Del Castillo puede ser tan bombero como incendiario, y Mulder tan perro de chacra como de patio de Palacio de Gobierno. Me explico. Si se mira la plataforma de las organizaciones que en estos días están movilizadas de distintas formas: paros, huelgas, marchas, bloqueos, se apreciará que un buena parte de los puntos consignados, se refieren al incumplimiento de acuerdos que previamente se pactaron con el gobierno: actas de los cocaleros para suspender la erradicación, compromiso con los profesores universitarios para la homologación de sueldos, acuerdos con la Federación Minera para reducir la tercerización, acta de Ucayali sobre las exoneraciones tributarias, etc., y que se presentaron como solución de conflictos más o menos importantes.
O sea no se trata solamente de promesas electorales incumplidas (“una cosa son las elecciones y otra el gobierno”, García dixit 21.10.07), sino de mentiras aún más graves, que son las que se hacen en condición de gobierno para replegar un reclamo, asegurando que en ciertos plazos se darán pasos para resolver parcial o totalmente determinadas demandas. Del Castillo es responsable de la política de las mesas de diálogo y de las actas entre ministros y organizaciones, lo que le valió el título de premier apaga fuegos, frente a un presidente empeñado en avivarlos con una ametralladora de insultos y un secretario general de partido de gobierno con aires de pit bull, y es por el mismo motivo el primero en pagar el desgaste por el hecho que ninguno de estos compromisos haya sido tomado en serio por el gobierno.
Es porque sabe qué papel ha estado jugando, que ahora Del Castillo se adelanta a decir que los médicos, los cocaleros, los mineros, la CGTP y todos los que se oponen al gobierno ya fracasaron. Lo que quiere decir que no tiene que responder por las trampas que hizo antes. O, más bien, que se jacta abiertamente de su táctica de firmar lo que no se va a cumplir, porque la siguiente vez las luchas ya no tienen la fuerza inicial, lo que seguramente cree que es un mejor método que la confrontación dura que promueven sus compañeros. Coquito debe estar convencido de haber inventado la pólvora. Pero eso de las actas cínicas, que se desconocen nomás, con el apoyo de la prensa de derecha, era un práctica patentada del primer gobierno aprista. Y si bien desconcertaba y dividía las organizaciones, traía a la larga una mayor indignación y violencia social.
Al lado de Del Castillo, está además Mauricio Mulder, consagrado oficialmente como el “perro de chacra” del APRA, que quiere cumplir el papel de alentar a su partido a una actitud más combativa. Es su forma de justificar su participación en el gobierno que no lo ha considerado para cargos de poder. Es claro sin embargo que el aprismo como organización, casi no existe, salvo cuando hay que llenar cargos en el Estado, especialmente en funciones que tienen que ver con oficinas de presupuesto, tesorería y programas de compras. La última vez que García quiso jugar masas contra masas, durante la huelga del SUTEP, y escogió como escenario a Trujillo, donde creía que tenía todas las ventajas, le fue pésimo y terminó desbordado por sus opositores. Ahora, Mulder cree que es el momento para amalgamar miedo al rebrote de la violencia, fujimorismo que se reactiva por su líder, APRA acorralada por acusaciones de corrupción e ineficiencia, derecha siempre dispuesta al anticomunismo, en un solo bloque de “salvadores de la democracia” dispuestos a liarse a golpe con las organizaciones populares que estarían a punto de tomar el poder. El premier anuncia fracasos y el secretario general acusa peligro para el sistema. El bombero echa gasolina y el perro de campo corre en dirección del fuego.
07.11.07
www.rwiener.blogspot.com
2 comentarios:
Lo malo es que el Gobierno y sus medios comprados no tienen inconvenientes en satanizar las protestas porque la CGTP utiliza un discurso demasiado clasista, que ya no es útil. Lo ideal es encarar los reclamos utilizando terminos de clase media, para poder encender la mecha en Lima, bastión de conformismo con el modelo. En cuanto a Del Castillo, su tactica ha sido desde el principio ganar tiempo, al mas puro estilo Toledista porque sabe que representa a una dictadura ilegitima . Así, como dictadura hay que llamar al Gobierno de Giampietri, Woodman, Rey y Roque porque eso es. El principal punto de apoyo que los sostiene es el atraso cultural en que han sumido al país. A veces, para prender un buen fuego se necesita la tecnica adecuada. Y en política hablar del modo que la gente quiere oir.
Que bien que el "cientificismo" de los dialécticos post-hegelianaos no llegue a interpretar la realidad y sigan soñando en paraísos rojos.
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