“Los intelectuales,
esa gente que ha leído mucho, que sabe hablar, debería dejar de hacer críticas
sobre lo que ha pasado. El pueblo tiene sus ideas. No importa si nos
equivocamos. Por lo menos serán nuestros propios errores y no de otros.”
Estas palabras las escuché por la radio en abril de 1992, después del golpe de
Estado de Fujimori, pero en estos días vengo oyendo cosas parecidas:
-
Es el pueblo el que ha decidido revocar a la
alcaldesa y no importa si Marco Tulio, Castañeda u otros son corruptos.
-
En todo caso fueron los revocadores y los
partidos los que se sumaron al sentimiento del pueblo.
-
Lo que yo creo es que se debe votar como a uno
le de la gana (Mónica Delta)
¿Fue el pueblo el que hizo el golpe de Estado que ciertamente
tuvo un inicial respaldo popular?, ¿era una idea del “pueblo” (léase D y E), o
del presidente, Montesinos y algunos militares golpistas?, ¿cuánto le está
costando al país salir del marasmo institucional que se creó con ese acto de
fuerza y la dictadura corrupta que se prolongó hasta el 2000 y planea como una
sombra sobre el presente?
Y ahora las preguntas actuales: ¿es el pueblo –especialmente
D y E-, el que anunció que revocaría a la alcaldesa cuando empezaba su mandato
y el que reclutó a los recogedores de firmas y les pagó el trabajo desde el
primer año de gestión municipal?, ¿es el pueblo el que está tan molesto porque
se abriese investigación sobre los hechos irregulares de Castañeda, lo que ha
hecho saltar a toda su corte?, ¿hay alguna relación entre pueblo y los medios
que inventaron que no se hacía obras, que las mismas empresas que trabajaban
con el anterior alcalde ahora lo hacía mal porque teníamos alcaldesa, que los
reyes de La Parada que pagaron matones eran víctimas del abuso y que los microbuseros
unos angelitos?
Es decir, como el 92, nos deshacemos de los políticos, le
tapamos la boca a los intelectuales, y cerramos los ojos de quién está delante
o detrás del proceso y va a ser el que lo capitalice. Y no me vengan con que
hay corruptos, porque yo no soy, aunque esté votando por ellos. Y, claro, qué
mejor orientación que la de la periodista a la que Schultz ofrecía en
vladivideo como aporte a la re-reelección, para que aparente poner el asunto en
neutro cuando se trata de corrupción y resuma todo en las “ganas” y no en el
fondo de la cuestión.
Obvio que lo de Lima es un complot para hacer retroceder la
conciencia popular 21 años y limar el espíritu crítico y progresista de los
peruanos. Como ocurrió antes, es posible que mucha gente tenga después que
arrepentirse por no haber pensado mejor lo que estaba en juego.
14.03.13
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