viernes, febrero 27, 2015

Tres casos emblemáticos: Bermejo, el Callao y la señora Chaupe

Caso Bermejo: la versión oficial finalmente señala que la detención, con visos de secuestro, sin presentar cargos, a viva fuerza, en carro con lunas polarizadas y placa recubierta, no es más que una secuela de la prisión dizque preventiva que sufre Nancy Obregón, excongresista e importante líder cocalera, a la que supuestos senderistas, que no han dado la cara por supuesto la suponen como jefe de un cartel de drogas que hizo lo que nadie pudo jamás reunirse con “Artemio” en el Huallaga y con su enemigo jurado “José” en el VRAEM. Ya entonces se menciona a Bermejo como asesor de la federación cocalera. Al final pasó poco más un año y medio, y a un juez probablemente orientado por el procurador antiterrorismo Galindo, que le gustan esas batallas de detenciones en Lima de gente pacífica, allanamiento de prisiones, persecución de pinturas y denuncia de obras de teatro, decidieron tener un “éxito” encerrando al joven activista, una de cuyas características, ha sido siempre su prédica contra Sendero que atrae la represión sobre ellos. Bermejo podría estar repitiendo el plato de los “arrepentidos” de guerra de los años 90, que llevaron a miles de inocentes a las cárceles para salvarse ellos.   

Caso Callao: por fin, el presidente regional del Callao Félix Moreno y el traficante de terrenos y embarcaciones pesqueras (clonaciones) Oscar Peña han sido sometidos a i9nvestigación penal por la venta fraudulenta de terrenos ocupados en Oquendo y Ventanilla. El fiscal los acusa de peculado, colusión agravada y negociación incompatible. El fiscal ha ordenado la investigación del patrimonio de Moreno bajo el supuesto de enriquecimiento ilícito. Este caso ha sido seguido por este diario y esta columna, y en él sólo falta saber como califica el fiscal, la actuación del Contralor, que mandó el caso al archivo y luego dijo que iba a investigar cuando el Ministeri Público había intervenido.

Caso Chaupe: Yanacocha considera que las 9 hectáreas de tierras dispersas de la familia campesina Chaupe Acuña, son una muestra de poder económico, que le permite meterse en las dos hectáreas frente a las lagunas de Conga, y destruir sus precarias edificaciones, porque doña Máxima seguramente tiene tierra de más. Con 180 milo hectáreas “compradas” a las comunidades con engaños y una ley de expropiación de por medio, a precios risibles por comparación de lo que se ha sacado de oro de su subsuelo, Yanacocha escucha el dictamen de la justicia que confirma que Máxima Acuña de Chaupe es legítima posesionaria del terreno de Tragadero Grande, y se zurra en la decisión y destruye los cimientos de la construcción que está haciendo la familia campesina. Pero un periodista, que pasa por acucioso en la investigación, nos trae la primicia que por herencia y otras vía la familia tiene otros terrenitos, que no es tan indigente, asuntos que ya había sido difundido en Cajamarca, y lleva su pelea hasta la violencia física con policías impasibles y colaboracionistas. Así está el Perú.  

27.02.15

jueves, febrero 26, 2015

El caso Waldo y sus implicancias

A Waldo Ríos (tremendo trásfuga del año 2000, filmado recibiendo dinero para cambiar de bancada), lo pusieron libre por carcelería cumplida y le permitieron postular al gobierno regional el 2014, se supone porque tenía sus derechos establecidos.

Hubo protestas y exigencias en el sentido de que no podía ser candidato porque era un delincuente, pero el voto dependía de la gente. Waldo siguió entretanto haciendo su campaña, mintiendo a todo el mundo (500 soles del canon), lo que tampoco es inusual, si no recordemos a Fujimori, Toledo, García y Humala, cambiando de programa una vez en el poder, y asegurando que el programa del enemigo de la campaña, era el mejor para el país.

