jueves, julio 31, 2014

“Realismo” en política internacional

Tras el inicio de la última ofensiva israelí en Gaza, ha ido quedando claro que el objetivo último del ataque es forzar la salida de los palestinos de uno de sus últimos territorios y su expulsión hacia países árabes, incorporando la franja al Estado de Israel para poblarlo de judíos. Es una lucha por territorio que comenzó en 1948 y dura hasta ahora. Pero para Aldo Mariátegui se trata de una “guerra religiosa”, es decir no racional, lo que puede justificar cualquier barbarismo. Las Naciones Unidas han establecido varias veces diversas fronteras intentando establecer un estatus quo entre las partes, que han sido violados sistemáticamente por Tel Aviv alentando la ocupación de territorios y el arrinconamiento más brutal de los palestinos. ¿Qué tiene esto de “religioso”?

Dice también AMB quejándose de la decisión del gobierno peruano de retirar su embajador de Israel, que está es una matanza de pueblos que viene de milenios y que es posible que se prolongue varios siglos más. Pero esa es una mentira porque judíos y palestinos convivían sin conflicto en la península hasta que se impuso desde fuera la partición y la ocupación de los territorios como si estuvieran vacíos. Decir que desde el emperador Vespaciano a Hitler, mataron judíos y que eso da derecho a matar palestinos es bárbaro, y negarle a estos últimos defenderse con túneles o cohetes de fabricación casera, es pretender que  acepten morir sin hacer algo contra ello.

La fábula de los “escudos humanos” ha sido rebatida por el exdiputado israelí Ury Avnery, al compararlo con el bombardeo alemán sobre Londres durante la segunda guerra. Habría que culpar a Churchill de usar a los ingleses como escudos humanos. El hecho es que si todos los palestinos, los de Hamas y los que no lo son, están arrinconados en Gaza, eso es responsabilidad de la potencia colonizadora. Hay además suficientes ejemplos de bombardeos dirigidos contra objetivos civiles, porque lo que se busca es hacer insoportable la vida de las familias y obligarlas a salir.

AMB dice que Israel no ataca a nadie (¿) y que no quiere imponer su religión, a diferencia de los malos musulmanes que ahora mismo están matando gente en Irak. Sí pues, Israel y Estados Unidos son pacíficos estados con bombas atómicas y las armas más sofisticadas haciendo incursiones en terceros países, que descalabran gobiernos y empujan fracciones unas contra otras, en nombre de la “democracia” y la “libertad”, instaurando situaciones de guerra permanente, la más grave de ellas precisamente la de la Palestina.

Finalmente Aldo hace una declaración de lo que son sus principios rectores: (a) somos un paisito que no pesa en el mundo; (b) debemos ir para donde va Estados Unidos;  (c) la matanza de palestinos no es nuestra bronca; (d) nos puede volver a pasar lo de la guerra con Chile, que nos metamos a apoyar al débil y terminemos perdiendo. Linda filosofía, la verdad.

31.07.14

miércoles, julio 30, 2014

García el farsante

Tonterías. No sólo el título de doctor le falta a Alan García para dirigir un doctorado, sino la más elemental trayectoria docente. La fecha que consigna en su hoja de vida del 2006, como en la que asume la Dirección del Instituto de Gobierno de la Universidad San Martín es el 01 de octubre del 2001, cuatro meses después de la campaña electoral en la que perdió ante Toledo. Hasta enero de ese año había permanecido en dorado exilio entre Bogotá y París desde 1992. En la década de los 80 se produce su ascenso político y su primera presidencia, y en los 70 fue “estudiante” en Europa y luego constituyente. ¿Cómo pudo acumular horas de enseñanza universitaria antes de ser director de una escuela de post-grado?, ¿en dónde y cuándo ejerció de jefe de práctica, profesor asociado y principal para llegar a autoridad capaz de firmar títulos de sus alumnos?.
 
