Para la gran prensa, un agricultor indignado porque le abren
un inmenso tajo en el cerro encima de su chacra, es un antiminero súbito que es
contrario al desarrollo del país. Es tan malvado que merece que le metan una
bala y lo maten, y para que los papagayos de la prensa y de la Internet echen
las culpas a las propias víctimas de que estaban buscando un muerto, pero los
que dispararon fueron ellos.
Tal vez los antimineros habían tenido todo previsto para que
un policía le pusiera un arma punzocortante a un activista para retratarlo como
peligroso, como ha sido probado documentadamente. O los antimineros inventaron
el anuncio de un alto funcionario de la Southern de que se iban por el asedio
de los “terroristas antimineros”, y en la misma tarde la ministra de Minas
conversaba con el presidente de la empresa y le ofrecía que iban a pasar por
encima de los enemigos de la inversión.
Dentro de los columnistas de la derecha el único que dice la
verdad de lo que piensan es Aldo M, que abiertamente desprecia la pequeña
agricultura de El Tambo (y de cualquier otra parte), porque no mueve la
millonada de dólares de un profundo hueco minero. Los demás se escudan en la
ideología antiminera y sus promotores, la supuesta ignorancia de los
agricultores, el violentismo, etc. Pero en el fondo, así como una agricultor
puede ser antiminero porque rechazan que lo invadan, un prominero es un
antiagro, no solo porque hace análisis de costos beneficios, entre dos
actividades, una antigua y otra inminente, sino porque tiene una vocación por
vender al país repartiendo recursos naturales.
Si el agricultor o el industrial crean riqueza nueva, que no
había, el inversor extractivo saca lo que puede del suelo, del mar o de los
bosques, sin crear nada permanente. Esto lo sabemos. Pero ahora lo que hemos
tenido claramente a la vista es la grosera mentira sobre la acusación de
violentismo. En todo el país hay una molestia tremenda porque se haya
descubierto que las autoridades mintieron sobre la muerte por herida de bala, y
la policía armó un tinglado para empapelar a un detenido que estaba con las
manos vacías. ¿Puede el Perú seguir en esta historia de minería que llega de
repente y agricultores que se consideran amenazados?
No olvidar que Humala ganó en el 2011 con un discurso casi
antiminero, según los estándares de la gran prensa y que luego lo convencieron
de hacer una alianza con las trasnacionales que dizque le daría dinero para sus
programas sociales. Así Humala dio la espalda a los cajamarquinos y arequipeños
que le dieron su voto por sus promesas, después traicionadas. Hoy a la víspera
de una nueva elección se ve que el próximo gobierno tendrá que hilar fino en el
tema minero sino quiere llenarse de pequeños campos de batalla que lo
paralizarán.
27.04.15
www.rwiener.blogspot.com
1 comentario:
Como siempre los neoliberales y su prensa concentrada salen con un sonsonete nuevo cuando las cosas salen al revés de lo que pensaban (¡Como si pudieran pensar!).
Así que como sembrarle armas a los agricultores no les ligó, ahora salen con audios de extorsiones y otras tonterias que también se caerán. Es que los neoliberales creen que el común de los peruanos son tan imbéciles como ellos que creen a pie juntillas en lo que dicen sus catecismos neoliberales.
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