Era además irónico que el antecesor en la presidencia regional, Álvarez, estuviese preso por presuntos actos de grave corrupción, y que Ríos fuera un expresidiario que se benefició ilegalmente . Todo eso podía ser cierto, pero como no se encuentra regulado por la ley, los jueces lo inhabilitaron por la deuda de un millón soles por reparación del Estado, y nada más. Y así el vicepresidente de lista juramentó después que ganaron la segunda vuelta. Y Waldo Ríos, inició unas estrambóticas rifas de automóviles que  fueron prohibidas por la autoridad  (¿y por qué no se hizo eso antes con la Keiko?).  Finalmente, no sabe cómo, se metió la mano al bolsillo y sacó el millón que le habían demandado.

Entonces de nuevo empezó el escándalo: ¿de dónde sacó la plata?, porque obviamente no podía tenerla. Y si se presume eso, ¿por qué se Imponen sanciones que no se pueden cumplir? Hay presos obligados a pagar miles de millones que no podrán materialmente cubrir. ¿Para qué se dictan?  El sistema hipócrita le dice paga y Waldo paga, y la prensa concentrada dice que falta probar de dónde lo sacó. Pero eso no dice la ley (porque  de la ley estamos hablando). Ríos puede ser investigado y destituido si se le prueba que es dinero ilícito, pero ese asunto corre en otro carril.

Pero así son los sistemas político-mediático en el Perú, donde abunda la hipocresía. La actual valla para inscribir una organización para las elecciones requiere infinito número de firmas y, sobre todo, una enorme cantidad de dinero. Con excepción del supuesto que empresas como Romero, Hochschild, Yanacocha, por mencionar algunas, se hicieran cargo de los partidos, su inscripción y hasta de su campaña, no se podría tener el dinero que se ve circular en los procesos electorales. Por supuesto que los informes son pésimos y mentirosos, y que la ONPE los revisa con permisividad.

Ahora, sin embargo, se está rompiendo esta regla, pero en contra de un solo partido, que es el Humala, sin que la investigación alcance a los demás. Y la palabra Venezuela resuena en estas indagaciones, porque se cree que el chavismo será el acusado final.  La ley se vuelve flexible, Hasta eso puede la gran concentración.

26.02.15

miércoles, febrero 25, 2015

La detención de Bermejo

El día lunes después de un breve enfrentamiento entre simpatizantes y adversarios del gobierno venezolano, en el que habían apristas e izquierdistas por ambos bandos, la policía del ministro Pérez Guadalupe detuvo a Guillermo Bermejo, dirigente del grupo “Todas las Voces”, con notoria cercanía a los líderes cocaleros y que en los últimos días había comentado, desde Lima, la política represiva del Estado en Pichanaki.

La detención no fue en un acto flagrante, ni durante la pelea de chavistas y antichavistas, sino después, cuando Bermejo caminaba por las calles del centro de Lima, y tampoco respondía a orden alguna de un juez. Pero no hay duda que lo intervienen (dicen que diez efectivos, en una camioneta con la placa tapada) en un operativo contra su persona, como si fuera un individuo de alto peligro, lo que podría anunciar otras detenciones en la selva.

Bermejo tiene una suerte especial. En el final del año 2006, fue detenido 24 horas junto con un camarada de su organización, bajo una acusación truculenta: pretender atentar contra el presidente Alan García en Palacio de Gobierno, a nombre de una nueva organización terrorista. El asunto derivó de un informe de seguridad que le llevaron al gobierno y las Fuerzas Armadas los directivos de la empresa privada de seguridad Forza (Wilson Gómez Barrios y Aldo Schwarz) basado en un “análisis” de la experta Giselle Gianotti y consiguió movilizar tropa para asegurar Palacio, pero no hubo fiscal, juez o policía que se comprara una historia tan traída de los cabellos.

Parece que ahora estamos ante lo mismo y el flamante ministro da la impresión de quererse inaugurar con algo espectacular y para ello escogió a Bermejo. La teoría de los “azuzadores” que lanzaron Ollanta y Nadine estaría funcionando, después de los varios intentos de negociación. Como ya habíamos anotado, el cambio de interlocutores en el diálogo (por más que Mayorga y Figallo merecieran irse), fue una pésima señal, porque ahora cada quién tiene su interpretación de lo acordado.