Tonterías. El magister que García dice haber realizado en la San Martín de Porres sería del año 2004, tres años después de haber sido nombrado director de un postgrado. El magister no figura además en la hoja de vida del 2006 ante el JNE ni en la web del Instituto de Gobierno y Gestión Pública (IGGP) de la USMP, que hasta hace poco lo publicitaba como doctor. Si fuera cierto lo del magister, cuyas referencias en notas y tesis de grado no aparecen, García se habría especializado en comercio internacional y economía. ¿De dónde sale maestro en gobierno y gestión pública? La única referencia que se puede tomar sobre el punto es su primer gobierno (1985-1990), que era lo que tenía detrás al asumir el cargo. O sea la universidad de su amigo Chang, le asignó enseñar lo que sabía sobre desgobernar al país durante cinco años que resumieron la peor crisis de nuestra historia.
 
Tonterías. Es más o menos un lugar común decir que García no trabajó nunca en su vida; que apenas ejerció como asistente de algún estudio de abogados; que acumuló buena parte de sus bienes e ingresos de “donaciones” de empresarios amigos; que fue bohemio y desarreglado en Europa; y que se sacó la suerte cuando Haya de la Torre lo convocó al Perú porque se venía la Asamblea Constituyente. El propio AGP confirma está sequía de experiencia laboral, que forma la personalidad de las personas, cuando en su hoja de vida sólo anota la dirección del IGPP como trabajo realizado. Luego apunta que en el 2004 fue socio de una empresa de ventas y que perteneció a un supuesto Instituto del Empleo sin fecha de ingreso y salida, y que fue abogado también de manera nebulosa.
 
Es decir no fue profesional independiente ni trabajador del sector privado o público, no tiene investigaciones académicas que puedan consultarse, no siguió la carrera docente, no se formó en la materia que enseña, etc. Engañó a todo el mundo, pero esas son sólo tonterías.
 
30.07.14

martes, julio 29, 2014

Las cosas que se evadieron en el mensaje

El gobierno de Ollanta Humala acaba de ingresar en su cuarto y penúltimo año, bajo diversas sombras que el presidente ha tratado de ignorar o vadear en su discurso de fiestas patrias:

(a)   El país está entrando en fase de franca recesión, con registros de crecimiento que disminuyen mes a mes, y que exigen un diagnóstico claro que se asocie a las respuestas que tendrían que aplicarse para funcionar en la nueva situación. Humala ha centrado su discurso en afirmar que a pesar de todo el crecimiento continúa y que con las medidas de estímulo a la producción y la liquidez que se le está soltando al mercado, el escenario mejorará rápidamente y volveremos a las tasas de años pasados, lo que parece muy difícil, mucho más si las medidas son aún muy limitadas. La estrategia del ministro Castilla de esperar por el ingreso de los proyectos mineros para que cambien la actual inercia, no parece que pudiera llevarnos a cifras encima del 5% y el plan de megaproyectos del gobierno apunta a efectos de mediano y largo plazo. En todo caso Humala perdió la ocasión para sincerar los nuevos términos en que se plantea el crecimiento económico sin el estímulo de altísimos precios internacionales de materia prima. A su vez, queda por ver el significado de la “aprobación” del plan de diversificación del ministro Ghezzi, la amplitud y energía de los cambios, y la relación entre el plan diversificador y los planes del ministro de Economía que ha sido claramente hostil a las políticas de desarrollo por sectores y a la iniciativa del Estado en la actividad económica.

(b)   En el movido aspecto de la seguridad ciudadana, Humala ha subrayado aspectos presupuestales y de especialización de unidades y estructuras, pero otra vez ha dejado a un lado algunos asuntos decisivos como los de la corrupción policial y el desarrollo de grandes organizaciones delictivas que articulan variadas modalidades de delito: extorsión, tráfico de terrenos, violencia y sicariato, influencia en niveles estatales, etc. En un contexto de acusaciones sobre los gobiernos regionales, eludió también poner algún tipo de definición respecto al futuro del proceso de descentralización.

