaje al pueblo de Chile que le está escuchando?

- Mi mensaje es que los empresarios chilenos tienen las puertas abiertas para poner sus inversiones en el Perú y yo mismo los recibiré con los brazos abiertos en Palacio de Gobierno.

- Pero, presidente, para el pueblo de a pie, el que viaja en el Metro, tiene algunas palabras…

- Ya lo he dicho, a los empresarios chilenos los esperamos para darnos un gran abrazo en la puerta de Palacio.

Los profesores que me referían esta anécdota estaban desconcertados de que nuestro voluminoso mandatario redujera tan estrictamente su mirada sobre “el pueblo de Chile”, a la gente del gran billete, a lo que hice solamente una pequeña anotación: “está pidiendo a los empresarios chilenos que le ayuden a superar a Chile para el 2015, lo que revela cuál es toda su estrategia”.

Ahora nos enteramos que había además una carta secreta de García a una serie de grandes empresarios chilenos, y que esa fue circulada en febrero de este año, apenas un mes después de presentada la demanda ante la Haya, por la disputa sobre la delimitación marítima y cuando se producía un aparente distanciamiento con su gobierno. Poco después llegaría Sebastián Piñera a Lima, dueño de LAN y candidato presidencial de fuerza en el país del sur, inaugurando algo que parecía –y ahora sabemos que sí es-, una diplomacia de las inversiones que se superpone a la tradicional, donde se encajan los pendientes fronterizos. Todos recuerdan que el abrazo en Palacio fue tan carnal que en Santiago provocó fuertes comezones.

Varias preguntas me vienen a la mente: ¿quién le ha dicho al señor García que los peruanos circunscribimos nuestro interés por otros pueblos y por países vecinos a sus empresarios?; ¿cómo es que nos preocupa tanto el límite del mar y los espacios de pesca, si estamos facilitando la entrada del capital chileno a los puertos y creando las condiciones para que las más grandes empresas pesqueras se vendan a empresarios del sur?; ¿hasta dónde puede ir la incoherencia de las “cuerdas separadas” para que la política principal del gobierno sea del abrazo con Paulmann (CENCOSUD-WONG), Calderón (Ripley), Luksic (Luchetti), Piñera (LAN), Claro (inversión portuaria y vapores), etc., y la secundaria la de afirmación de la soberanía nacional?; ¿es éste un camino al desarrollo?

25.06.08
www.rwiener.blogspot.com

1 comentario:

Jorge Temoche dijo...

Maestro, disculpara usted mi descaro, pero lo agregue a la lista de amigos que tengo pues me es gustoso leerlo.