Podría ser que el gobierno esté perdiendo la paciencia y luego de anunciar el retiro de Pluspetrol, estaría buscando revertir ese planteamiento, lo que ha irritado a la población que ya baraja otro paro para marzo. Lo que podemos presumir es que a Bermejo le quieren colgar la instigación de esta conducta. Nadie se extrañe de esta oscilación y de los palos de ciego del régimen frente a los movimientos sociales. Está en toda su trayectoria de estos años, con el agravante que Pichanaki ha habido ya dos idas y venidas, y todavía el gobierno no encuentra una línea para manejar el tema.

Bermejo puede terminar liberado en horas, porque su detención es absolutamente ilegal. En tal caso diremos, que es otro papelón en la suma de este gobierno. Pero mucho peor será si se interna en teorías de conspiración, como lo hizo AGP la década anterior y terminó en brazos de chuponeadores privados que lo espiaban a él mismo.     

25.02.15

martes, febrero 24, 2015

Invasión militar yanqui

“El Ecuador es un territorio de paz. No se permite el establecimiento de bases militares extranjeras ni de instalaciones extranjeras con propósitos militares. No se puede ceder bases militares nacionales a fuerzas armadas y de seguridad extranjeras”. (Artículo 5)

Allá por el año 2009, Ollanta Humala me citó en un  restaurante de Miraflores para una conversación que prefería no realizar en su local de la Av. Arequipa. Nos vimos en la tarde y el tema de la conversación era la entrada en modalidad de hormiga de militares estadunidenses que iba en aumento en el país.

¿Estarán pensando en instalar una base militar en el Perú, ahora que Correa los saca de Ecuador?, pregunté. Me dijo que parecía que sí, pero que había que tener en cuenta que cada tipo que entraba al país como asesor militar de los peruanos ya estaba creando un germen de control militar sobre nuestros soldados. Me explicó que en Chiclayo habían tropas estacionadas de la operación Unitas, en Iquitos funciona el Centro de Capacitación Conjunto Riverino y en Ayacucho hay una asesoría directa a los comandos del VRAEM. Me pidió finalmente que hiciera campaña sobre el tema, lo que me pareció coherente con la posición nacionalista que había abrazado.

El asunto era picante porque el gobierno aprista venía aprobando permisos de grupos de 30 a 50 militares a través del Congreso con la curiosa indicación de que ingresaría sin sus armas respectivas. Humala decía que eran operaciones pensando una situación de tensión en caso de un eventual gobierno suyo, que podría lleva a un golpe de Estado, y también proyectándose a intervenir en el giro político que vivía Latinoamérica y que Estados Unidos consideraba contrario a sus intereses.

Han pasado los años, y Ollanta Humala no hizo nada contra los militares extranjeros que ya estaban en nuestro país, ni para impedir que siguieran llegando. Y lo más grave, cuando ya está de salida, aumenta las autorizaciones para invadir nuestro territorio con nada menos que 4 mil soldados que vendrán este año a  combatir el narcotráfico y el terrorismo. El Congreso aprobó casi en secreto este ingreso masivo de personal de guerra y no se conoce hasta ahora algún escándalo fuerte de alguno de sus miembros. El pedido, por cierto, venía del Ejecutivo, cuya cabeza se comió todo lo que decía hace algunos años.

¿Por qué trasladarle la batalla del VRAEM, que según el gobierno se va ganando a los norteamericanos?, ¿qué clase de lucha se hace contra el narcotráfico con soldados, sino es la represión a los productores cocaleros?, ¿qué tiene que ver está ocupación del Perú con la aceleración de la crisis política en varios países claves de Suramérica?, ¿en qué te has convertido Ollanta en cinco años en que debías usar el poder para lograr un país más soberano y desarrollado, y nos entregas uno igual de pobre y más sometido?  

