Necesitó 20 días el señor Eduardo Zegarra para reaccionar y admitir que hay un manejo tendencioso en la forma como los resultados de la revisión de actas por los Jurados Electorales Especiales de Lima están entrando al conteo de la ONPE y el método que está usando esta última institución para presentarlos.
Días antes, el mismo Zegarra, había intentado sustituir a la ONPE en la explicación de la selección que se estaba haciendo de las actas de Lima-Centro y Lima-Oeste, para ser contabilizadas primero, a sabiendas que eran mayoritariamente favorables al PPC, dejando para el final la mayor parte de las correspondientes a los conos norte, este y sur, donde triunfó ampliamente Susana Villarán. Es decir que en los últimos días todo se aclararía.
Pero lo cierto es que Zegarra no convenció a nadie. En la calle la opinión que se instaló es que le estaban robando la elección a Susana, sin que ella hiciera nada por defender la voluntad popular expresada en las urnas. En los medios, a su vez, la interpretación era que se estaba viniendo un cierre de suspenso del conteo de la ONPE. Según ellos, Lourdes Flores “atropellaba”, “iba alcanzando”, y “podía ganar” en los siguientes días a su rival, como si todavía se siguiera votando o si los jueces electorales pudiesen corregir el resultado con aprobaciones y anulaciones.
Entre el lunes y el viernes la distancia entre el primer y segundo lugar se acortó en 30 mil votos (llegó a sólo 7 mil de diferencia) y se estrechó a menos de medio punto por ciento. Ese fue el punto de inflexión, en el que hasta el buen Zegarra tuvo que abandonar su estilo de “la santa paciencia” para anunciar un “plantón” el próximo lunes, si no se ofrecen explicaciones.
Y entonces, por la noche, los votos de Fuerza Social volvieron a subir. Claro que la palabra “tendencioso” se ha convertido en algo así como un adjetivo de alto calibre. Y esa misma noche de viernes los periodistas de RPP se la enrostraban a Zegarra: ¿no era que ustedes confiaban en los órganos electorales?, ¿no se comprometieron a no presionar?, ¿están picones porque van a perder?
Un simple plantón de protesta parece, en el Perú de hoy, un grito revolucionario, así como llevar un regidor de Patria Roja en la lista equivale a un soviet en la Plaza de Armas, y recibir el voto de Ollanta Humala es haberse vendido a los petrodólares del chavismo.
El problema no es que lo diga una prensa en estado de macartismo primario, sino que haya políticos que actúen prestando atención a estas presiones. Para unos pobres tipos como los de RPP, es de lo más normal una elección en la que se observan y separan, por ningún motivo serio, la cuarta parte de las actas; se niegan los resultados por veinte días y no hay fecha de término; se dan resultados arbitrariamente seleccionados y se alimenta, continuamente, la confusión; y en la que el PPC hace apelaciones caprichosas todos los días para dilatar.
El escándalo es que Fuerza Social diga que es una cuenta tendenciosa, porque crea una “falsa tendencia” para engañar a la opinión pública. O sea que tienes que aguantar que te secuestren La Victoria, te distorsionen la información, te alarguen indefinidamente el término del conteo y te siembren incertidumbre, y encima tienes que tenerles confianza y renunciar a tu legítimo derecho a la movilización.
24.10.10
www.rwiener.blogspot.com
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