Amiga Teresa:
No sé si sorprenderme más en que usted diga que la solidaridad de Ollanta con la candidata agredida es en realidad “antisolidaria”, egotista, ombliguista y otros adjetivos, o que insista en la frasecita de que yo voy a decir que “detesta a Humala”, como si eso tuviera algún significado después de todo lo que hemos debatido sobre el significado de su presencia en la política peruana.
Usted escribe: “…justamente cuando podía mostrar un poco de solidaridad, algo de altura con la Izquierda que actualmente es vilipendiada por la Derecha, Ollanta Humala muy altanero se da el lujo de negar su respaldo a Susana Villarán”. Pero precisamente lo que hizo Ollanta es mostrar un poco (o mucha, ¿cómo se mide la cantidad?), de solidaridad y no confundir este asunto, con el respaldo electoral que es otra cosa.
No cabe duda que él habla de la campaña infame que se lleva a cabo contra Susana y la relaciona con la que sufrió en carne propia hace cuatro años, y tiene la altura de no recordar que uno de sus adversarios más enconados fue la propia candidata. Pero nuestra amiga Teresa no ve nada de eso, y por el contrario pretende hacer una distinción sobre la “verdad”, pero maximizada, de los hechos que se imputaban a Ollanta el 2006, y la mentira de los ataques actuales, a pesar que los medios, los periodistas y los métodos del ataque son exactamente los mismos.
Habría que preguntarse si era “verdad” que hubo infiltración chavista en el Perú; armas y dinero que entraron por Iquitos; escuelas violentistas en la frontera con Bolivia; vinculaciones montesinistas; o preocupación por los derechos humanos de los medios de la derecha. No sólo se “maximizó”, sino se mintió groseramente como lo ha demostrado Gorriti cuando estudió el asunto de los espías telefónicos, sino que se estableció un método de condicionamiento de la voluntad ciudadana sobre la base de una brutal e implacable presión de prensa. En estos días, en declaraciones públicas, Susana Villarán dice que “reconoce los temas puestos en agenda por Humala”, y da por cerrado el tema de derechos humanos ante la decisión judicial en este caso, aunque no ha comparado la violencia periodística en su contra con la que sufrió Ollanta Humala.
A la luz del cambio de actitud de Susana frente a su antiguo adversario: ¿alguien podría decir que lo hace por ganar los votos nacionalistas?, ¿o acusarla de contradictoria por lo que dijo antes y lo que dice ahora sobre Patria Roja? Yo no lo haría bajo ninguna circunstancia, porque lo que he dicho y repetido todos estos años es que debemos construir una amplia unidad para romper la hegemonía neoliberal y esto sólo puede ocurrir en sucesivas aproximaciones, dejando atrás las prevenciones equivocadas. Puede haber mil motivaciones en un cambio de posición y otras tantas insuficiencias en las explicaciones, pero estaría totalmente errado si no apreciara el sentido de avance de cada toma de posición.
A Susana y a su campaña le vendría bien agradecer la solidaridad recibida, lo que todos entenderán en que ya no hay obstáculos para que Ollanta vote por la candidata de Fuerza Social. ¿O es que no nos damos cuenta que este no es cualquier paso, ya que puede ser usado por el enemigo para arreciar su campaña de satanización, o forzar un desaire perjudicial para el que apoya, o dar una imagen de oportunismo del que apoya y el que se deja apoyar? Por cierto que esos son problemas reales, y estimo que las resistencias a la pregunta sobre el sentido del voto, tienen estas raíces, aunque la amiga Teresa sólo vea el dato que estaba buscando para confirmar su caracterización del sujeto.
Hay un método-Teresa que interpreta los actos y palabras de uno más allá de lo que se hace y se dice, pero que no se aplica a otros a los que se les toma exactamente por lo que hacen y dicen cada día. Eso se debe a que el primero es un “peligro”, mientras otros no lo son. Al fin eso es lo mismo que hace el extremismo de derecha con la peculiaridad de que amplia el “peligro” tanto como puede y va metiendo gente en el saco. Tal vez por eso se puede llegar al doble rasero de que la guerra sucia contra Ollanta es una verdad maximizada, mientras que los ataques contra Susana o Arana son pura mentira.
¿Tenía Ollanta que responderme garantizando un voto por Susana? Yo quería probar hasta donde podía ir en ese punto y logré la respuesta que se ha leído. Pero no hay una evasión, sino una idea que me parece razonable: “no es el momento”, porque el momento era el de la solidaridad incondicional, que es lo que se expresa nítidamente. A esto Teresa le llama “no conoce lo que es magnanimidad”, ¿y qué quiere decir esto? ¿Le faltó “magnanimidad” a Susana al votar en blanco en la segunda vuelta del 2006, por Ollanta contra García, y al no “solidarizarse” en ningún momento cuando le llovía tupido de todo lado? Yo creo que no, que fue un tema de línea política, y es obvio que Humala también tiene que colocar temas de línea en relación al voto que se supone dará finalmente a favor de Susana y eso nada tiene de mesquino o pretencioso.
Voy a concluir en el asunto de “detestar” a Ollanta. Le he dado tantas respuestas a la amiga Teresa sobre este asunto que la última vez terminé haciendo una ironía. No sé si hay algo personal en sus opiniones. Podría parecer, pero me resisto a creer eso. De modo que me quedo con la idea de que usted tiene, por algún motivo (tal vez su formación europea, la mirada social demócrata, sus estudios, etc.), un concepto de que algunos intelectuales de esta parte del mundo tendemos a encandilarnos con el nacionalismo, militarismo, caudillismo, de los que Ollanta es tan buen exponente.