24.02.15

Gracias a ustedes estoy aquí


1.     Decía Tito Flores Galindo que durante su enfermedad comprendió y sintió el valor de la amistad. De cómo los amigos existen en las etapas más difíciles y cómo las discrepancias antiguas pueden revalorarse como formas de acercamiento de unos con otros. Yo puedo dar testimonio de la verdad de estas palabras, no una vez, sino tres veces. Y por eso esta reunión más que reencuentro conmigo es un reencuentro con la amistad, el compañerismo y tiene esa fuerza tremenda de advertir que no estamos solos y que lo que hoy damos por uno mañana lo daremos por otros.

2.     En mayo de 1984 regresé al Perú después de un viaje largo en el que perdí varias veces el contacto con mi familia y no supe que mi padre cayó súbitamente enfermo y falleció en pocos días. Cuando lo supe, en el Aeropuerto grité, chillé, lloré hasta donde pude, y luego en pleno duelo acudí a la redacción del diario El Observador y me senté en mi máquina para escribir para el día siguiente. Entonces el poeta Julio Heredia que trabajaba conmigo me dijo que era muy valiente. Yo pensé en ese momento si lo que hacía lo hacía por valor, o porque necesitaba hablar y mi forma de hacerlo era con mis lectores, a los que no le veo la cara, pero que saben que sigo en la pelea por la columna que aparece cada día.

3.     Me ha ocurrido en mis hospitalizaciones desde el 2012, que he convertido mi cuarto en sala de redacción y he escrito textos que hasta mi me sorprenden por su actualidad y su filo de debate, como si desde la cama y las conexiones que a uno de colocan en el cuerpo pudiera tener fuerza para una buena campaña política. Hasta ahora no me explico cómo pude escribir el libro sobre Yanacocha, aparte de mencionar el gran esfuerzo de Juan Torres Polo. Las fechas de redacción y publicación de este trabajo coinciden dramáticamente con el empeoramiento de mi salud. Y tengo vivo el recuerdo que una de las primeras cosas que ocurrió después que salí de cuidados intensivos, es que apareció Carlos Bedoya trayéndome uno de los primeros ejemplares del libro impreso.

4.     Si quieren agregarle una anécdota más a mi extraña relación con la escritura les diré que cuando fui llevado a piso después de la última crisis, pedí los diarios y no pude leerlos. Reclamé la computadora y el primer día sólo pude escribir, con mucho dolor, dos líneas que tenía en la cabeza. Al día siguiente alcancé a escribir cuatro líneas y el subsiguiente seis. Al cuarto día terminé mi primer artículo y re-empezó una racha que hasta ahora no para.  Pero volver a caminar unos pasos para llegar al otro sillón o al baño, me tomó más de una semana y siempre apoyado en alguien. A esas alturas una fraterna nota de César Lévano y mi desaparición de las páginas del diario dieron una señal de alarma. Pero para aclarar las cosas conté lo que me había pasado en la revista de Hildebrandt. Y ahora estamos en este reencuentro que en plena crisis se le ocurrió Margot Palomino y que me parece la suma de varios milagros.

5.     La escritura, el periodismo de investigación, el análisis político, crean invisibles lazos entre el autor y su público. Eso lo he vivido en reuniones como estas, presentaciones de libros y aún en mi propio confinamiento de enfermo en los que aparecen nuevos amigos, personas que no he visto nunca, pero que me leen y me desean lo bueno de este mundo. Por eso, una de las cosas que me enorgullece es esa combinación de los camaradas de siempre o de muchos años, con los que he ganado en el ejercicio de la prensa en los últimos años. Un señor que se acerca con un cuaderno donde ha ido pegando día a día mis columnas y que ya lo ha llenado, desconcierta y plantea la pregunta de si uno está siendo útil para algo.

6.     Soy, como dicen, y como se comprueba en las intervenciones, un antiguo militante de la izquierda, al que le faltan dos años para contar 50 en la misma causa. Cuando pienso en mi familia ampliada, pienso en la izquierda en todas sus tendencias, los que están aquí y los que no han podido venir. Cuando de solidaridad se trata, la izquierda no se divide, no se cela, defiende a uno de los suyos. Estoy orgulloso de mis camadas y de esa fusión que hay esta noche entre militantes nuevos y veteranos, con personas que sin filiación partidaria han dado valor a mis mensajes. Quiero decir que los campañeros y compañeras que han hecho uso de la palabra, y a los que agradezco profundamente, han sido seleccionados para simbolizarnos a todos. Ya quisiera que todos hablaran, todos nos abrazáramos y todos diéramos gracias al simple hecho de poder seguir viviendo. En mi caso particular porque tengo un nieto muy cerca de nacer y no me hubiera perdonado no poder estrecharlo en mis brazos como sueño diariamente.

