Supimos, hace unas pocas semanas, en artículo de toda página, que quiénes creíamos estar defendiendo derechos laborales, comunales, ambientales, pesqueros, amazónicos, o, finalmente, nacionales, éramos en realidad unos perros del hortelano que andábamos impidiendo comer a unas desnutridas grandes empresas, dispuestas a invertir en todo lo que a este hermoso y dotado país se le pueda sacar en los próximos años.
Lo que no nos percatamos, hasta este último martes, es que el aparentemente académico artículo de Alan García iba a tener como secuela la aparición de nuevos sabuesos en la escena, esta vez buscando ser adoptados por el presidente, porque son de los que saben dónde están esos que impiden que la modernidad y la inversión lleguen a nosotros.
“El Culpable es el Hortelano”, reza el título del artículo del decano de biólogos, Ernesto Bustamante que – ¡cómo podría ser de otra manera!-, logra un lugar destacado en la misma sección editorial de “El Comercio”, donde García comenzó con el tema.
¿Y qué dice? Que el hortelano que estaría ordenando morder las piernas del gobierno y la gran inversión, sería nada menos que el Consejo Nacional de Ambiente (CONAM), el siempre ambiguo organismo encargado de proponer normas ambientales y vigilar su cumplimiento.
Hasta aquí se hubiera pensado en la crítica inversa: que si los daños ecológicos siguen avanzando en el país, es por debilidad de CONAM y por falta de doctrina clara. Pero he aquí que, a pesar de ello, para el primer colegiado biólogo del país, esta entidad es el verdadero enemigo. ¿Por qué? Porque abrió el debate sobre los organismos modificados y transgénicos, y dejo oír voces opositoras, mientras el señor Bustamante es un propagandista de los mismos. O tal vez porque no ha dicho que lo mejor que puede ocurrirnos es que se abran minas en todas partes y que los ríos sean como el Mantaro o el Rímac. O, por último, porque mejor sin controles, definitivamente.
Y, claro, como la competencia es así, la mejor cosa que puede hacerse es señalar que el ambientalismo está relacionado con el terrorismo (¡). Y ¿con qué pruebas? Obvio, recordar que ya hubo una persecución hace años contra la directora del Centro Natura en Chimbote por su lucha contra la contaminación de su ciudad, que la llevó a la cárcel bajo acusaciones falsas que los jueces desestimaron. ¿Qué cosa más fácil que volver sobre el tema? Cómo en las listas de García. Daño gratuito y afán por llevar al terreno policiaco un asunto que toca los intereses más profundos del país.
Pero no se queda ahí: don biólogo afirma que el representante del gobierno en el CONAM es antigobierno y el de la CONFIEP, antiempresa, por posturas concretas asumidas en relación a la contaminación y daños a la naturaleza. En resumen, tirando dedo a medio mundo, el señor Bustamante hace méritos ante el gobierno y define lo que puede terminar siendo un nuevo derrotero del debate. ¿Quién más se suma a presentar otros hortelanos y sus perros respectivos, para que finalmente el gobierno haga una lista de los enemigos de la gran inversión?
25.11.07
www.rwiener.blogspot.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario