miércoles, octubre 31, 2012

Los reyes de La Parada

En la calle Cristóbal de Peralta en Valle Hermoso, Surco, florecen la únicas monarquías que hay actualmente en el Perú. Ahí se encuentran en amplios chalets a varios reyes de la papa, del camote, la cebolla, el ajo y otras especies del comercio mayorista. Y para acercarse a ellos por cierto, y como corresponde a su alto rango, hay que pasar por numerosos controles de seguridad y asegurar que se tiene bien concertada la cita. Los dominios de estos reyes, como se sabe, están a una cierta distancia, en un ambiente completamente distinto al de sus viviendas.

En medio de un juego de olores a desechos podridos se levantan los imperios de los alimentos más vitales de la ciudad. Cada rey tiene un número de puestos que están encargados a sus administradores y vendedores, a los que llegan los minoristas para retirar sus mercaderías. Por vía de teléfonos los reyes dictan los precios que se deben pagar a los que traen los productos y los que se deben cobrar a los que se los llevan. Y es que el detalle de los señores de Cristóbal de Peralta es que ellos también intervienen en la financiación de las campañas de los agricultores, lo que les permite imponer finalmente su precio por las obligaciones ya creadas.

La diferencial entre el precio de campo, mayorista y minorista, es lo que explica buena parte de la carestía de los mercados y de la pobreza campesina. A más, por cierto, de las inmensas fortunas de estos reyes de los tubérculos y las verduras. Cuando hablamos del traslado a Santa Anita estamos refiriéndonos a cómo se va replantear esta relación de poder que está profundamente enraizada en el sistema de distribución de alimentos de la capital. Si uno quiere imaginar de dónde pudo salir el dinero para pagar matones que armaron el caos y generaron la sensación de inseguridad que se apoderó de la ciudad hace una semana, tiene aquí un terreno para formular varias hipótesis bastante creíbles.

Productores relativamente modernos como la del ajo del sur, principalmente Arequipa, relatan como es el trato con los reyes, a los que hay que enviarles un negociador a sus residencias y discutir sus condiciones. Un poco de unidad de los productores mejora el poder de negociación, lo que no ocurre con los de la papa que siendo el grupo mayoritario, se encuentra disperso en pequeñas unidades que no pueden lograr un trato con los mandamases de la comercialización.

Es verdad que La Parada era un mundo de ramificaciones complejas que van desde los muy grandes, a los grandes, medianos y más pequeños, estibadores, carretilleros y cargadores, ambulantes y cientos de personas dando vueltas en torno a ellos. Pero a los reyes, reyes, nadie los ve en la zona, cuando son los que realmente mandan. Esta perversidad de la organización económica es la que favorece la corrupción de autoridades y la delincuencia, el descuido sanitario y la violencia subterránea que eclosionó el otro día y que algunos piensan explotar hasta las últimas consecuencias para tumbar a la alcaldesa de Lima.

Pero meterse a romper el espinazo de una estructura de poder no es poca cosa. Hay que ser muy necio para no apreciar que lo que se está haciendo no se compara a ninguna cosa previa. Son 50 años de historia que están cambiando rápidamente.

31.10.12
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martes, octubre 30, 2012

La aldonecedad

Con urgencia el lenguaje político requiere enriquecerse con un término que refleje el esfuerzo intelectual que se requiere para comparar el desalojo de comerciantes minoristas que ocupaban irregularmente el mercado de Santa Anita (muchos de ellos bajo alquiler a traficantes de terrenos), que se postergó muchas veces y se realizó a plena luz del día; con el bloqueo en dos tiempos de los accesos al exmercado mayorista La Parada en medio de una resistencia masiva de delincuentes, contratados por los comerciantes mayoristas y respaldados por los aparatos políticos de la derecha hipócrita que quiere tumbar a la alcaldesa y generar condiciones golpistas en el país.

