Debemos ser varias decenas de personas que hemos pasado por
el trance de enfermedades serias que hemos recibido el apoyo comprometido,
instantáneo y absolutamente gratuito de Javier Diez Canseco. A sus pasiones de
luchador, moralizador y firme defensor de los derechos humanos, Javier le añade
la solidaridad activa con el que sufre, con el cuidado de hacerlo
discretamente, como deben ser las ayudas más sinceras.
El año pasado en que fui puesto a prueba por un cáncer en
grado avanzado que me postró durante meses comprobé lo que ya sabía, que a
Javier no había que llamarlo o pedirle algo para que estuviera siempre cerca,
como un amigo, como un hermano. Pero ahora él es el que ha enfrenta la misma
maldita enfermedad y para mí es como si hubiéramos cambiado de sitio. Quiero,
reclamo, como muchísimas personas que Javier salga delante de este episodio
desafortunado.
Si pudiera trasmitirle algo de lo aprendido diría que con la
fuerza de la familia y de los amigos se logran cosas maravillosas. Te esperamos
Javier, en tu lugar, al frente de todos nosotros.
Fotografía de un día
La frase hecha para sacarse de encima una encuesta que
incomoda es aquella que dice que lo que ella dice sólo trasmite la foto del día
y que distinta la siguiente toma. Pero, si fuera así, habríamos tenido los más
variados resultados en los meses anteriores, con cifras moviéndose de arriba
debajo de acuerdo al ánimo de cada día. Y eso no ha ocurrido. Por largo, largo
tiempo, los revocadores han ido ganando lejos los sondeos, lo que ánimo a Marco
Turbio a decir que Susana se revoca sola, y ellos no necesitan decir nada.
Eso es lo que en estadística se llama una tendencia que
hasta enero iba a favor del Sí y que lo hacía casi invencible. Pero a comienzos
de febrero sale otra medición que advierte un cambio decisivo: cae el Sí y sube
el No, aumenta la aprobación y disminuye la desaprobación de la alcaldesa, la
nueva tendencia abarca todos los estratos sociales, incluso D y E que siguen
teniendo una mayoría por el Sí, pero están menos cerrados que antes.
¿Qué significa esto?, ¿ha empezado un cambio de tendencia?
Si fuera así ya no estaríamos hablando de un día aislado en el que se encontró
a la gente con un humor determinado, sino una inversión de los impulsos. Por
tanto si las encuestas guardan un mínimo de seriedad lo que vamos a ver en los
siguientes estudios es una ciudad cambiando de ánimo, poniendo a un lado a los
que querían manipularla.
10.02.13
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