domingo, noviembre 30, 2014

Neoliberalismo concentrado

A Martha Meier le parece que el regalo que les hace el gobierno a las empresas al bajarles el impuesto a la renta, es un tocamiento indebido ya que contiene una contraparte que hace que si el dinero del impuesto recortado se usa para repartirse entre los socios, se incremente automáticamente el impuesto a los dividendos. Asalto, grita la zarina, que seguramente está viendo que  la corporación a la que pertenece no tiene donde reinvertir (salvo que se compre otro diario). Si quieren un modelo de lo imposible que es que el gobierno nos saque del actual estancamiento entregando la manija económica y sus recursos a las grandes empresas, aquí tiene un testimonio firmado de uno de los poderes económicos nacionales.

Pero Bullard no va atrás. Tomando como justificación lo que describe como un acto arbitrario del Sindicato de Estibadores de Puerto Salaverry, que se habría opuesto a que la empresa administradora capacite nuevo personal para las tareas portuarias (imagino que como reemplazos), el genio neoliberal concluye que se trata de una fenómeno general, ya que los sindicatos sería cárteles para unir trabajadores (un colectivo de individualidades) contra una patronal que sería única. Algo así como una posición de dominio del mercado, de donde no saca ninguna propuesta, pero presenta al sindicalismo en general como opuesto a la libertad de los demás. Se presumía que el neoliberalismo iba minando los sindicatos sin decir que lo hacía, para fortalecer la posición del capital sobre el trabajo. Es lo que hizo Fujimori durante diez años. Pero pocas veces se había visto a un defensor de lo individual llegar tan lejos como para no discernir que la posición de fuerza en las empresas está en manos del empleador y que la lucha por el salario y el trabajo decente, no son afectaciones al consumidor sino una exigencia de participación en la renta empresarial.

Finalmente, como para coronar la sección de opinión del último sábado, aparece un artículo de un señor Juan Diego Ugaz que se presenta como abogado, para en la semana de la no violencia contra la mujer, lanzar un brulote que apunta a derogar la ley contra el feminicidio. La idea es que hay una sobrepenalización de este delito y que es muy difícil probar que la pareja, la expareja, o pretendiente, cometieron un crimen de este tipo por razón de dominio, creyendo tener un derecho de propiedad sobre la vida y la integridad de las mujeres. Ugaz opina que como estamos hablando de muertos, no hay como demostrar el origen inmediato de la violencia, más allá de los contextos: falta de motivación económica, antecedentes de violencia, testigos y la propia confesión de los agresores que argumenta infidelidades, celos y otras cosas que creen que les otorgan “derechos”. La ley del feminicidio es un signo de civilización, como lo son los sindicatos y los impuestos a los que más ganan. Pero El Comercio va en el sentido opuesto a la historia.    

30.11.14

sábado, noviembre 29, 2014

Agradecimiento

Agradezco de todo corazón a mis amigos del Diario Uno, por la hermosa nota en la que dan cuenta de mi nueva aventura de salud y de la que había evitado hablar como otras veces. La cosa es que el jueves no pude escribir para el viernes por los agudos dolores en el hígado que siguieron a la intervención del martes a la media noche en la nueva clínica de Oncosalud. Los artículos que aparecieron el miércoles y el jueves fueron adelantos previos al procedimiento al que fui sometido. Siempre me queda la incomodidad por haber roto mi récord de un artículo cada día que estaba a punto de alcanzar este año 2014.

Contaré a mis lectores que lo que he vivido lleva el sonoro nombre de quimio embolización hepática y consiste en un delicado procedimiento por el cual se introduce un catéter por la vía arterial principal y se sigue el recorrido, hasta encontrar las ramificaciones que llevan al hígado y de ahí las arterias secundarias que estaban dando vida a dos tumores metastásicos que se habían aparentemente secado como producto de la gran cantidad de sesiones de quimioterapia que llevé desde septiembre del 2012 hasta junio de 2014. Pero esta enfermedad es así. Un fuerte proceso bronquial prolongado me hizo suspender este tratamiento y unos meses después me aparecieron fiebres de origen desconocido, que los mejores médicos del Rebagliati trataron de descubrir en su origen durante 33 días.    

Cuando se comprobó que todo estaba bien, volví al consultorio del Dr. Carlos Vallejos que me trata desde hace dos años y en un dos por tres descubrió una diferencia de tamaño entre unas manchas en el hígado en el mes de mayo, que daban la impresión de ser cicatrices, y la nueva dimensión de estas lesiones en octubre, de acuerdo a una tomografía hecha por los técnicos de Essalud. La conclusión, que se confirmó en los exámenes posteriores, era que tenía dos grandes tumores que abarcaban casi la mitad del lóbulo derecho del hígado. Vallejos no es persona de dudas, pero a la vez tiene la virtud de usar la franqueza para bajar los nervios de sus pacientes. Eso es lo que me llevó a la intervención de la que me estoy reponiendo todavía y que con manos de pianista ejecutó el Dr. Carrillo.