También para quedarse detenido en el tiempo y seguir hablando del fracaso del jueves, cerrando los ojos a la victoria del sábado. O para lamentarse de los atacantes muertos con la nota de que “si el alcalde hubiera sido de derecha seguro la izquierda lo hubiera crucificado”, mientras al mismo tiempo se pide a gritos que se dispare al cuerpo de cuanto manifestante ocupe las calles por salarios o proteste contra la minería que contamina su región. Y la idiotez sigue con eso de las horas de las intervenciones, cuando todas (las exitosas y las fracasadas) se han hecho a la luz del día, y no en la madrugada. En resumen que si la alcaldesa es de izquierda y hace lo que ni siquiera intentó Castañeda que es enfrentarse al poder local de los reyes del abastecimiento mayorista y todo su dinero, siempre será una debacle, aunque ahora Santa Anita Mayorista ya empiece a ser una realidad, para rabia de los revocadores.

La aldonecedad puede ir tan lejos como para zapatear porque dentro de las actividades de la Casa Mariátegui haya muchas que las promueve la izquierda, por el carácter simbólico del lugar. ¿Querrá Mariátegui que se cierre la Casa Mariátegui? O para abanderarse de ese caso de reblandecimiento mental del congresista Castagnino que se queja por lo que dice que le hicieron firmar, mientras lo engañaban diciéndole que era el texto de la “mayoría”, que es lo que acostumbra adherir, porque no le gustan las minorías. Este pobre hombre que vota leyes pero no lee lo que le ponen al frente y que quiere pasar por víctima de su propia ridiculez, sólo podría ganar primeras páginas en un periódico aldonecio, que es lo que finalmente parece ser lo que lo hace feliz.

Y así podrían seguir las historias hasta aquella inolvidable del 27 de marzo cuando acusó a la alcaldesa de sus amores de comprarse un camionetón de 40 mil dólares para su uso personal, y tuvo que rectificar al día siguiente en primera página su aldonecedad al mostrarse las facturas que demostraban que el vehículo procedía de la gestión anterior y no era usado por la alcaldesa Susana Villarán. Tanta barbaridad nunca lo ha cohibido para volver a hacerlo. Es lo más necio de todo esto, hacer evidente para todos sus odios al punto que ya son muy pocos los que le creen.

La aldonecedad tiene su héroes: Alberto Fujimori, Alan García, Marco Tulio Gutiérrez, Castagnino, que deben estar entre lo mejorcito de la DBA peruana. Y de alguna manera expresan diversos ingredientes de la personalidad del personaje que ha encabezado el mayor número de campañas tontas y fallidas del los últimos años. Y es que cuando la idea de país se reduce a que éste no tenga izquierda se abre el camino para muchas aldonecedades.

30.10.12
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lunes, octubre 29, 2012

La política hipócrita

La batalla de La Parada ha concluido. Y como dice Susana el país ha visto quiénes eran los que dominaban esa zona vital para el abastecimiento de la ciudad y en qué clase de gente se apoyaban para imponer su dominio.

Yo agregaría algo más. El intento desestabilizador de estos días también ha hecho evidente las conexiones que existen entre la campaña de revocatoria de la alcaldesa y diversos intereses políticos que buscan a gritos una vía autoritaria para el país.

Ya el miércoles, durante el fracaso del paro de los empresarios del transporte los dirigentes se lanzaron a la violencia. Y el jueves, la RENIEC se rendía ante Marco Tulio y se confirmaba la curiosa escena de dar por válidas las firmas extemporáneas cuando todavía no se había resuelto el reclamo del propio registro y de la Municipalidad para que no se las cuente por estar fuera de fecha.

Entonces ya estábamos con alcaldesa renga y con una especie de bandera blanca para que los resistentes a las reformas capitalinas se rebelaran contra una autoridad que podía terminar yéndose en un plazo cercano. Y ahí vino la explosión de La Parada, con revocadores celebrando la “ineficacia” de Villarán, políticos carroñeros apoyando la eclosión de delincuencia y desorden que cubrió las calles de La Victoria, y una mano oculta que empezó a sembrar el miedo en la ciudad.

