No entiendo, casi estoy escuchando la voz de Javier, si
pudiera realmente oir que un partido político quiere imponer a otros con quién
no pueden aliarse y su jefe político negar autocríticas en nombre de que
todavía hay más pecados de los cuales arrepentirse.
¿Qué es esto? Tenemos una tremenda encrucijada electoral por
delante, no tenemos candidato, programa consensuado y apenas si estamos
forjando una base unitaria, y seguimos discutiendo sobre Yehude, como si fuera
el diablo. ¿Hemos perdido el sentido de orientación o estamos compitiendo para
sacarnos espacio?
Nos hablan de principios, la misma cosa que hicieron con
Susana cuando la dejaron sola en la campaña municipal. ¿Deberíamos felicitarlos
por el éxito del 2014? Cierto, mi principio puede ser que no admito a Yehude y
su autocrítica en mi partido y lo miro feo. Pero no puedo hacer de eso una
condición del frente único.
¿O es que alguien percibe que haberse sentado junto al jefe
del partido humanista ha cambiado la posición de la izquierda sobre el baguazo
o PPK? No entiendo, me decía Javier cuando yo me ponía sectario. ¿Crees que la
marginalidad y la segura derrota son algún principio?
Muchos quizás no lo sepan pero el ARI explotó en 1980 con el
argumento de que la participación del pequeño ARS de Mario Villarán nos
convertían en un frente con los burgueses. Y ¿qué se hubiera dicho de una
alianza con el PSR del general Leonidas Rodríguez?, ¿qué nos habíamos aliado
con los masacradores de Cobriza? Pero después fuimos aliados y el general
Fernández Maldonado fue un digno senador de Izquierda Unida. ¿O creen que esta
discusión es nueva?
Y en el 90, ¿acaso no nos acusamos de todo y nos dividimos
creyendo marcar los campos entre los revolucionarios y los reformistas y
produjimos dos candidaturas intercambiables: Pease y Barrantes, lo que los
votantes de la izquierda nos castigaron en las urnas desplazándose a Fujimori y
a nadie le importó lo que decíamos del otro?
Y otra cosa que se dice es que vamos a repetir lo de Humala,
lo que es una suprema tontería. Para empezar, comparar a Yehude con Ollanta no
resiste el menor análisis. Pero lo más importante, que se olvida dónde estaría
la izquierda y el movimiento social organizado sin el fenómeno Humala
2006-2011. Ya sabemos que traicionó pero si hoy se están forjando el Bloque
Popular, Dignidad y Democracia y otros grupos de ruptura es porque el
nacionalismo involucraba sectores realmente comprometidos con la transformación
de nuestra patria.
Es increíble que no veamos que en la correlación actual, la
izquierda tiene que hacer aliados, aumentar al máximo el campo de los que
resisten y enfrentan a una ofensiva de gran escala del poder económico, el
conservadurismo ideológico y la reacción política, en vez de estar inventando
una diferencia sobre una palabra como hacían católicos y protestantes hace
muchos años.
23.04.15
www.rwiener.blogspot.com
6 comentarios:
Nada de "anónimo", soy Ambrosio
Vamos Raúl, que la izquierda peruana cosecha lo que siembra. No hay nada porque no tienen ni cuadros, ni estudios, ni amor por el país que los vio nacer: ni siquiera son demócratas.
Renuncien al marxismo leninismo, acepten la libertad de mercado, estado de derecho y del debido proceso.
no creo maestro, comparas cosas incomparables. Lo de Simon no supone algo personal, es una postura política reincidente, representa una forma de hacer política para asegurar su supervivencia, replicando casos que nos muestra la historia de oportunistas en el seno de la izquierda. ¿Quién dijo que el oportunismo de izquierda, de la magnitud y reincidencia de YS, es menos peligroso que la ultraderecha? Mientras con ésta el enfrentamiento es claro, con el primero el ataque es artero, traidor.
A los sub-70 de los Pufis no les interesa ganar las próximas elecciones del 2016, lo único que les interesa es tener una inscripción para postular y depositar sus cuatro letras en una curul en el Congreso o Parlamento Andino, y como Yuhude se les apareció como la Virgen, pues se cuelgan de su saco y punto, o en el mejor de los casos negocian con el otro frente aprovechando que también tienen inscripción para tener mejores puestos en una "lista de consenso" = repartija.
Porque si de verdad se preparaban para gobernar debieron hacer lo que Carlos León Moya escribió en su artículo : conseguir su inscripción, crecer y fortalecerse, y renovarse, añadiré, pero nada de eso hicieron y ahora están en esta patética situación.
Del otro Frente se puede decir que tampoco genera mucho entusiasmo y que no tiene un programa, más allá de su defensa ecológica y su intento de diversificación productiva, pero para los demás sectores de la sociedad no les dice nada.
De los otros "Frentes" que se forman ni siquiera tienen inscripción ni la van a tener, así que ni contar con ellos.
El panorama del 2016 se torna negro y no va a mejorar así al final se unan todos, porque no hay que ser malpensados para saber que van a terminar sacándose los ojos al momento de armar la lista al Congreso.
Hoy dia el outsider Julio Guzmán calculaba que para gobernar se necesitan unas 500 personas para controlar la burocracia de los Ministerios y organismos estatales. La pregunta es, si la izquierda (unida o no) ganara el 2016 ¿Tiene los 500 burócrtatas para desarrollar su programa (que hasta ahora no tiene) de gobierno? No, no tiene ni 50, contando todos los "Frentes".
Esa es la triste realidad y no va a cambiar así todos se junten y canten tomados de las manos, como en un grupo parroquial del cura Arana.
Saludos desde Bruselas
La frustración descrita por Raúl la sentí cada vez que trataba de llegar a un consenso cuando trabajé como dirigente estudiantil en San Marcos.
No hemos cambiado, seguimos en lo mismo.
CJ
Respondiendo a AMBROSIO es una pena y siento verguenza ajena el hecho de no conocer la idiología de los diversos grupos disque de izquierda, ellos no son marxistas mucho menos leninistas, son ecologistas,humanistas,oportunistas etc, etc....
El anónimo tiene que informarse un poco más y dejar de usar el fácil recurso de la descalificaciòn... Un poco de verguenza propia le vemdría bien.
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