En diez años he sufrido tres crisis relacionadas con el cáncer. No es un récord para enorgullecerse. Pero sí puede servir para muchas personas afectadas por este traicionero mal, y sus familias, de que nunca estamos vencidos hasta que realmente nos vencen. El cáncer es siempre una dura prueba. Pero, como ven, ya soy de nuevo el escribidor que motiva a unos y enerva a otros. No puedo dejar de decir que esta nueva batalla me hace amar aún más vida. Y, por qué no, también anotar también que me hace extrañar con más fuerza a mis amigos y familiares que perdí por este mismo motivo.

29.11.14

Un sistema cerrado

Algunos congresistas y jefes de partidos creen que para solucionar la “crisis de los partidos” en el Perú, lo que hay que hacer es impedir que fuerzas nuevas se incorporen al sistema. En eso es que ha estado pensando cuando subieron la valla para inscribirse por segunda vez en estos tres años y medio (con la valla previa ya nadie se inscribió y ahora será aún  más difícil que alguien lo haga) y se hizo también más complicada la permanencia de los partidos chicos, como si hacer política en este país fuera una carrera de obstáculos.

El mensaje expresado por la boca del congresista Juan Carlos Eguren, que sin duda debe creer que algún mérito lo ha convertido en administrador del sistema de partidos desde la Comisión de Justicia que preside dos veces en este período de gobierno, es bastante evidente: la situación ideal sería la de que el APRA, PPC, Fujimorismo y quién sabe otro partido más (¿nacionalismo?) se queden solos sobre el terreno, lo que tal vez imagina como un equivalente de los sistemas bi o tri partidistas de los países desarrollados.

El tema que parece que, por ahora, no preocupa demasiado a la gente, porque en realidad la política interesa bien poco a nuestros compatriotas, tiene una tremenda implicancia en una mirada de mediano o largo plazo. La gente puede decir a los encuestadores que vota por Keiko, por PPK o Alan García, porque ese es el menú que le dan a escoger, pero si le preguntan si desearía alguien distinto, nuevo, que refresque el escenario, inmediatamente responden que sí, en un alto porcentaje. La mayoría quiere un outsider, más o menos como los que se han probado en los últimos años: Fujimori, Toledo, Humala; pero los exoutsiders, ahora asociados  a la vieja partidocracia contra la que despotricaban no quieren que vengan a desalojarlos.

Es verdad que los outsiders son normalmente un salto al vacío y que los tres mencionados traicionaron sus ofertas electorales una vez en el gobierno. Pero lo que están expresando difusamente los encuestados es que quieren una renovación total del sistema político que se está hundiendo hasta que ya no de más. La falta de vergüenza de los partidos que no son capaces de ganar en una sola región, debería merecer que el país que los repudia les exija que así como quieren poner una alta valla para los que vienen, por qué no se anulan las actuales inscripciones y todos asumen el compromiso de reinscribirse.

Esto seguramente produciría una renovación profunda del sistema como la que ocurrió entre el año 1977 y 1980, cuando la Constituyente y las primeras elecciones después de 12 años. Un sistema cerrado, del que participa una minoría ciega y egoísta, separada profundamente de la población, siempre ha sido una material políticamente explosivo. Pero el penoso Congreso actual parece no darse cuenta.  

27.11.14

El caso Belaúnde Lossio

Este diario (Diario Uno) tiene obvias limitaciones para entrar a aclarar las zonas oscuras del caso Belaúnde Lossio, y el resto de la prensa se divide entre los que han creído encontrar una pista hacia la pareja presidencial y los que simplemente se han plegado a los aspectos de escándalo del asunto.

A mí, por supuesto, me han dicho que hablo por mi patrón a pesar que Belaúnde dejó el diario hace cinco años, o por el gobierno por una especie de nostalgia de los tiempos en que colaboraba con Humala. Pero lo que es evidente es que nadie está analizando en profundidad lo ocurrido y atreviéndose a decir algo más de la pauta que marca la gran prensa.

Por eso agrego algunos puntos de reflexión que me parecen pertinentes y que no están siendo tomados en cuenta.