Su “patois” sobre mí, refleja algo como esto. Le parece incoherente que haya apoyado a Ollanta y no haya dudado en respaldar a Susana. Y no se percata que lo haga con la misma independencia, sin ser candidato o afiliado, sin amarrarme las manos para diferenciarme o hacer críticas, y convencido en que ambos procesos de radicalización del electorado son progresivos e indican el mismo fenómeno: la separación de una parte creciente de la población del control político neoliberal-autoritario que se impuso en los 90 a partir del fujimorismo, y que nos escamotearon durante la transición frustrada 2000-2001.
¿Me defrauda Ollanta? A veces y otras me parece acertado. También hay cosas de Susana que me descorazonan, como haber echado al dirigente de VES de la lista, cuando no era ningún agitador, ni había habido agitación en ese distrito. Pero estoy bien lejos de creer en la perfección política. Tampoco creo que este sea un asunto de personas y personalidades, sino de procesos sociales. Quizás esta sea nuestra mayor diferencia, yo pienso que los movimientos toman lo que está a la mano en liderazgos, organizaciones y propuestas para seguir adelante; usted cree que los líderes por sus características particulares definen al movimiento.
Mi apuesta es a la historia, y frente a ella las personalidades pueden ser importantes pero tienen un margen de acción de todos modos limitado por su tiempo y por las fuerzas sociales.
Fraternalmente
Raúl Wiener
06.09.10
Estimado Señor Wiener:
Que le responde Ollanta Humala cuando usted le inquiere así: "¿Ya definió a quien va a respaldar para la Alcaldía de Lima?" Respuesta de OH: "Creo que no es el momento para que yo [cuando no el yo por delante] haga declaraciones de respaldo"... Mi cuestión y seguramente el de muchos: ¿Cuando será el momento para Ollanta Humala para definirse? Estamos a menos de un mes para las elecciones municipales, pero Ollanta Humala justamente cuando podía mostrar un poco de solidaridad, algo de altura con la Izquierda que actualmente es vilipendiada por la Derecha, Ollanta Humala muy altanero se da el lujo de negar su respaldo a Susana Villarán. Lo noble de él y seguramente fructífero para el mismo habría sido que de a sus militantes libertad de voto. Pero, Nones, ¡no conoce lo que es magnanimidad, ni en política! ¿Qué significa esta actitud del líder del PNP?
Me dirá que es odio de mi parte por constatar la antisolidaria posición política de este candidato a la Presidencia Ni solidaridad, ni visión política, ni por lo menos táctica. Pareciera más bien que se place en que la primitiva Derecha maltrate a Susana Villarán con calumnias como esa de estar ligada a las Farc, eso no es mucho más malévolo que lo que dijeron de OH en el 2006? En el 2006, hubo muchas acusaciones contra OH que fueron verdad, solo que se les maximizó, pero se fundaron en hechos no en suposiciones.
Usted ha intentado tenderle la tabla (de salvación) para que tal vez diga que apoya a Susana Villarán, con su pregunta final:.."¿Por que no definir su apoyo a la candidata Susana Villarán desde ahora?" Ollanta Humala decididamente no piensa sino en su EGO mayúsculo, mas grande que su propia estatura y no responde, evade la pregunta y responde: "Lo que puedo decir es que me solidarizo totalmente con ella por la guerra sucia como un día la hicieron en contra mía". ¿Eso no es pura palabrería? Nada en los actos! Que sabe de solidaridad Ollanta Humala? si todo lo que dice siempre lo retrotrae a su individualismo, compara a su situación, a su egotismo, siempre regresa a su yo, a su descomunal yo. ¿Cree usted sinceramente que se puede gobernar todo un país con una tendencia tan fuerte a la personalización, a ese "ombliguismo" que no le abandona jamás?
Me va decir, Señor Wiener que detesto a Ollanta Humala, cuando yo que esperaba estas "aproximaciones" a menos de un mes de las elecciones, usted mismo no logra arrancarle un gesto de efectiva solidaridad con Susana que no ha esperado nada del nacionalista para luchar sola contra la jauría de la Derecha. El MNI, es mas consecuente con la izquierda y posee mas sentido común en política a pesar de las diferencias!
Es por esta razón que, se lo digo, no dejo de quedar estupefacta, del por que el Señor Wiener que tiene capacidad de análisis política en alto grado, encuentra razones para apoyar a Ollanta Humala que defrauda todo el tiempo con sus actitudes sinuosas al extremo.
Perdóneme, por mi insistencia, pero es tal vez porque aprecio sus artículos que decortican bien la política en nuestro país pero me dejan "patois" como dicen en francés no sé como traducir al español, seria algo como "boca abierta", estúpida de asombro.
Saludos,
Teresa de Olekhnovitch
1 comentario:
Cada cierto tiempo me pregunto: ¿qué camino tomarán estos impolutos "izquierdistas", que critican a Humala, cuando exista un gobierno de izquierda en el Perú? Ahora piden apoyo para la rosada Susana, cuando, con ceguera supina, propiciaron el voto en blanco en la segunda vuelta del 2006, e incluso algunos, solapadamente, votaron por el "mal menor". Vuelvo a responderme: un destino, similar a Venezuela, algunos como José Vicente Rangel*, otros como el nauseabundo "izquierdista" Teodoro Petkoff**.
* José Vicente Rangel: político y periodista que apoya resueltamente al gobierno bolivariano.
** Teodoro Petkoff: político y periodista que, como ministro del segundo gobierno de Caldera, aplicó la política del FMI en Venezuela; dirige el periódico "Tal[por]Cual", feroz opositor al gobierno bolivariano.
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