El Perú está en plan de sinceramiento.
Con la misma flema que Martha Chávez dice que hay que reconocer al grupo Colina por su contribución a nuestra tranquilidad actual, más allá de sus inevitables “excesos”, Aldo M. señala que podemos ofrecer bases militares a Estados Unidos sobre el territorio nacional para que apure lo del TLC.
Fujimori puede declarar que Montesinos era un conocido distante, que ocupaba un puesto sin importancia en su gobierno y que no sabía a qué se dedicaba por las noches en la salita del SIN, y la Chichi decirnos que apoya a García y a Castañeda porque son demócratas.
Giampietri puede vestirse de almirante para arengar a la tropa contra los derechos humanos, y García Miró hablar de la mordaza.
Alan García declarar que si hubiera habido pena de muerte a los terroristas desde el principio, se hubiera acabado con Sendero Luminoso en corto tiempo, y el diario La Razón titular que las corruptas eran las ONG.
Cada vez más en este país se puede volver a decir cosas que estaban ocultas esperando su momento. Chávez está deslizando que las víctimas de La Cantuta, Barrios Altos y otras, eran senderistas, por lo tanto están bien muertos, como dice el presidente.
Aldo M. nos está provocando para ver cuanto escandaliza todavía la real politik de las piernas abiertas para que el imperio nos adopte como una de sus favoritas, después de Chile.
Fujimori ya se prepara para las dos opciones que ve para adelante: que García se venga abajo en unos años y por el reclamo de orden los empresarios y el pueblo de menor nivel político exijan su retorno como el único que puede manejar este país tan ingobernable; o que García tenga alguna forma de éxito y no encuentre otro heredero para su actual tipo de gobierno que reentronizar al “chino”.
Para mantenerse en esa ruta requiere hacerse el distraído.
La Chichi ya aprendió que hay negocio con los ganadores electorales respaldados por programas de las 11 p.m. y siempre se puede utilizar las denuncias para condicionar el voto de la gente.
Giampietri sabe que es cuestión de tiempo que se dicte la segunda amnistía para violadores de derechos humanos, mientras la población aumenta su confusión sobre cuál es la época que estamos realmente viviendo y las ONG se preocupan por que la APCI no los deje sin financiamiento.
García Miró revisa mis artículos para ver si vuelve a enjuiciarme. Y Alan García se encuentra estudiando cuáles van a ser sus anuncios del próximo fin de semana, para que los titulares hablen de él.
Y los La Razón ya están recibiendo llamadas de los familiares de los presos, perseguidos y procesados, sobre si ya pueden ir trayendo la plata que juntaron en los azarosos años 90 y que tienen inmovilizadas en el exterior.
15.11.06
http://rwiener.blogspot.com/
1 comentario:
Genial, buen articulo. Sobre todo en la parte del hijo de p de Aldito y la babosa de Martha Chavez, a los que habria que poner en vitrina ebn una calle roja en Amsterdam
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