¿Le daría a los autores de la ley pulpín, la facultad de
legislar sobre diversos temas en las oficinas del MEF y otros ministerios y
presentarnos luego el hecho consumado de normas completas? Seguro que no, pero no
porque los tipos y tipas del Congreso sean más inofensivos, ya que le dieron el
voto casi unánime a la ley de marras, aunque se arrepintieron a las pocas horas
cuando vieron que los jóvenes se rebelaban masivamente.
De esto se trata realmente. De que ni Ejecutivo ni Legislativo
(menos el Poder Judicial) son confiables, pero se están armando modalidades de
participación ciudadana, que pueden determinar lo que finalmente se decida en
el país. Y esto es lo que Humala y Cateriano quieren burlarnos, evitando que
los debates maduren y desaten reacciones en la población.
Fujimoristas y apristas, vestidos ahora de oposición, tienen
una historia particular cada uno sobre facultades legislativas para el
gobierno, de donde han salido las peores cosas, como los más de 100 decretos de
1991 que anticipaban el golpe de Estado, o los decretos sobre el TLC del
2008-2009 que arrastraron hasta el baguazo. Pero ahora, claro, dicen que
atender ese pedido sería una abdicación al poder del Congreso.
Bueno, el hecho es que parecería no haber consenso
suficiente para las facultades que Cateriano adelantó que pediría en su
discurso de investidura, por lo menos de la boca para afuera. Vamos a ver como
se pinta la cosa, porque la intención que se desprende de las palabras del
primer ministro es de que recién van a empezar un plan de reformas cuyo eje es
la inversión privada por la que juró en el Congreso. Esta es una propuesta que
ha sido vapuleada durante el debate de la confianza, pero que haya confianza
real, tal vez a Cateriano, pero no a Humala ni a Nadine.
¿Cómo se viene el año final del actual gobierno? Pienso que
inestable, probablemente fallido en las apuestas oficiales (Tía María es una de
ellas), incertidumbre entre las personas a las que se les dice que esto va a
salir y no sale, intenso en denuncias sin fair play para el gobierno que deja
la cancha. Imagino que todo el Ejecutivo
estaba consciente que iba a disparar una controversia al mencionar lo de las
facultades extraordinarias. Pero eso parece hallarse en línea con la propuesta
de Cateriano que era como un petardo que muchos se tragaron para no ahondar la
crisis.
Ahora las facultades llegaran al Congreso y cuando los
puntos que aparezcan, que pueden ser económicos, políticos e institucionales,
estén sobre la mesa se verá la calidad de una oposición que en verdad tiene
demasiadas cosas en común con el gobierno con el que se trata a gritos. Detrás
de todos habrá la sombra del año electoral. Porque el que se equivoque en las
siguientes semanas y meses, pagará su error en las urnas.
29.04.15
1 comentario:
Nada de "anónimo", soy Ambrosio
A don Raúl no le gusta la democracia. Odia el desorden, que existan unos tíos fujimoristas-apristas.
Los anglosajones, quienes viven varios siglos en democracia dicen "Democracy Is Messy" (la democracia es desordenada) y debe ser aceptada como tal. Los políticos de una democracia deben interpretar el momento, aceptar las ansiedades de los votantes a los que sirven y representan, definir los retos, presentar soluciones, y persuadir a los votantes. Eso le aburre a los tíos de la izquierda. Como deliran convencidos que solo ellos tienen razón y el resto somos unos cojudos, pues les da pataleta ante el desparpajo de los fujimoristas y apristas.
Lo que sí tiene razón don Raúl es que, "el que se equivoque en las siguientes semanas y meses, pagará su error en las urnas".
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