sábado, marzo 14, 2015

La venganza

 Castañeda es peligroso. Cuando no puede responder por el hecho que los micros y coaster se estén destrozando y matando gente en las calles de Lima, mientras no hace nada por el transporte y su prioridad está puesta en borrar murales y pintar paredes de amarillo, dispara, con la facilidad que Correo decía hace una semana que Guillermo Bermejo era multiterrorista y ahora ya salió en libertad (de lo que no han dicho nada), que el pintor de un mural, de las decenas que va borrando, era simpatizante de Movadef, aunque la pintura que estaba en el centro de Lima se refería a motivos ambientales y no tenía ningún vínculo con temas de la violencia. 

Así el tiranuelo de Lima quiere hacernos creer que su campaña de cubrir de amarillo las expresiones de arte urbano, tiene aunque no nos habíamos dado cuenta una motivación antiterrorista, más o menos como el procurador Galindo que se gana la vida acusando exhibiciones y obras de teatro de apologías del terror. Policía del pensamiento, que le llaman. Y, por cierto, en dónde más publicar estas tonterías que otra vez en el Correo, que parece distanciarse progresivamente de la línea de El Comercio para acercarse a la de Expreso, en el sentido de buscar terroristas en los sectores más moderados y democráticos de la izquierda, a para generar miedo y apuntalar las tendencias al autoritarismo.

La verdad es que Castañeda tiene algún problema con sus creencias políticas más profundas. Tantas encuestas y elecciones con altas votaciones, parecen haberle trastocado la visión de la realidad y de ahí que sin tener ideas ni propuestas para la ciudad, sigue creyéndose un genio en decisiones urbanas. El mismo concepto de que el centro histórico no puede ser revitalizado con la pluralidad de colores ni otros cambios, porque eso lo vigila la Unesco, pero si atravesado por el Metropolitano que desmiente su discurso conservacionista, refleja su incoherencia que parece que sólo se resuelve en el axioma: Lucho tiene la razón.

Claramente que Lima centro requiere de mejoras mucho más urgentes que la desmuralización, pero como se ha visto, este asunto ha sido tomado como bandera de guerra contra su antecesora que se lleva el odio eterno, porque movió el asunto Comunicore, del que Castañeda se salvó por un pelo por el juego de los fiscales amigos de Alan García. ¿Cuánto tiempo más tomará la venganza? Nadie sabe, pero lo que preocupa es saber si la gente que reclama por las muertes en las pistas, se da cuenta de quién es el responsable. Más aún si se cree que en octubre se votó la amirillización de la ciudad, como la gran reforma de Castañeda, por la cual saco el 50% de los votos que daba la impresión de un mandato claro para hacer algo importante, aparte de tumbar murales.

14.03.15
www.rwiener.blogspot.com

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Raul, permíteme discrepar contigo, Castañeda no es peligroso, es un pobre y triste chorito, que cuando lo increpas se acobarda, se traga la lengua y no dice ni pio, un culifruncido sin cura y para colmo de males: mudo y acomplejado.
Ahora, que es rencoroso y vengativo, si lo es, pero que puedes esperar de un tipejo malformado, de mirada huidiza y necio hasta las caigas, de un individuo zafio y grosero de faz pálida y manos sudadas.
Este esperpento, condenado de por vida a no acceder a la grandes ligas y que es mas huidizo que una cucaracha del pizza hot, cree que el cartero llama dos veces y que comunicori II lo esta esperando, lo que no sabe es que Dios tarda pero no olvida, y que su ira solo manifiesta con las personas que tiran la piedra y esconden la mano y en especial con aquellas que no abren la boca ni para recibir la hostia. Estas perdido mudo atorrante, tus huellas están siendo borradas con pintura amarilla.

Anónimo dijo...

Nada de “anónimo”, soy Ambrosio

Don Raúl le atribuye a sus adversarios defectos que él posee. Cada día arroja (por medio de su teclado) granadas incendiarias contra la CONFIEP, el capitalismo, la libertad económica, la tecnocracia de Castilla y Velarde, las trasnacionales, Israel, Occidente. Desde hace un par de años está obsesionado con que él llama “la gran prensa”, según él unos feos despiadados capitaneados por El Comercio, tíos malos que, él cree, “dirigen el proceso” peruano, controlan la neblina y la marea del océano Pacífico. Obviamente son “enemigos de la humanidad”, como clamaban en su himno los sandinistas de Nicaragua que los Estados Unidos eran. Hoy Daniel Ortega es el rey de Nicaragua, se hace rico como socio de negocios, el último con una firma china, con el proyecto del canal interoceánico, a través del lago Managua.