1.     El llamado caso “La Centralita”, es hasta ahora el centro del prometido megaproceso para aclarar lo que pasó en Ancash. Se dice que el local que estaba alquilado por una empresa de Belaúnde Lossio actuaba como una fachada de un centro en el que se planeaban actos ilegales, se pagaban coimas y presuntamente se hacían chuponeos (que nadie ha podido probar). El caso tiene, además, una derivación que se refiere  los fiscales que hicieron el allanamiento del local y fueron suspendidos por sus superiores, generándose una controversia legal por lo que sería una protección indebida al presidente regional. Martín Belaúnde sería en este caso culpable de proporcionar el inmueble y de hacer uso de medios de comunicación para promover a Álvarez y atacar a sus enemigos. Por esto le han dictado 18 meses de prisión preventiva y permanece prófugo.

2.     En un segundo momento el nombre es mencionado como parte de unos mails que indican que MBL hizo gestiones ante algunos congresistas para que no se modificara el presupuesto del Instituto del Deporte del año 2012, donde se incluían las obras de remodelación de un Estadio en Lambayeque cuya licitación había sido ganada por una empresa española con la que estaría relacionado. Esta es la acusación sobre lobby que luego ha llevado a que aparezcan acusaciones del personaje haciendo gestiones en diversas regiones a favor de la empresa española y de otras ante los presidentes regionales, para que salgan las obras licitadas, se paguen los adeudos o quejándose de las descalificaciones. Sobre esto es que se aprobado conformar una comisión en el Congreso.

3.     Pero la pepa del asunto no es si MBL, se movía a favor de empresas con contratos que nadie ha objetado en su legalidad o pertinencia, sino si hacía todo eso en condición de “amigo de la pareja presidencial” que querría decir que tal vez estaba cumpliendo encargos del más alto nivel del gobierno. Si no fuera así sería un lobby cualquiera, muy por debajo de los de Cecilia Blume y otros. ¿Y cómo se prueba que eran íntimos amigos con Humala y Cía.? Ahí está el detalle profesor. 

26.11.14

martes, noviembre 25, 2014

A la derecha de toda Suramérica

 Como dice Vásquez Kunze en su última columna en Perú 21, cuando toda la derecha y los liberales de distinto pelaje, deberían haber estado celebrando a Humala y Segura que se decidieron a bajarle los impuestos a las empresas, a contramano de lo que ocurre en el resto de la región, incluido Chile, donde se les aumenta, al presidente se le ocurre desatar ese debate sobre la cloaca que no ha permitido ver la maravilla económica-ideológica que se está produciendo.

Sólo Aldo M, que fue el primero en vivar al presidente y al ministro por adherir el principio de los republicanos en Estados Unidos, ha empezado a poner reparos a la nueva política de tributación y antes que cualquier empresario o gremios, ha dicho que el encadenamiento entre la baja tributaria con el alza de la tasa para los que la usen para aumentar los dividendos a repartir, viola la liberad de los empresarios para decidir sobre su dinero.

Con eso queda bastante claro que no estamos hablando de reactivación como se pretende sino de una cosa mucho más importante para los miembros del Tea Party peruano, que es la creencia de que el Estado debe bajar impuestos tanto como pueda y dejar al juego del mercado adónde va ese dinero, que si vislumbra ganancias en reinvertir lo hará con los efectos reactivadores que se está buscando, y si no se logra habrá que darle algún otro aliciente para ver si los convencemos.

Hace tiempo que en el país buscábamos construir un sistema tributario más justo y distributivo, en el que paguen más los que más ganan. Eso tiene que ver con que los impuestos directos vayan reemplazando a los indirectos que afectan a todos (el nuevo diseño ahondará el desequilibrio), y que las empresas extractivas, financieras y de servicios (electricidad, telefonía y agua), contribuyan con una parte cada vez mayor del financiamiento del Estado. Es obvio que el gobierno ha tomado el camino opuesto. Por eso tantos aplausos de derecha y tan grande entusiasmo de PPK. Que Aldo M diga que falta mucho más, no hace ratificar el sentido de la orientación tomada.

Es como si estuviéramos dando los primeros pasos para un gobierno DBA a partir del 2016, con el que se tendrá que saber hasta donde aguanta la caja fiscal, la política que ahora se presenta como milagrosa. Y pensar que Ollanta Humala venía lleno de fuerza a hacer pagar más impuestos a los que se la habían llevado en carretilla con el boom de los precios de las materias primas.

Una vez acabada la anormalidad histórica, y confirmado que el Estado no cumplió con castigar a la sobreganancia y retener parte de este excedente sobre las expectativas iniciales de ingreso para el desarrollo del país y las regiones, hemos entrado en una nueva etapa en la que el fisco le paga parte de la inversión ajustándose sobre sus propias normas tributarias.

25.11.14