Escogió bien Aldo
M, el medio para regresar a la prensa escrita: Perú 21, de Fritz Du Bois,
procesado por el caso del “salvataje” al Banco Latino que costó al país más de
500 millones de dólares y no salvó nada, y el tema sobre la hipocresía que para
él representaría tener que reconocer algo bueno en la trayectoria de Javier
Diez Canseco después de la dilatada campaña de demolición a la que lo sometió
con una mezcla de mentiras, bajezas e ignorancia propia.
Al tal M, jamás
le conmoverán los temas de Javier: la vigilancia sobre los recursos públicos y
la lucha contra la corrupción (caso Du Bois, por ejemplo); la cautela de los
derechos humanos y la sanción a sus violadores; la defensa de los derechos de
los trabajadores y contra los mecanismos de discriminación en el trabajo; la
preocupación por los jubilados y el sistema de pensiones, así como sobre el uso
arbitrario de los fondos ahorrados en las AFP en perjuicio de los futuros
jubilados; la atención a los derechos de los discapacitados y de las minorías
culturales, raciales y sexuales; el apoyo a las reivindicaciones campesinas y a
los pueblos indígenas; entre muchos otros.
Su obsesión ha
sido reducir la historia de un gran político al que odiaba desde la universidad,
a su infantil interpretación del proyecto de reconvertir las llamadas acciones
de inversión a acciones comunes, lo que era un asunto de igualación de derechos
y no valor de cada acción cuyo precio real lo define el mercado. Pero la
ignorancia del periodista, impresa en una docena de carátulas con la foto de
JDC y de su hija, y una cantidad de columnas, chiquitas e informes
distorsionados, sólo pudo ser superada por la torpeza de los congresistas que
también ejecutaron sus pequeñas venganzas, sean en la versión fujimorista,
aprista u oficialista, a más de una serie de pobres individuos encabezados por
el pastor Lay y el “solidario” Urtecho.
Todos estos no
sólo sancionaron el contenido de un proyecto que no entendían, sino que tampoco
siguieron los procedimientos de una acusación. En esencia JDC fue suspendido
por un proyecto que no había llegado a ser fundamentado y debatido, lo que
significa que no existía y que lo que se estaba condenando era haber pensado
una propuesta. Ricardo Letts, resumió este domingo el papel de Mariátegui como
un asesinato político. Y no le falta razón. Porque no hay como desligar el
asesinato moral a un hombre honesto por una mayoría mediocre y un periodista
sin moral alguna, de la enfermedad del cuerpo que se declaró en un corto
tiempo. En circunstancias normales un desenlace así haría callar a cualquiera
por un mínimo de vergüenza, menos a Aldo M. Un buen canalla debe seguir
siéndolo hasta el final, sin hipocresías. Y este es el caso.
07.05.13
10 comentarios:
Excelente Articulo , en verdad Aldo Mariategui no solo representa esa escoria politica que estra enquistada en la politica Peruana, sino tambièn la mediocreidad periodistica que tiene el país.
Mis sinceras condolencias por la desaparicion del amigo entrañable y mis sinceras felicitaciones por el articulo anterior y el actual que resumen en pocas palabras el sentir de muchos peruanos.
Respecto al susodicho Aldo, es una lastima que le faltara tiempo a J. L. Borges para incluirlo en su celebre "Antología de al Infamia". Realmente es uno de los pocos créditos nacionales que tenemos para esa asquerosa categoría. Creo que se lo habria ganado por derecho propio y sin falsas hipocresias
Se demuestra que fue Nadine y Ollanta, la pareja presidencial, quienes quisieron mancillar su honra sacándole de ese Congreso donde pululan muchos corruptos, porque son ellos quienes no han salido a reconocer la trayectoria de JDC ni decir una palabra ni un homenaje póstumo. Pero en fin Dios sabe lo que hace, JDC salió de ese espacio (Congreso) TAN INTEGRO como fue siempre. Salió limpio, se fue al cielo tan cristalino como el agua de las alturas, mientras en el Congreso seguirán pululando los corruptos que el Presidente Ollanta lamentablemente está permitiendo y favoreciendo.
Muy buen artículo, ese Aldo M. es un miserable que odiaba a Javier porque era todo lo que él jamás llegará a ser: un hombre decente y querido por multitudes. Javier Diez Canseco pudo y tuvo TODO y renunció consciente y voluntariamente a ello y eligió la cercanía a los desposeídos y los marginados de nuestra sociedad. Y acusarlo luego de tener unos centavos a través de triquiñuelas es delirante, solo digno de un ser como Aldo M. Jamás ni etica ni intelectualmente se podrá comparar esta Aldo M. con Javier que ha pasado a la inmortalidad por su talla de gigante.
Estos dos primeros articulos de Aldo M. sobre JDC en peru 21 es feo y hasta desatinado. Lo que no quita que JDC este bien SANCIONADO porque si hubo conflicto de intereses, eso ni dudarlo. Ojalá esta izquierda cavernaria y retrógrada desaparezca de una buena vez, tanto daño le hizo al Perú y le sigue haciendo, miren nomas como esta cajamarca, esa prospera ciudad.
Esta persona encubre su mediocridad en el anonimato, del mismo modo que Aldo M. su mediocridad en la brabuconada y la pataneria.
Tal ves habria que ignorarlos y dejarlos regodear en su cloaca.
Anónimo, JDC ni por asomo estuvo bien sancionado. Es como acusar de nepotismo a cualquier congresista por hacer un proyecto de ley a favor de los pensionistas teniendo uno en la familia; lo hubieran acusado de favorecerse de la ley de discapacidad pues, algo ilógico. Para eso existe el reglamento del congreso: cualquier congresista puede hacer un proyecto de ley (así como cualquier ciudadano), es sólo si el proyecto se debate y al final del mismo, el legislador no informa que tiene familiares que se beneficien es que cometió falta. El proyecto, inclusive presentado 7 veces en otros períodos y gestiones por otras bancadas, no fue ni siquiera debatido. No había técnica ni moralmente motivo de sanción. Fue una burda vendetta.
Mientra JAVIER Diez Canceco Cisneros con su muerte se agiganta; Aldo Mariategui ira muriendo lentamente hasta quedar en el olvido como los seres viles de la tierra.
Bueno el articulo señor Raul Wiener.
Sobre el M. de Aldo, podemos decir que es u sujeto enfermo, creado y utilizado por la derecha peruana como burla por ser descendiente de JCM.
A pesar de sus servilismo a la derecha peruana, esta no lo acepta como parte de su clase. Un claro ejemplo fue cuando lo botaron del Diario El Comercio en momentos que Alditus M. creía ser un periodista reconocido, no les importó y simplemente lo echaron, asunto que al parecer hasta ahora lo tiene traumado.
MUERA LA IZQUIERDA PARA SIEMPRE...NUNCA MAS..
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