Sergio Tejada sostuvo en medio de su denuncia a la fallida
Ley Pulpín, que en el Perú el gobierno estaba situado en el MEF, porque desde
ahí la tecnocracia decidía sobre leyes y normas, distribución de dinero y
oportunidad de pagos, nombramientos en instituciones públicas y ministros
vinculados a la actividad productiva, etc.
Y, claro, tiene razón. Desde hace 25 años se armó un reducto
neoliberal en el ministerio de Jr. Junín, con la pretensión de gobernar la
economía, lo que fue luego reforzado por un golpe de Estado y la Constitución
neoliberal de 1993. El MEF efectivamente bota a sus ministros y viceministros,
y despacha a parte de su personal a otras funciones del Estado.
Alguien, sin embargo, podrá decir que al MEF lo manejan los
intereses empresariales, sobre todo desde que los grupos económicos se
asimilaron al neoliberalismo. Una visión del país es que la tecnocracia hace de
garante de la CONFIEP y otros gremios, y que es idea pecaminosa querer meter la
mano del gobierno de turno en un aparato con vida propia.
Y es verdad, por lo tanto que la Confiep, y con ella la
Sociedad de Minería, la Sociedad de Pesquería, la Asociación de Bancos, son
también una forma de gobierno del Perú, por el mecanismo de entendimiento que
existe con el MEF. Durante un cuarto de siglo, las grandes empresas han
confiado en los equipos de Economía y Finanzas y han configurado un sistema
permanente al margen de quién esté en el gobierno.
Pero hay más. Porque la pregunta clave está en quién
determina la agenda. Y no es el gobierno, que puede hablar de diálogo y nadie
se interesa, o de sus programas sociales o muchas otras cosas que han perdido
peso en la política nacional. Tampoco por supuesto lo hace el tándem
MEF-Confiep que está ocupado en las reformas de largo plazo. El manejo del día
a día está en otras manos que son los de la gran concentración mediática.
Con 10 diarios, dos canales de televisión, una variedad de
revistas, una alianza estratégica con la principal estación de radio,
colaboradores que dupletean entre los medios concentrados y otros espacios de
expresión, en el Perú es casi una broma referirse a lo que opina la prensa, la
posición de la mayoría de los medios, o a los periodistas más poderosos e
influyentes, porque todo tiende a ser la misma cosa.
Pero si creen que el poder mediático se queda en influir con
sus titulares y en imponerle a la gente la agenda de su conveniencia, se quedan
cortos. Muchos, por ejemplo celebran la
suspensión del Fiscal Ramos que fue motivo de uno de los más largos apanados
que se recuerde. Y, puede ser, que Ramos sea una mala ficha para ese delicado
cargo. El problema es que ahora tenemos un Fiscal impuesto, sin votos, por
titulares, por la gran concentración. Y ya estamos viendo lo que eso significa.
Es decir, El Comercio es a su manera un tercer foco de
gobierno del Perú. Tal vez el más importante y en pleno avance.
09.02.15
3 comentarios:
La Embajada de Estados Unidos gobierna el Perú.
La oligarquía gobierna el Perú.
La mejor definicion de democracia que escuche es. Los intereses de las grandes corporaciones convertida en leyes (esto es democracia)
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