La asonada del jueves parecía mostrar una Municipalidad improvisada y desordenada en sus decisiones, una Policía indecisa en su responsabilidad, y a comerciantes mayoristas dispuestos a declarar que nunca los moverían de ese lugar, mientras en las calles los peores delincuentes de Lima les hacían el trabajo de impedir que se aplicaran las decisiones municipales.

Era el momento para que los parlamentarios de Solidaridad Nacional dijeran que la alcaldesa debía irse y se adhirieran abiertamente a la revocatoria con la que habían mantenido vínculos clandestinos, y el mudo siguiera mudo, imaginando que su hora empezaba a estar cercana. El fujimorismo por su parte se movió para identificarse con la resistencia de los comerciantes y desplegó sus redes para crear la sensación de que Lima estaba cubierta de saqueos, lo que quería decir que se necesitaba alguien como el que ustedes ya saben que si sabe como imponer el orden.

La banda de Marco Tulio, bajada del cerro El Pino de la política, lanzó la especie que la revocatoria sería para enero, es decir un armado especial para ellos, que si pudiera ser cierto coincidiría con una coyuntura de agitación de grupos de interés anti-reforma y demostración de la “incapacidad” de Villarán para hacer lo que Castañeda evadió realizar. Pero el sábado todo esto se derrumbó. Bastó un gesto de firmeza de la alcaldesa y el respaldo del presidente, para que batalla por el control de La Parada cambiara de carácter.

Ahora todos celebran la recuperación de la autoridad y hablan de los vándalos a los que antes hacían el juego. En medio del retroceso mediático, sólo el chico terrible de la DBA ha titulado que La Parada fue recuperada tras la “debacle” de Villarán, cuando sin la energía municipal para volver a la carga arriesgándolo todo, jamás se hubiera resuelto el problema. En realidad la debacle de la que habla Aldo M es la de la nonata revocatoria que se basa en el supuesto que a Villarán le falla todo. Bueno, ahora fallaron ellos.

29.10.12
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domingo, octubre 28, 2012

La muerte de Jaime Ramírez

Como nadie debe morir en prisión, y ese es el cuento que ha sido puesto en circulación para poner el foco de atención pública en Alberto Fujimori que a la menor molestia es trasladado a costosas clínicas privadas, agentes del gobierno han visitado a la familia de Jaime Ramírez Pedraza, que acaba de fallecer en el penal Castro Castro, víctima de una enfermedad degenerativa e incurable que ya sabía hace tiempo que lo llevaría a la tumba, para solicitarles firmar una declaración de que esto ocurrió después de haber recibido el indulto presidencial. Eso, por supuesto, ha sido rechazado por los familiares que durante varios años han chocado una y otra vez con la desidia del poder para actuar frente a la evidencia de la gravedad e irreversibilidad del mal que aquejaba a Jaime y nunca respondieron al pedido de indulto que carecía de gran prensa y de capacidad de presión en los altos niveles del Estado.

En esta columna y en otras notas de este diario hemos hecho eco varias veces del caso Ramírez Pedraza, y hemos sido enfáticos en subrayar que esta era la prueba de que los sentimientos humanitarios no pueden discriminar por razón personal o política. Pero a Jaime lo dejaron sufrir la peor de las carcelerías, en un estado de parálisis muscular, sin poderse valer por sí mismo, y sufriendo sucesivos episodios de asfixia apenas salvados con la ayuda de sus compañeros. Pero como Jaime era del MRTA, los gobiernos de García y Humala sentían que su indulto era una papa caliente, porque ahí andan los Aguinaga y los Kenji para gritar que a los “terroristas” los sacan de la cárcel y “al que pacificó al país”, a punta de Grupo Colina y de una legislación totalitaria que sofocó la libertad de todos, lo mantienen en la DINOES desde donde dirige su partido político, cuando podía hacerlo desde su casa.

