Por lo demás, ¿acaso no es verdad que la política se basa en
percepciones? Es decir que Humala está seguro que su éxito es ser percibido
positivamente, aunque lo que hace no se parezca en nada a lo que prometió
durante muchos años. Si la gente aprecia que ese estilo anodino de mantener el
Estado en funcionamiento a media máquina en un contexto de crecimiento
económico y programas sociales, ¿para qué moverse del sitio?
También el gobierno ha aprendido que son los fracasos
evidentes y los escándalos los que están detrás de sus peores momentos y eso
fue durante los conflictos sociales y la crisis del VRAEM. Así que desde julio
del año pasado tenemos un gabinete bombero que trata de apagar incendios apenas
en las primeras chispas y de hacer que nos resignemos que la relativa “paz
social” actual es lo mejor que pueden darnos, porque la cosa podría ir mucho
peor.
Ni Conga, ni Espinar, ni ningún otro de los conflictos
sociales-ambientales se ha solucionado, pero la percepción es que por ahora no
existen, hasta que reaparezcan. También el gobierno se ha olvidado del Movadef
porque la prensa no está tratando el tema. Y para que vean que hay voluntad de
seguir combatiendo al “terrorismo”, ahí está la ley del negacionismo y algunas
bajas ocasionadas al grupo del VRAEM.
Pero un manejo de la situación de estas características
siempre se rompe por donde uno menos lo espera. Y bastaron dos tiroteos en
Surquillo y Pueblo Libre para que afloraran los sentimientos de desprotección
en que vive la mayoría de la gente respecto al crimen organizado, el sicariato
y la delincuencia al paso que opera en las calles. Claro que el ministro tenía
una explicación de lo que estaba sucediendo que parecía hecha para el
presidente y no para el pueblo. Todo no era sino una cuestión de percepción que
hacía ver en tamaño más grande lo que todavía era pequeño, y si quieren miren
las estadísticas.
Lo que no vio el ministro es que le estaban pidiendo una
actitud que reflejara una ruta a seguir. Y en el vacío, por supuesto lo que
avanza es el simplismo autoritario: más penas, más armas, más dureza. Lo que al
final, ya se sabe, va a derrotar al gobierno que para combatir percepciones con
percepciones va a proponer nuevas leyes de represión que no van a reducir los
crímenes pero sí evitar por un tiempo que se hable sobre ello.
0203.13
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