El tema de Tía María se parece al de Conga, en el hecho que
uno y otro comprometen empresas mineras ejecutoras con una prolongada y muy
mala trayectoria de relación con las comunidades y pueblos rurales. Yanacocha y
la Southern no son nuevos invitados en el mundo de las inversiones mineras. Un
tiene cumplidos 25 años y el otro casi 60, y la experiencia que la gente retoma
cuando habla de ellas es que quisiera verlas yéndose, antes que iniciando un
nuevo proyecto por largos años.
En la memoria de diversas generaciones están demasiados
hechos de prepotencia, dominio político sobre la zona, daños ambientales
severos, irrespeto a derechos de la población preexistente, como para no
olvidarlos. Pero si nos atenemos tendremos el caso de la señora Acuña y su casa
al lado de una de las lagunas de Conga, que se la quieren arrebatar
argumentando entre otras cosas que la familia tiene varias pequeñas propiedades
dispersas en la puna (como si Yanacocha no contralara tierras en tres
provincias abarcando un espacio del tamaño de la misma provincia de Cajamarca)
También tenemos el caso del vocero de la Southern que
declaró que se retiraban de Tía María porque los “terroristas antimineros”, es
decir los agricultores y los habitantes pacíficos del Valle del Tambo, estaban
amenazándolos, sabiendo perfectamente a qué cosa se alude en el Perú con lo de
“terroristas”. Claro que no se fueron y el amague quedó como un incidente de
negociación en el que la ministra de Minas se dirige al presidente de la Southern,
ofreciéndole todas las garantías a su proyecto.
La pregunta es si los pobladores podrán confiar en empresas
con historias retorcidas, y que en estos días han mostrado que son los mismos
de siempre, cuya concepción es que si ellos tienen el dinero, nuestros Estados
deben someterse en aras de la inversión, y la voz de los afectados no cuenta,
salvo en los enfrentamientos con la policía en las carreteras. Un total de 2
mil policías en Tía María y tropas permanentes en Conga, que se incrementarán
seguramente cuando las cosas se calienten.
Esta dinámica, por cierto, no viene ni de lejos de la
ideología. La población de Islay, Arequipa, no es ni más ni menos politizada
que la de otras zonas del país, y el resorte que les mueve, es el de querer
vivir tranquilos. Muchas veces he pensado en una asociación de la sociedad
civil local y las mineras para explotar de la mejor forma posible recursos
valiosos, sin dañar el aire, el agua, la tierra y todo lo que hace la
fertilidad de El Tambo. Claro que para tal cosa los interlocutores mineros y
estatales debería ser otro, mucho más creíbles que los actuales.
No se olviden que en la elección regional-municipal de 2014,
en Cajamarca e Islay, ganaron ampliamente los críticos a Yanacocha y Southern.
Si somos democráticos, ¿acaso ese no fue un rotundo aviso de despedida?
15.04.15
5 comentarios:
Nada de "anónimo", soy Ambrosio
Debería darle vergüenza a la izquierda hacer terrorismo con la prosperidad del país.
Conga y Tía María son proyectos respetables, que lograrán miles de puestos de trabajo, pagarán impuestos, mejorarán infraestructura, rociarán de riqueza a lo largo y ancho del país.
Es mentira que les preocupa el medioambiente. La izquierda necesita a los peruanos desesperados y hambrientos: puestos de trabajo y prosperidad de pone de por medio con su proyecto totalitario: la captura del poder absoluto, supresión de libertades. donde harán los Conga y Tía María que les de la gana. gestionados por sus cuadros enriqueciéndose en el proceso.
Lucha, huelgas hasta lograr que nadie viole la pachamama.
Cria fama y échate a la cama, dice el refrán, en Cajamarca Yanacocha es una marca podrida, que por su prepotencia se peleó la población cajamarquina y éstos ya no la quieren ver ni en pintura.
