Los revocadores
desarrollaron durante casi dos años un sistema de desprestigio y mentira contra
la alcaldesa de Lima que les permitió aglutinar una gran cantidad de
descontentos. Pero al mismo tiempo generaron una respuesta en muchos sectores
que sentían que había abuso y manipulación, lo que a la larga terminó
volteándoles el partido. Este es más o menos el resumen apretado de lo que pasó
el 17 de marzo. Los aciertos y errores de la campaña de cada cual tienen que
ver no con marketing, sino con la comprensión de este proceso.
El resultado
ajustado y contradictorio, refleja un comportamiento electoral que no fue
anticipado por nadie. De un lado, el Sí que apuntaba a la cabeza de la gestión
municipal fracasó en su propósito y levantó anticuerpos contra sus líderes, más
fuertes que los que ellos trataron de inocular en contra de la alcaldesa.
Castañeda sale así casi liquidado como factor político en el país y Marco Tulio
parece que va a perder mucha chamba como revocador al no haber detectado el
cambio de tendencia de último momento que fue justamente el tiempo en que hizo
sus peores torpezas. El APRA finalmente falló en el intento de reactivarse con
la revocatoria como factor de arrastre.
De otro lado el
No, que pareció haber encontrado la varita mágica en la oferta de un gobierno
municipal de ancha base, compartido entre Fuerza Social, el PPC y otros
sectores, que se dice fue el valor agregado para el triunfo de la alcaldesa, se
encontró de pronto que había sido objeto de un voto complejo a través del cual
una fracción significativa del electorado decidió salvar a la doña, pero al
mismo tiempo cortar la cabeza de sus regidores. De esta forma la “ancha base”,
se quedó sin partido eje que responda directamente a la alcaldesa, o si se
quiere la han dejado sola entre posibles futuros aliados y numerosos
adversarios.
Esta
configuración nadie la esperaba y menos calculó sus implicancias. A Susana
ahora le están diciendo que mantenga la ficción de que sigue siendo el mismo
gobierno, pero en realidad no va a tener mayor poder para dirigir lo que le
queda en el Municipio. El mensaje es más duro aún porque le quita el ímpetu
ganador de las primeras horas, que era la energía de la que podía valerse para
cubrir los siguientes meses. Por eso la fórmula “Ganó Lima, no perdió nadie”,
resulta bastante vacía, ya que obviamente hay tremendos perdedores como
Castañeda, el APRA y hasta cierto grado el fujimorismo, pero también la
izquierda moderada y la más radical que se jugaron por Susana.
Razón había
cuando se dijo que la revocatoria era la caja de Pandora, de la que saldrían
las plagas más indeseables. Esperemos que de una victoria con tantos
claroscuros venga algo bueno. Vale siempre tener esperanzas.
19.03.13
www.rwiener.blogspot.com
1 comentario:
MI estimado Raúl,
Sí hubo perdedores... como lo dices, pero hubo tambien una gran ganadora: LA CORRUPCIóN...
Muy al margen y que aparentemente los perdedores sean alan y castañeda, al ser corruptos ellos han ganado porque es tan sencillo en INFORMATICA, generar un factor que determine modificaciones en los resultados, Los cambistas de dólares lo hacen para estafar a los ciudadanos, con mayor razón, y todo el mundo lo sabe que existe tráfico de votos.
Es increíble tener al jefe de la ONPE, con un pasado Aprista, y tener que "confiar" en los resultados increíbles en la REvocatoriia. Lamento enormemente lo que acontece en el país...
Finalmente agradezco Raúl que todos los días informes y reflexiones respecto a nuestra cruda realidad.
Felicito tu dedicación y espero verlos y/o escucharlos pronto.
Felicidades.
Atte:
Julia
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