(c)    En cuanto a la crisis política, es claro que el gobierno está perdiendo dominio sobre el Congreso, en momentos en que tiene que atravesar la fase más difícil de su mandato, cuando debe resolverse la cuestión de la acusación sobre Alan García y cuando tiene que enfrentar un cuadro económico deteriorado. Ollanta no ha querido tocar el punto en su discurso, ni siquiera en forma indirecta, apuntando a recomponer alguna forma de mayoría. Esto puede ser un estilo de presentar las cosas o una gruesa expresión de inconciencia.

(d)   Falta ver que los anuncios de inversiones en educación, salud, programas sociales se realicen con el empuje que se hace necesario. Ya hemos pasado varios años con este tipo de enunciados sin que pase gran cosa.        

29.07.14

Pretenden declarar inadmisibilidad de amparo contra juez de García

 La escuela alanista de la leguleyada, que tan bien aplican los jueces amigos del Dr. Bamba, consiste como es evidente a jugar al viejo truco del papel sellado o del lugar en que el demandante colocó la firma. Todos sabemos que AGP, pretende tumbarse con la ayuda de jueces y fiscales el trabajo de la Megacomisión, expresado en nueve informes, con el argumento que “no sabía” que lo estaban investigando cuando lo investigaban.

Los atropellos del juez que patrocina a Alan García, el inefable Dr. Hugo Velásquez y de la Primera Sala Civil que ha actuado en pared, han sido denunciados paso a paso por el Dr. Guillermo Olivera Díaz, exjuez el mismo, y experto jurista, que ha demostrado las atrocidades cometidas en nombre de un falso “debido proceso”, al convertir un original pedido de nulidad sobre una citación del 8 de marzo, en una cadena interminable de nulidades generadas por los propios jueces, cuyo último dignificado es que a García no se le puede investigar.

Sobre esta vulneración al derecho que tenemos los ciudadanos de saber lo que realmente pasó con los narcoindultos, BTR y demás temas de la comisión Tejada, versa el amparo que Olivera, acompañado por los periodistas Herbert Mujica y Raúl Wiener, presentaron contra los fallos del juez Velásquez y la Primera Sala, y contra el pronunciamiento extemporáneo y prevaricador de Velásquez del mes de marzo del 2014, que llega hasta una pretendida anulación de los informes sin leerlos.

Este recurso está en manos de la Jueza Amanda Magallanes, del 10º juzgado constitucional, la que desde un comienzo ha actuado de manera parcializada y cómplice con su colega demandado, lo que se reflejó en un apercibimiento que nunca notificó con tres días de plazo, para que se subsanaran las direcciones de los demandantes, copia legible de DNI y otras exigencias de pura forma. Dicho requerimiento fue atendido aún en sus extremos más majaderos, pero ahora la misma jueza ha sacado la resolución Nº 2, en la que advierte estar corriendo traslado a la Central de Notificaciones para que diga si los autores de la demanda fueron correctamente notificados y si su plazo se venció antes de la repuesta.

La intención es más que obvia, ya que está diciendo en verdad que quiere un argumento de los notificadores para sacar la inadmisibilidad y de ahí declarar salvado a su amigo Velásquez. A la Central, le basta decir que “no encontró” a los citados para indicar que dejó la citación dentro del plazo, y ¿quién puede probar si estuvieron allí o si buscaron perjudicar al litigante? El hecho, es que otra vez, la justicia alanista quiere anotarse un triunfo de los suyos, evadiendo el tema de fondo. O sea que el Perú se puede robar, matar, sacar de la cárcel a capos del narcotráfico, interferir la justicia, y tener jueces preocupados por una palabra en una citación o una notificación deliberadamente mal hecha. Siempre que el investigado principal sea Alan García. Así estamos. 

