A la pregunta cotidiana de Perú 21 del último día lunes: ¿cree que el presidente Humala debería relevar a Aída García Naranjo tras conocerse que está procesada penalmente?; contestan un total de 3,983 lectores, de los cuales un 61% (2,429) dicen que no y el 39% (1,554) señalan que sí.
Un dato extraordinario tratándose del medio que encabeza a la mala la campaña para hacer caer a la ministra de la Mujer, y que para minimizar tamaño contraste insinúa que se trata de hinchas de Mocha que se movilizan para apoyarla.
Pero lo que es verdad es que todas las encuestas de este tipo de Perú 21 y de toda la prensa que impulsa la campaña contra la ministra García Naranjo, dan el mismo balance todos los días en que se aborda el tema. No puede ser que haya miles de personas dedicadas a responderle profesionalmente a una decena de periódicos de derecha a lo largo de más de una semana, como si se pudieran dedicar sólo a esa tarea.
También en las redes se percibe un fenómeno parecido, con un gran número de listas de respaldo a la ministra y un interés en el seguimiento de este caso a través de los documentos que prueban que lo que pasó en Redondo fue una contaminación de los recipientes y que la derecha mediática ha refundido para que no estén en el centro del análisis.
En otras palabras la contradicción que están sufriendo Perú 21 y sus congéneres es que no están representando a sus propios lectores. Lanzan la brutal carátula que le cuelga el mote de “procesada” (en el periódico de un condenado de la Justicia), y la acribilla informativa y editorialmente y lo que consigue es un 61% de apoyo de sus lectores a la ministra procesada.
Es decir ya no convence, precisamente porque ha hecho obvia su intención de mantener el foco de ataque sobre la ministra después que se dieron cuenta que la interpelación se había debilitado y no habría censura, y que la presentación en el Congreso había desordenado y roto la unidad que la oposición había conseguido contra Aída García Naranjo y tras ella contra todo lo que representa izquierda dentro del gobierno de Ollanta Humala.
Parece evidente que este es un precio que Perú 21 y sus superiores de El Comercio han decidido pagar si es que eso sirve para tumbar a la ministra. Pero entonces la paradoja es completa: porque para lograr arrinconar al gobierno y producirle un golpe al gabinete, tiene que perder influencia en su propia lectoría.
¿Entonces a quién están dirigiendo su mensaje? Casi no hay que decirlo. Como que no es muy difícil imaginar a Martha Meier y Fritz Du Bois discutiendo sobre el impacto de sus titulares, el alineamiento de la prensa chica de derecha (como en la célebre caricatura de Carlín del año 2010) y los problemas del presidente para seguir en silencio ante una carga tan reiterada. La clave es poner a Ollanta ante una balanza en la que tenga que pesar los pro y los contra de retirar a la ministra de la Mujer. Por eso es que están buscando a como dé lugar aumentar el lado negativo del equilibrio.
En cierta forma están probando hasta qué punto son fuertes para ponerle agenda al poder.
11.10.11
www.rwiener.blogspot.com
2 comentarios:
El bofetón que sus lectores le dieron al diario Perú 21 en su propia encuesta sobre la renuncia de la ministra de la Mujer, Aída García Naranjo, es similar al que optienen sus pares en otros medios escritos, estaciones de radio, canales de televisión y también en las redes sociales.
Sintomático el caso Perú 21 por algo muy sencillo y curioso: el pasado fin de semana la 'Juana de Arco' de su plantel editorial, la periodista Patricia del Río, vehemente y sin tapujos, exigió a la ministra García Naranjo que no "joda" y de una vez renuncie al cargo.
Los medios de comunicación, en actitud coordinada y sospechosa, apoyaron las "agallas" de Patty para pedir a la ministra que dé un paso al costado.
Hasta la histérica "chiquita" Napalm de Correo salió hecha una cheerleader a aplaudir a la 'caviarona'.
Entrevistas, reportajes, notas, elogios, hurras, etc. Literalmente el mundo entero coincidió con la exigencia de la ex vocalista de RPP.
La Caretas de Alan García fue de las más entusiastas en los festejos: trepar a la señora Del Río al 'trampolín de la fama' ahora que la credibilidad de su marioneta Cecilia Valenzuela anda por los suelos, no es moco de pavo...
Los intereses de Faenón García necesita, si o si, un 'rostro nuevo' en la tele ahora que el suelo se pone parejo... y los nervios empiezan a traicionar
"Holy Shit"
El "ampay" no gratuito de Caretas a Patty en furtiva situación sentimental, nada menos que con uno de los "cuadros" más escurridizo del informante norteamericano, Fernando Rospigliosi, es una ecuación...
Una fucking ecuación como ésta otra:
Si bien es cierto que en el centro de Lima, Washington y Alfonso Ugarte corren paralelo; pareciera que en la política de estos días, Washington y Alfonso Ugarte se cruzan...
¿O se 'rayan'..?
Who knows
Pd.- El diario La República debe explicar a sus lectores qué tipo de relación mantiene con el reconocido informante -agente- de una potencia extranjera Fernando Rospigliosi.
Quedó fehacientemente demostrado en un Wikileak los nexos de la Embajada norteamericana en el Perú y los lacayos (informantes) a su servicio, donde destaca Fernando Rospigliosi.
La pregunta que muchos peruanos nos hacemos es: ¿The USA embassy paga en dólares o en 'canje' -sabrá Dios de qué tipo- para que el diario La República publique los informes de Rospigliosi..?
¿O es simplemente una extraña 'cortesía' de La República..?
Fernando Rospigliosi es libre de vender su alma al diablo, y su pluma a quien mejor paga. La empresa (La República) que fundara ese gran peruano, Gustavo Mohme Llona, en honor a él, no debe hacerlo.
Cartago
¿Porqué "La verdad como es"?
Desde hace algún tiempo he ido dejando los diarios impresos, pero de vez en cuando vuelvo a ellos. Y cuando lo hago, voy con la misma premisa: "hay unos a favor, otros en contra". Por eso, cuando compro Perú21 lo hago junto a La Primera. Es triste ver que el mismo discurso, la misma manipulación es usado en ambos lados, aunque con objetivos distintos: Las secciones de chismes siempre es para atacar al otro bloque ideológico o para defender a aquellos que consideramos "acertados". Siempre se calla los errores del "aliado" y se busca la paja en el ojo ajeno. Como uds. en el caso de la ministra: lo importante era ver la perfidia conque actuó la derecha para sacar rédito político, no lo patético de la actuación de la ministra o el grado de frustración de las madres tras ser usadas o calladas convenientemente, según los intereses de cada medio. Es triste ver que la labor de la prensa es una vista dentro de combate ideológico, donde vale callar lo que afecta a mi bando. Y peor, es triste ver que, al parecer, hace rato se dieron cuenta de este problema y han preferido olvidarlo con esa vieja venda: "(sólo nosotros sabemos) la verdad como es"
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