martes, abril 08, 2008

A la cana con los poetas

El principio lo definió –cuándo no-, Aldo M: ¿y quién me dice si Melissa Patiño, muy poeta hasta ahora, no resulte más adelante como Edith Lagos, que también era joven, poeta y carismática, y terminó senderista?

Clarísimo. Ahora Melissa no podrá salir libre hasta que pruebe no lo que no hizo (porque nadie le ha probado que hizo algo fuera de la ley), sino lo que no va a hacer. Por tanto se justifica que continúe en Santa Mónica, a pesar que ya acabó la fase de investigación.

Una teoría, la verdad, de tremendas implicancias políticas, morales e intelectuales, que por ejemplo puede conducir a una redada general de los poetas que aún siguen libres, como ya está empezando en la calle Quilca los fines de semana, por el riesgo de lo que podrían representar en los próximos años. Y aplicar también el mismo principio a todos los profesores de filosofía, no vaya a ser que lleguen adonde llegó finalmente Abimael Guzmán Reynoso. Y a todos los amigos de Alan García, porque podrían ser como Polay.

Ni Bush, que inventó la guerra preventiva: invado Irak, porque presupongo que se prepara a atacarme, que por lo menos era una mentira que podía funcionar un tiempo hasta que se reconociera que no había armas de destrucción masiva, ni planes de ataque de los invadidos; puede superar la fórmula del Mariátegui de derecha: vas preso, porque otra poeta joven, resultó subversiva.

Y este es el tipo que sale de su periódico y se reúne con García hasta después de la media noche, elaborándole los argumentos para justificar sus políticas. Tal vez por eso estamos, como estamos.

08.04.08
http://www.rwiener.blogspot.com/

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