Humala tuvo en el caso Ramírez la ocasión de demostrar que en los asuntos de enfermedades terminales o muy graves, se actúa sólo a partir de los informes médicos. Pero no lo hizo. Y es una vergüenza que existan funcionarios que creen que este trato abusivo se puede maquillar a cambio de algo, para salvar la cara del gobierno. Como informa un comunicado de la familia de Jaime ya son tres presos muertos por enfermedad, ante la pasividad de la Comisión de Indultos en lo que corre de este gobierno. Hay presos que ni siquiera tienen familia para que hable por ellos como la tenía el militante emerretista, y que se van muriendo en el peor de los olvidos.

El jefe del INPE debería responder por estas realidades en vez de estarse distrayendo porque la prensa de derecha lo ajocha con el asunto de Antauro, sobre el que pesa una reclusión ilegal en la más dura de las prisiones peruanas, pero los Du Bois y otros quisieran que todavía se le castigue más para ver hasta dónde puede caer en su autoestima su hermano presidente. Es una lástima cuando el poder no es poder, y no puede hacer lo que es justo, como liberar a Jaime Ramírez antes de su muerte, y sólo hace lo que los medios le ponen como agenda.

28.10.12
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sábado, octubre 27, 2012

El 5 de febrero de Susana

Después de un millón de pellejerías, falsificaciones, duplicaciones y bluffasos, Marco Turbio declaró ante una RENIEC rendida a las presiones que acababa de reconocerle 400 mil firmas, que estaba satisfecho y envió saludos burlones a los diarios que más lo combatieron en el accidentado proceso de la revocatoria. Unas horas después íbamos a saber a lo que se refería que no era a otra cosa que a la rebelión contra la autoridad municipal y policial, de los comerciantes de La Parada y al estallido de violencia y lumpenaje que sacudió las calles de La Victoria el último jueves.

De eso se trata. De una operación política para que Susana Villarán fracase en las reformas más urgentes que están pendientes en la ciudad de Lima: comercio mayorista, transportes, seguridad, recuperación del centro histórico, etc., frente a todas las cuales se corrieron los anteriores alcaldes, especialmente el que sostiene, sin admitirlo, a Marco Tulio y su pandilla y que encierran en cada caso resistencias de los intereses creados que ahora se sienten fortalecidos para pedir la cabeza de la alcaldesa.

Si alguien quería, sin embargo, alguna demostración de la verdad de La Parada, la ha tenido completa en el vandalismo atravesado de delincuencia que se desató en costo tiempo en los alrededores del viejo mercado mayorista. Claro, los dirigentes dicen que no saben nada y que no son responsables de lo que ocurre en la calle, pero ese es un valiente pretexto porque ellos saben que esa es su fuerza, insertarse en un mundillo, donde una cadena de relaciones une a miles de personas que hacen de la comercialización de alimentos una experiencia de informalidad que alimenta focos de delincuencia, prostitución e inseguridad ciudadana.

Es lo que hace que en un notable giro oportunista, el mayor enemigo periodístico de la alcaldesa Villarán diga que el problema no es que exista un abierto boicot a la gestión edilicia, amparado en la historia de la revocatoria y alimentado diariamente por la prensa DBA, sino que a los de la Municipalidad y la Policía les faltó decisión para disparar armas mortales sobre la turbamulta que le había salido al frente. De esta forma el diario de la revocatoria pretende apalear a Villarán porque quiere mover el mercado hacia las instalaciones de Santa Anita y luego por hacerlo sin usar la suficiente fuerza. Es decir siempre va a perder, como que ya le está reclamando la renuncia y pidiendo la votación en el más corto plazo, para que el caos se instale hasta el momento de la consulta.

Pero AMB tiene su fórmula, dice que este es el baguazo de la izquierda, es decir la rebelión social que se escapa de la mano a los gobernantes, como si los saqueadores y carteristas desatados en La Victoria pudiesen compararse a los indígenas atacados por la Policía por órdenes de García en la Curva del Diablo, o como si el traslado de La Parada se asemejara en algo a las leyes de la selva emanadas del TLC. En realidad lo que rememoran los actos del día jueves, es al 5 de febrero de 1975, cuando intereses políticos manipularon el lumpen limeño e impusieron la destrucción y el robo en las calles. ¿Estará satisfecho con eso también Marco Tulio y su mandante? Parece que sí.