29.07.14

lunes, julio 28, 2014

La universidad de los falsos doctores

Así como al histórico Al Capone del Chicago de los años 20, nunca se le pudo probar sus crímenes más terribles, porque sabía como ocular las huellas, y sus perseguidores tuvieron que atacarlo por el lado de la doble contabilidad y la evasión de impuestos, a nuestro Al(an) García están agarrándolo en estos días en la que podría parecer la más inocente de sus fechorías: tratar de pasar como un académico de altas graduaciones, cuando todos lo conocían como un activista político a tiempo completo, que jamás ejerció seriamente ninguna profesión u oficio y mucho menos tuvo algún atisbo de carrera docente.

Después de varios días de un pesado silencio y de varios titulares que ya lo habían rebautizado como “el doctor bamba”, García soltó el martes, en medio de la barahúnda del brusco cambio del presidente del Consejo de Ministros, un tweet en el que decía: “Tonterías. Soy abogado titulado (1972), magister (2004) y seguí cursos de doctorado (72-77). No presumo de títulos ajenos y cumplo la ley”. Con esto supuestamente se acababa el debate. Y, claro, quedaba el detalle de que el dos veces expresidente estaba ejerciendo una función de director de post-grado en la Escuela de Gobierno de la Universidad San Martín de Porres, sin tener las calificaciones para ello.

Detalle no nimio, si se está discutiendo el cumplimiento de la ley, y si es que en supuesto mérito a esa posición el señor García recibe más de 800 mil soles anuales de esa casa de estudios, le pagan el alquiler de una mansión en el Mirador de Las Casuarinas y le facilitan un carro BMW del año para su uso personal, que son las explicaciones que García brinda para sus ostensibles alardes de riqueza. La Universidad, dirigida desde 1996 por su amigo Juan Antonio Chang Escobedo, ha sido, como todos saben, la perfecta justificación de sus desbalances, pero para poder cumplir ese papel el grandazo tenía que estar dentro y justificar “legalmente” el enorme costo que le representa.

Precisamente, ahora nos enteramos que en el 2004, cuando el APRA de García estaba en plena campaña para tumbar al gobierno de Toledo y se preparaba para las elecciones del 2006, el personaje de esta historia estaba concluyendo una maestría de la que nadie tenía noticia, que no figura en su hoja de vida del 2006 y que tampoco estaba como referencia para los eventuales alumnos de la Escuela de Gobierno. Algo así como una maestría de emergencia para una situación incómoda para el expresidente. ¿Y de dónde creen que sacó este título inesperado el hombre que no presume de títulos ajenos (y tampoco se refugia en amparos, según decía respecto a la Megacomisión)? Pues, bien fácil. De la Universidad San Martín de Porres, de donde más iba a ser.

Así la misma Universidad le presta cobertura a sus ingresos, le financia vivienda, vehículo y otros gastos, lo vende a los estudiantes como “doctor”, le permite usar sus locales para hacer política, etc., y le otorga el título para justificar todo ello. Y tal vez no sea todo, porque esta investigación sobre el García paralelo al político puede llegar mucho más lejos. Y de veras no se trata de “tonterías”, sino de vérselas con quién ha dado suficientes evidencias de actuar como un estafador profesional.         

El amigo Chang


Pero la meteórica historia de ascenso académico de Alan García, paralela a  su regreso al país y sus campañas para una segunda y ahora tercera presidencia del Perú, sería del todo incomprensible sin otro relato que es el de la Universidad que le ha dado cobijo y el rector que la controla por 18 años[1]. Para entender esta parte hay que recordar unas palabras de Chang Escobedo del año 2001: de no participarse de los argumentos expuestos …, y considerarse que hay alguna irregularidad administrativa en estos hechos, por el tiempo transcurrido –más de diez años en todos los casos –,  cualquier cuestionamiento que se pretenda hacer respecto de ellos en la fecha, chocaría con la barrera infranqueable de la prescripción …” (Exposición ante la Comisión Investigadora del Congreso)