Un poco de historia.
León Trotsky llega a México en 1937 de la mano del pintor mexicano Diego Rivera; la mujer de Rivera, la también pintora Frida Kahlo lo recibe. Los Trotsky viven en Coyacán, en la “Casa Azul”, de Frida y Diego hasta la ruptura política con este último. Se mudan a una casa la Calle de Viena, también en Coyoacán, donde León Trotsky sufrió dos atentados; el primero en el primero, entre los asesinos se encontraba el pintor David Alfaro Siqueiros; Siqueiros disparó quemarropa a la cama donde, supuestamente, dormían los Trotsky. No ocurrió así: se salvaron ocultándose no muy lejos. Meses más tarde, agosto de 1940, llega un segundo atentado en esa misma casa, el agente soviético Ramón Mercader, le clava un piolet en la cabeza; el gran Lev Davídovich Bronstein, conocido como “Trotsky”, muere.

Menciono el asesinato de Trotsky por Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, los extraordinarios muralistas mexicanos, inspiración de los murales horribles en el Centro Histórico de Lima. “Inspiración” no exacto. Los artistas marxistas peruanos copian grotescamente a los mexicanos, predican “revolución”, multitudes asaltando, los que, don Raúl clama “no tenía ningún vínculo con temas de la violencia”.

Vamos a ver, Raúl: ¿la glorificación del asalto a la democracia peruana por el marxismo leninismo en esos murales no son violentos? ¿La muerte de más de cincuenta mil peruanos no fue violenta porque la hicieron tus amigos? ¿Cree alquilen que un mural (en el centro de Colonia o Roma) glorificado la toma del poder del fascismo-nazismo sería permitida por las democracias alemana o italiana?

Héctor Mejía dijo...

Luis Castañeda ha sido un patán toda su vida, y ahora que está mas viejo, también está mas patán.
Porque en su afán de destruir murales se parece a los fundamentalistas del ISIS destruyendo el arte babilónico en Irak, y no tiene ni idea de como arreglar el Centro de Lima, porque sino ya lo hubiera comunicado.
Lima tiene montones de problemas que el alcalde tiene que resolver, pero éste solo se dedica a pintar muros de amarillo.
Por supuesto que a los neoliberales un Alcalde como Castañeda les parece genial, ya que en él han encontrado a su alma gemela: inculto,achorado y lo m{as importante: no es de izquierda.

Anónimo dijo...

Saludos desde Bruselas

Es imposible que en el "Centro Histórico" de Bruselas, París, Colonia, Ámsterdam se permitan murales de tema "medioambientales" aunque los firme Picasso o Leonardo. Por lo que veo en la web, los murales parecen más bien políticos: multitudes por protestando.

Castañeda de venga. ¿No sé? Lo que sí sé es que votará por Keiko. Ayer salió publicado.

Anónimo dijo...

Nos vengaremos nosotros de este amarillo fujimorista.

Anónimo dijo...

tanto el tío cocaleca o mudo de comunicoreo, el expp, alan baba y sus cuatro mofletudos y la gorda hija del chino rata son la misma cosa, que podemos hacer con tan avezados delincuentes protegidos del poder judicial y el ministerio público, mientras que al pobre hombre de pie que roba una gallina lo meten el cuento de prisión preventiva, váyase a joder; pero que tal banda.

depechie dijo...

No tendré tu profesión, ni tus años de experiencia, pero si me aplica decir que somos algunos (pocos pero muchos) los que tenemos ese sentido crítico para ver mas allá de ordenanzas municipales... lo que no observa ni analiza el común del consumidor de 'medios vendidos' en Lima; y sí, coincidí contigo en la motivación de Castañeda, pura envidia y algo de trastorno psicológico. No se me habia ocurrido lo del Metropolitano. Una vez más, gracias Raúl.
Ate.
Giancarlo Moyoli Popolizio