27.10.12
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viernes, octubre 26, 2012

Los candados económicos

Tan seguro se siente Fritz de que Humala no podrá salirse del marco económico que se autoimpuso para evitarse el embate de la derecha, que ya no le cuesta nada burlarse en primera página del presidente que quiere ser entrevistado mientras corre por la mañana, sobre el tema de las supuestas gollerías de las que gozaba Antauro Humala, antes de ser confinado ilegalmente a la base naval. Como ya no hay nada que temer en la parte que más interesa (el bolsillo de las grandes empresas, de donde cobran los directores, consultores y publicistas, que en Fritz son un solo oficio), ya no hay necesidad de ocultar las claras afinidades con el fujimorismo en esta hora histórica del indulto para papá Fuji, donde se está jugando el reagrupamiento derechista para la siguiente etapa.

El hecho es que Fritz cree que el problema de Ollanta no es si ante el desgaste que está empezando a sufrir y el choque cada vez más duro con sus electores, va a tener en algún momento la tentación de regresar algunos pasos sobre su programa de “gran transformación”, actualmente condenado al olvido, eso puede ocurrir, pero no puede. Ya está atado y empaquetado, de modo que no puede salirse de donde ha quedado colocado. Cuatro razones son esgrimidas como los cerrojos que han anulado al otrora candidato del cambio y entregado todo el campo de maniobra a la peor derecha: (1) la Constitución de 1993, mil veces repudiada por Ollanta, que sin embargo encuadra su gobierno y que en el súmmum de la confusión se ha vuelto sinónimo de “Estado de derecho” del cual es imposible moverse quiérase o no; (2) TLC con Estados Unidos y otros, que han fijado compromisos de política económica que se entiende que no pueden desconocerse sino a través de un proceso largo que va más allá de una gestión gubernamental; (3) el grado de inversión, que así como ensalza al Perú como paraíso de las inversiones, atrayendo capitales, también puede convertirse en un anti-grado que las aleje y coloque al país en cuarentena; (4) la independencia del BCR, encabezada por un neoliberal que perdió las elecciones pero que puede usar la política monetaria para modular al gobierno.

Ven, no hay salida, dice animoso Fritz. Y eso que no se toma el tiempo para mencionar otros detalles como el inmenso poder de Castilla en el gabinete y su línea directa con la primera dama; los fondos de reserva fiscal controlados por el MEF cuyas claves de uso están en manos de la tecnocracia; el poder de las trasnacionales y los bancos; etc. Es decir si el presidente intentó evitar que lo samaqueen, como lo están haciendo con la alcaldesa de Lima para detener su plan de reformas, lo que ha conseguido es asegurar el chaleco de fuerza preparado durante veinte años para prevenir resultados electorales como los del 5 de junio. Lo peor es que una vez copado por el lado económico y con el sistema fuera de peligro, ya no hay problema de darle a Ollanta por el lado que sea, especialmente el que más le duele que es el de la familia. Du Bois dice que el panorama tal como lo describe es “tranquilizador”. El tema es para quién, porque los conflictos y las huelgas de los últimos meses no han venido del aire.

26.10.12
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jueves, octubre 25, 2012

Amenazado por blog


raul wiener calla terruco de mierda cuídate que te vamos a matar hijo de puta

En mi blog: www.rwiener.blogspot.com, ha aparecido el mensaje que se menciona más arriba, incluido como un comentario al artículo “El golpismo fujimorista en acción” del 8 de septiembre de 2012. La nota mía se refiere al aroma golpista que se desprende de los ataques a la Comisión de la Verdad que incluye el negacionismo de derecha que asume que toda referencia a los crímenes muchos de ellos sin sanción, de la guerra sucia desde los organismos del Estado es un síntoma de que lo que se llama el “caviarismo” no es sino una varíate del “terruquismo”.