7.     Estuve a punto de perder la batalla, pero dentro de los elementos de fuerza que me mantuvieron en este mundo está el momento difícil, más bien complejo, que vive nuestro país, los movimientos sociales y la izquierda. No me refiero solamente a que hay que resolver una política electoral, superar obstáculos que nos dividen y definir el orden de prioridades de las alianzas, sino a la convicción de que en esta nos jugamos, y que no podemos quedarnos impasibles o pasárnosla cubileteando cuando la amenaza de restauración de lo peor de nuestro pasado, que está todavía muy cercano, nos amenaza directamente. No es que la trilogía del mal: Keiko, Alan y PPK, estén llenando el espacio porque son mejores que nosotros, sino que nosotros casi no existimos y nos ahogamos en controversias que no comunican nada a los que están fuera de los círculos cerrados. La experiencia 2006-2011 nos ha mostrado un pueblo por el cambio real y profundo de la sociedad, que requiere que alguien, en sentido individual y colectivo se haga cargo de ella.

8.     Nos toca enfrentar la maniobra máxima de las derechas extremas, de conseguir que luego de haber convertido al caudillo nacionalista en una carta continuista, manejada por los grandes intereses económicos y presionado por la gran prensa, ahora concluya como encarnación de un fracaso supuestamente izquierdista que abre paso a una mayor derechización. La campaña para hacer que la pareja del poder aparezca como corrupta y con financiamiento oscuro, sirve, si se mira bien, para que quitemos los ojos de la traición de Humala a sus promesa y al neoliberalismo galopante de Nadine. Es decir las tareas del 2011 todavía están pendientes, casi al 100%, por responsabilidad principal del dúo Humala-Heredia, pero también por lo que nosotros izquierdistas, progresistas, no hemos hecho para reconstruir la base social del triunfo electoral, diferenciarnos del gobierno y la derecha a un mismo tiempo y crear una dinámica hacia el poder.

9.     El reto que quisiera lanzar a esta Asamblea es por cierto un llamado a la unidad contra los tres proyectos reaccionarios que ahora ocupan el escenario nacional. Pero unidad de toda la izquierda sin exclusiones y hegemonismos; y de la izquierda con los nacionalistas disidentes y con los que provenientes de ese sector no temen retomar las banderas traicionadas de la elección previa; y de todos juntos con las fuerzas democráticas que resisten el neoautoritarismo, la persistencia del programa neoliberal en plena crisis (que no llevará a enormes sacrificios de los más vulnerables) y la corrupción institucionalizada. Creo que puede haber un programa y una voluntad que una a una mayoría de peruanos en torno a un alternativa nacional-popular y democrático. Disculpen que no haya podido callar mi mensaje político, pero es lo que soñé en mis peores momentos, en que creí que podíamos remontar situaciones adversas, si teníamos claro el objetivo y empujábamos en la misma dirección.

10. Vuelvo al título de esta nota. Hace diez años, en el otro local del Colegio Medico, ante una multitud de amigos, grité para que Javier volviera con nosotros. No tuvimos éxito. No siempre se gana en estos casos. No sabía que luego me tocaría asustar a todos, a mi gente más querida, con una crisis de la que recién empiezo a reponerme. Pero ya aprendí. A mi edad y con mis antecedentes tengo riesgo de vida. Pero no me voy a dar por vencido. Mientras pueda seguiré escribiendo, polemizando y destapando lo que haya que destaparse. Es gracias a ustedes que puedo seguirlo haciendo.


Raúl A. Wiener F.
(Discurso en acto de Reencuentro – Colegio Médico)
18.02.15