Una apología insolente a la impunidad que quería decir que todo lo que hubiera ocurrido hacia atrás quedaba fuera de debate, como pasaría con todo lo que sucedió para adelante. Entre las varias cosas que Chang no ha podido explicar jamás, están las siguientes: (a) La Universidad San Martín fue fundada por la congregación de los dominicos, y concluyó después de un enredado proceso y muchas “reorganizaciones” en manos de un grupo de amigos de Alan García que ahora hacen lo que quieren con ella. La demanda de este sector de la iglesia está vigente, pero carece de atención pública, que sí se ha dirigido hacia los reclamos de Cipriani sobre la Universidad Católica, y ha habido poderosos intereses a nivel de diversos gobiernos, el poder judicial y el Tribunal Constitucional para desconocer los derechos de los religiosos. Obviamente que no para un manejo más democrático y mayor calidad académica.

(b) José Antonio Chang hizo una carrera docente en la San Martín a partir de 1983, sin dictar ninguna clase, dirigir investigaciones o cualquier otro mérito académico y llegó a hacerse rector a los 37 años sin haberse probado como maestro. Este debe ser un récord en el mundo. Además, mostrando que habían quiénes lo querían en el poder, el susodicho quemó todas las etapas y saltó todos los requisitos para entrar a jefe de práctica cuando no se había graduado; pasar a profesor asociado cuando le faltaba tiempo para cumplir cuatro años en este nivel; lograr hacerse profesor principal sin maestría y doctorado.

(c)  Sobre Chang pesa además la presunción de haber presentado un título falso de  maestría otorgado por la University of Hartford otorgado en junio de 1996, con el que postuló al cargo de rector. Estos estudios se habrían realizado en base a la Resolución Rectoral N° 498-93-R-USMP del 03 de julio de 1993 que da cuenta de la concesión de una licencia  “…para seguir el curso de CreativeProblem Solving The intersection Of Art. Science And Technology del 19 al 31 del presente mes, en la Universidad de Hartford Connecticut USA”, que se extenderá del 11 de julio hasta el 12 de agosto.  La licencia y los movimientos de entrada y salida de Chang desde el Perú a los Estados Unidos, no calzan en absoluto ni con el concepto de una maestría (se habla de un curso de capacitación) ni con el plazo mínimo de este tipo de estudios que es de dos años (cuatro semestres). Chang nunca inscribió en el Perú el título que usó de plataforma para tomar el rectorado.

La San Martín es, por si alguien lo olvida, la universidad privada con mayor número de matriculados (se aproximan a los 40 mil), tiene una ciudad universitaria en Santa Anita que en una época era resguardad como un cuartel, y numerosos locales en diversas partes de la ciudad. El patrimonio actual debe alcanzar cifras impresionantes. En las investigaciones sobre corrupción de comienzos de la década de los 2000, se establece que la San Martín compró terrenos e inmuebles sobrevaluados  y que usó para sus operaciones financieras e inmobiliarias a la red de Montesinos, articuladas a través del Banco de Comercio, diversas constructoras y otras empresas, en lo que podía haber sido un intenso lavado de dinero de la corrupción. El capo montesinista Víctor  Venero Garrido, definió a Chang como un amigo con el que ha hecho buenos negocios.

Se puede ir aún más lejos en temas diversos: fraude en los exámenes de ingreso, ventas de notas, desfalcos en diversas cuentas, corrupción de magistrados y hasta muertes nunca esclarecidas, entre ellas las del secretario de economía de la Universidad. Lo cierto es que la gestión Chang no ha hecho de la San Martín una potencia académica, pero si el centro de una gran cantidad de controversias políticas y judiciales. Y ahí ha estado bien sentado el Don de la política peruana, hasta que la farsa del doctor de la Sorbona y la Complutense se vino abajo.  

28.07.14
Publicado por Hildebrandt en sus Trece



[1] La información que se utiliza en esta sección procede de Informe Final de la Subcomisión Investigadora de la Universidad San Martin de Porres, del año 2001; y del libro “Premio al Delito” del profesor chalaco Jimmy Ccalla Colana, 2011.