Se han tomado 44 días para responderme en los alturados términos que estamos señalando para que los lectores tengan una idea de la cultura con la que se manejan. No es la primera vez que esto me sucede. Pero es curioso que hayan querido amedrentarme en vísperas de un reencuentro con mis amigos en plena lucha por vencer una grave enfermedad que es pública desde hace varios meses. Los valientes que quisieran matarme saben por lo que estoy pasando. Y conocen también que Fujimori es un viejo tema al que le he dedicado dos libros e innumerables artículos de opinión.

La asociación entre fujimorismo y violencia es nítida entre artículo crítico y mensaje conminatorio. Pero más evidente es aún la demostración de a cuenta de quiénes se está haciendo este intento de intimidamiento.  No me cabe duda que hay operadores que creen que existe un sector militar dispuesto a abanderarse del “derecho a la impunidad”, que incluye una lectura sesgada de la historia sobre la victoria de los 90, y que para avanzar en este propósito hay que enfrentar al enemigo que se encuentra en las organizaciones de derechos humanos y la prensa independiente. Que eso representa un ánimo gol`pista, a algún plazo, es algo de lo que ya no me queda ninguna duda.      

Yo no sé si estos anónimos vociferantes expresan, por ahora, solamente el avance de una campaña de miedo, o si sus autores quieren ir más allá. En todo caso lo que está a la vista es que el militarismo revanchista que nació en la guerra y recrudeció con la democracia de los años 2000, vista como débil y contemplativa, está activo, y las señales contradictorias del gobierno de Humala, como su posición sobre el caso Chavín de Huántar y luego sobre la sentencia de Villa Stein sobre el grupo Colina (claramente opuestas), no han hecho sino fortalecer los movimientos clandestinos de estos falsos pacificadores.

En realidad la cobardía intrínseca de los furtivos visitantes de mi blog se demuestra fácilmente en el temor que tienen a las ideas del otro. No son capaces de oponer un concepto contra el otro. Como cuando en la campaña electoral le enviaron una corona fúnebre al director de LA PRIMERA para subrayar que lo que representan es a la muerte. Ya entonces Lévano les contestó que se sentía un director coronado.

Yo que tengo mi propia lucha por vencer el cáncer que llevo dentro del cuerpo no me voy a callar porque me llega un mensaje plagado de insultos.

25.10.12 12
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miércoles, octubre 24, 2012

No leí lo que firmaba y soy congresista

Ya no sé si indignarme o reírme.

Que un hombre adulto, que se pretende representante de una parte de la nación, salga a denunciar que lo hicieron firmar un dictamen que él creía ingenuamente que era otro, es demasiado.

Que diga que Diez Canseco lo engañó indicándole que era en su contra cuando era a su favor, parece un chiste de los más malos que pueden imaginarse. Es decir que el tal Castagnino esperaba que el congresista acusado le alcanzara la moción de los tres que quieren sancionarlo para ver si aumentaba el número de firmas en su contra y el sonsonazo firmó, sin leer de qué se trataba de lo contrario.

Y ahora tenemos al inventor de la acusación contra Diez Canseco diciendo que el “engaño” a Castagnino es peor que lo del canje, y no queda claro si lo que quiere es empezar a retroceder sobre una denuncia ya debilitada para reemplazarla por otra, o si realmente cree que al pobre congresista peruposibilista es inimputable sobre lo que firma y los demás son los malos.

Increíblemente además, el que dijo que su mayor placer había sido ver a Mulder, Díaz Dios y Urtecho votando por la sanción a su enemigo de toda la vida, aún cuando lo hicieran contra el informe técnico de la Comisión de Ética y sin dictamen sustitutorio, reclama ahora que los demás medios se pronuncien sobre el caso Castagnino.

