Después de la salida de Álvaro
Vidal de la presidencia de Essalud, el ministro Jorge Villena que tiempo
después protagonizaría el sonado caso de
la agresión a una trabajadora en el aeropuerto de Arequipa que le costó el
puesto, dijo en tono de quién no tiene que dar más explicaciones que lo de
Vidal era una renuncia, y ese era un acto voluntario que él no tenía por qué
interpretar. Se ha sabido luego, aunque Álvaro no haya querido declarar, que la
“renuncia” le fue pedida varias veces por Villena en nombre del presidente y la
primera dama, hasta que se hizo evidente que no se puede dirigir una
institución pública teniendo en contra al responsable del sector.
Lo mismo se repitió con la
“renuncia” de Humberto Campodónico a la presidencia de Petroperú. Según el
ministro aquí no había pasado nada y el presidente de la empresa petrolera del
Estado se habría ido porque la renuncia es voluntaria ya que todos los planes
que estaban en marcha fueron ratificados por el nuevo directorio. Pero los más
enterados saben que aunque con énfasis distintos los dos ministros claves, de
Economía y Energía y Minas, le pidieron varias veces su carta a Campodónico e
hicieron declaraciones públicas contradictorias con las decisiones de la
empresa. Están por cumplirse dos meses del cambio de conducción y la pregunta
es qué se ha hecho más allá de la supuesta ratificación de planes.
Veamos algunos datos: está
corriendo el plazo de 90 días en que se mantendrá válida la propuesta de la
empresa española Técnicas Reunidas para iniciar la modernización de la
refinería de Talara. Resta poco más de un mes y se vence el tiempo señalado las
cifras del estudio técnico que se pagó para realizar este importante proyecto,
empezarán a desactualizarse y volveremos al punto de partida. El ministro
Merino que ahora está actuando como si fuera el vocero de Petroperú ha hablado
de esperar hasta el fin del trimestre restando autonomía al directorio.
Mientras tanto las posiciones hostiles al fortalecimiento de la empresa estatal
están sacando cabeza para cuestionar el gasto de la refinería y los “sueños” de
Campodónico.
En cuanto a la inversión en
campos, Petroperú ya cuenta con la autorización necesaria para asumir el Lote
64 de Talismán. Pero Perupetro, a instancias del ministerio de Energía y Minas,
ha publicado una invitación a inversionistas privados a participar. El caso es
una confusión que podría ser deliberada ya que un aspecto son los pozos que
pueden entrar en producción de inmediato y otro el de las actividades ampliación
de la exploración que requiere capitales de riesgo. Entretanto el ministro se
ha puesto a hablar de compra de grifos, aumentando el tono de los antiestatistas
y sacando del foco los temas importantes por un asunto secundario.
23.02.13
www.rwiener.blogspot.com
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