Algo parecido puede suceder con Southern, quien en lugar de levantar las 138 observaciones a su estudio de impacto ambiental, prefiere pelearse con la población, hacer un segundo estudio de IA, hacer una asamblea bamba para decir que tiene "licencia social", insultar a los pobladores de Islay y presionar al gobierno para que le asegure el proyecto a sangre y fuego: y como siempre termina de la peor manera para sus intereses; de seguro quetodo esto lo han echo asesorados y aconsejados por la peor lacra que ha parido nuestro país: los neoliberales.
una encuesta a nivel de Arequipa metropolitana de Aurum Consultoría y Mercado, de inicios del 2015, indica que 73% de los pobladores de la ciudad de Arequipa opina que la minería formal es favorable para la generación de empleo. De igual manera, el porcentaje que opina que la minería formal es favorable para desarrollar la región es también de 73%.
En pocas palabras, la opinión de los pobladores de Arequipa metropolitana, que concentra más del 85% de la población de la región Arequipa, se encuentra más a favor que en contra respecto a la minería formal. Prueba de esto es que la ampliación de Cerro Verde, ubicada muy cerca de la ciudad, prácticamente no encontró ningún tipo de rechazo ni obstáculo por parte de la población. Cabe destacar que Cerro Verde sobresale entre las grandes mineras del país por su buena gestión en cuanto a las relaciones con las comunidades, desarrollo de obras de impacto, comunicación con la población, etc.
No obstante, en la provincia de Islay, ubicada a varios kilómetros de la ciudad de Arequipa, inmersa en otra realidad y no necesariamente beneficiada por la buena gestión de Cerro Verde, la opinión no tendría por qué ser similar. Se dispone de los resultados de un estudio de opinión pública sobre el proyecto Tía María en la provincia de Islay, realizado en el 2011 por una de las principales encuestadoras a nivel nacional, los cuales permiten conocer cuál era hace cuatro años la real percepción de los pobladores oriundos de la zona sobre la minería formal y Tía María.
Este estudio refleja que el 82% de pobladores de la zona conocía en ese momento el proyecto Tía María y al 34% de ellos les agradaba o les agradaba mucho el proyecto. Dentro de los aspectos positivos que los pobladores resaltaban del proyecto, están principalmente la generación de puestos de trabajo (56%) y el desarrollo para la provincia (31%); por otro lado, los principales aspectos negativos percibidos por los pobladores giraban en torno a los efectos de la contaminación que el proyecto podría traer, como la contaminación del medio ambiente (54%) y el daño que se generaría a la agricultura (34%). Asimismo, el 40% de pobladores estaba de acuerdo con Tía María y 21% tenía una opinión neutral, y ascendía de esta manera a 61% el porcentaje de la población que no estaba en contra del proyecto. El 39% que afirmaba estar en desacuerdo con el proyecto lo hacía en gran medida por el temor a que se viera afectada su principal fuente de ingresos –la agricultura–, por efecto de la contaminación que consideraban se produciría en la zona.
Si bien tanto en la ciudad de Arequipa como en la provincia de Islay existen grupos que no están a favor de la minería formal, éstos son una minoría, a diferencia de lo que ocurre en otras regiones, donde grandes proyectos mineros también encontraron un fuerte rechazo por parte de la población. Entonces se podría concluir que el rechazo de Tía María no obedece a la ‘voluntad del pueblo’, sino a cuestiones de otra índole
Ninguno de los alcaldes que están en contra del proyecto ha ganado por mayoría; Jaime de la Cruz, quizás el más confrontacional de todos, obtuvo la alcaldía con solo 28.66% de votos, es decir más del 70% de la población simplemente quería otro candidato y no a él.
Pepe Julio Gutiérrez, condenado por colusión y denunciado por malversación de fondos en contra de los municipios de Yura y Cocachacra. Jaime de la Cruz, quien ha tenido denuncias de sus propios vecinos de El Arenal por problemas de venta de tierras, acciones similares que han llegado incluso hasta el Cono Norte de Arequipa en perjuicio de pobladores de Punta de Bombón. Jesús Cornejo, quien este año siendo presidente de la Junta de Usuarios del Valle de Tambo alquiló maquinaria a Southern Perú para las obras de agua y alcantarillado que la empresa hace para los pobladores de El Fiscal, siendo el señor antiminero y faltando a los estatutos de la Junta de Usuarios que prohíbe el uso de su maquinaria que no sea para otra cosa que la agricultura.
estos son los antimineros.
Publicar un comentario