Y, la verdad, si en mi caso no decía nada sobre esto era porque me parecía de una ridiculez extrema que un dirigente político tuviera que darse cuenta por la prensa que lo que había firmado era contrario a lo que pensaba y que pretendiese que el culpable de tamaño desliz no fuese él, sino el que le alcanzó el documento, al margen de lo que le dijo que era porque frente a ello sólo van a existir su palabra contra la del otro.

Por supuesto, todo el mundo se da cuenta que Castagnino está buscando una reubicación política en la extrema derecha porque no le ve futuro a la extraña alianza de Toledo con Humala, que tiene a Perú Posible con las manos atadas, y tal vez porque empieza a ver algún futuro en la fanfarria fujimorista n torno al indulto.

Su pasos erráticos: no asistir a la comisión, firmar y desdecirse, son los típicos de los que se van de a pocos. Ahora esperará que su partido no lo acompañe en su insólita queja, sea porque igual que muchos en el país no ven la falta en presentar un proyecto de ley que tiene cientos de miles de beneficiarios, si entre esos está su hija, proyecto que no se discutió ni votó, pero con el que quieren crucificar al más notorio líder de la izquierda y de la lucha contra la corrupción.

Castagnino es para todo efecto un instrumento que ha caído en manos de la DBA, que debe estarse riendo de un tipo capaz de proclamar que fue engañado para firmar lo que no quería hacer. La próxima vez le hacen suscribir el regalo de su casa a un tercero, o una deuda por la que no recibió el dinero y creerá que puede reclamar la condición de ingenuo.

Sí, efectivamente, este caso es mucho peor que el del canje que no es sino ignorancia supina de los acusadores, porque en el tema de la firma no deseada se aprecia la calidad de los individuos que pueblan el Congreso y su falta de respeto hacia ellos mismos cuando quieren alcanzar algún objetivo político.

24.10.12
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martes, octubre 23, 2012

Políticamente incorrecto

Este es el título de una reunión de amigos que ha sido citada para el 25 de octubre en la Casa Mariátegui para anunciar mi regreso de donde nunca me fui, algo así como empezar a poner atrás el tema de la enfermedad. Es un gesto que agradezco con toda el alma y que de paso me ha hecho pensar en la intención de presentarme como alguien capaz de ponerse en sentido opuesto a lo que otros dan a priori por correcto sobre todo porque sienten que eluden los puntos de mayor polarización.

No sé si merezca el distingo, pero si con esto se quiere decir que me disgusta la fórmula: “ustedes indultaron más”, cuando de lo que se discute es sobre un bárbaro sistema penal que provocaba la detención y condena de muchos inocentes, que produjo vergüenza al propio fujimorismo; o cuando se niega la “flexibilización carcelaria”, sin tomar en cuenta que el régimen de prisiones de los 90 era inaceptable en el grado de civilización del que nos sentimos parte; entonces si soy todo lo incorrecto que sea necesario.

Puedo mencionar otros casos, como cuando se dice que si el estudio médico muestra que Fujimori está en estado terminal o bajo una gravedad irreversible, cuando todos saben ya que no es así y que desde la DINOES se están armando cada día operaciones sicosociales no sólo para crear una corriente a favor del indulto, sino para demostrar que los fujimoristas han puesto a la defensiva a todos aquellos que dudaron en oponerse desde el primer día a la libertad del expresidente reo de la justicia por temor a chocar con el sentimiento popular de lástima hacia el prisionero y su enfermedad.

También debe ser incorrecto protestar por el ensañamiento del poder contra Antauro Humala, encerrado en la base naval como prisionero de alta peligrosidad, para intentar resolverle a su hermano presidente las presiones de la prensa de derecha. Como acaba de demostrarse, Antauro no ha dejado de ser una presa de la prensa amarilla a pesar de estar sobre-castigado, mientras que su engreído de la DINOES parece haber instalado un estudio fotográfico para emitir las tomas que sirvan a la causa del indulto a la que se ha jugado.

A Ollanta lo quieren llevar a que con una mano ponga fuera de su celda al hombre contra el que se levantó hace doce años, condenado por violador de derechos humanos y corrupto, y con la otra profundice su ruptura con su hermano y su familia. Casi una robotización de sus reflejos para que pueda seguir haciendo lo que la derecha quiere. Aunque decirlo sea políticamente incorrecto.

