“Cállate, cállate, que me desesperas con tus disparates”, reventó el Kiko de la prensa escrita después que el chavo presidente insistió en pensar en grande y meter al país en un debate sobre las olimpiadas. Pero el otro le contestó en un toque:
- Eso le pasa al señor Mariátegui por pensar como ratón.
Así descubrimos que la verdadera oposición que según García está en los periódicos, la ejercen los directores que están al 99% de la política del gobierno, y que lo han acompañado en casi todos sus disparates previos. La lucha actual es para que Aldo M entienda que aquí no se trata de organizar nada sino de “pensar”, que es lo que hace subir en las encuestas, hasta que se encuentra otra cosa en la que seguir pensando.
Es lo que pasó con el disparate emblema de impulsar un referéndum, con marcha de gente pobre a Palacio incluida, sobre la pena de muerte, para acabar con violadores de menores que matan a la víctima. Era más estúpido que pretender que el tema de las Olimpiadas en China sólo se debe a la insistencia de ese gigantesco país ante el Comité Internacional. Pero si se recuerda bien el director de Correo se acomodó explicando porqué un “liberal” como él, era ahora un creyente de que la pena capital podía resolvernos problemas. Y, por supuesto, García lo dejó en el camino, como a todos los que apoyaron la idea, y pasó a otra cosa. .
Otra, de campeonato, fue la genialidad de anunciar que esta vez la reconstrucción de la zona afectada por el sismo 2007, se haría como nunca se había hecho, bajo el liderazgo de empresarios exitosos, que si habían podido poner al Perú como la estrella de América del Sur, como no iban a hacer de Pisco una versión de Las Vegas en pleno desierto de Ica. ¿Y qué hizo Aldo M? Se tragó el disparate, con el efecto final que vamos a llegar a un año y la última noticia es que el avance impetuoso de la reconstrucción es del 5%. Más o menos como dicen que se ha reducido la pobreza ese mismo año.
La habilidad de García –la única que tiene-, la que le hizo ganar finalmente la elección, es hacer pasar disparates como ideas serias o “grandes”, que los apocados no entienden. Aquí no interesa si son reales o ilusorias. ¿Qué podríamos decir por ejemplo del tren eléctrico de Lima? ¿Era verdad o un cuento para tontos? Fue cierto, porque hizo ganar una elección municipal, porque representó dinero y corrupción, y porque es un monumento actual al alanismo. Pero era un disparate porque nunca existió ni el estudio técnico ni el dinero para completarlo. Pero el Perú voto nuevamente por él. ¿Comprenden porque el problema no es si puede haber olimpiadas dentro de 12 años, o si superaremos a Chile en siete?
4.06.08
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