Exculpar a priori a los comandos de Chavín de Huántar, que son héroes, frente a los feos gallinazos del SIN, sólo que alguien de los primeros entregó a los capturados vivos a los segundos, si fueron estos los encargados de eliminarlos. Y es que esos valientes soldados que se agarraron a tiros con los emerretistas no eran ajenos a las manipulaciones que se aplicaron a las instituciones militares en los 90, de ahí la conjura de silencio sobre lo que realmente pasó.

Lo políticamente incorrecto no es la verdad indiscutible, sino aquello que uno verdaderamente cree, sin condicionamientos de quedar bien o de remover la verdad oficial. La transición post fujimorista ha proveído de muchas medias verdades políticamente correctas. El riesgo es que reviertan a las crudas mentiras fujimoristas, sino somos capaces de reaccionar aún cuando parezca una incorrección.

23.10.12
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lunes, octubre 22, 2012

Ciclos de la política peruana

El ciclo largo de la política peruana puede ser marcado entre el 3 de octubre de 1968 y el presente, un arco cercano a los cincuenta años en el que se ha estado jugando la reestructuración del Estado peruano tras la caída de su armazón oligárquica y la emergencia de una gran variedad de nuevos actores sociales interviniendo en el terreno de la política buscando orientar el Estado a favor de sus intereses. Este ciclo atravesó por una dictadura militar en dos fases, una etapa de restauración democrática y juego de partidos, una nueva fase dictatorial cívico militar y un nuevo episodio de democracia modulada por las condiciones establecidas durante el fujimorato que representaron una correlación a favor de los nuevos grupos empresariales y que han permanecido incólumes bajo la segunda restauración del juego de alternancia, esta vez casi sin sistema de partidos.

Fujimori fue el intento más profundo por clausurar el ciclo largo (ante lo que habían fracasado Morales Bermúdez y la democracia de los 80), pero si bien cambió la disposición del fuerzas no pudo terminar su labor de reestructuración de lo ya reestructurado, y fue echado de mala manera del poder cuando se proponía seguir indefinidamente al frente del Estado. La transición post fujimorista se inicia entonces en medio de una ambigüedad esencial: quería representar una recuperación de la legitimidad perdida en 1992, pero tenía un miedo patético a poner en riesgo el esquema económico vigente que hacía crecer la economía y de relajar los mecanismos de control social que se construyeron para una fase de alta polarización social y grave amenaza armada sobre el Estado.

El ciclo de la transición es el tramo medio de la historia social peruana en el que todas las fuerzas se reorganizan, muchos se sienten vencedores sólo para frustrarse más adelante al ver que las cosas básicamente siguen igual, la democracia se fujimoriza y el fujimorismo para de la defensiva y la vergüenza, a la relegitimación que vemos actualmente, cuyo rostro más irónico se aprecia en el cuadro del “chino” que asegura estar pidiendo perdón si algo hizo mal durante su gobierno. Las elecciones del 2011, tienen en esta misma lógica, un significado que suele no ser bien subrayado como acto de censura a todos los partidos y dirigentes de la transición de los 2000: Toledo, Castañeda, PPK y Alan García, derrotados inapelablemente en la primera vuelta cuando cada uno de ellos estaba seguro de llegar a la segunda y terminar ganando la elección.

El ciclo más corto e inmediato comienza con la victoria popular del 5 de junio del 2011, cuando se impone una mayoría electoral por el cambio y contra el regreso del fujimorismo al poder, llevando la presidencia a Ollanta Humala que lamentablemente se dejó leer en forma totalmente equivocada ese resultado, interpretando que su propuesta de entrada no había convocado a la mayoría y que sus compromisos con el antifujimorismo de centroderecha en segunda vuelta lo obligaba a mantenerse en los límites en los que funcionó la democracia de los 2000, que ya había sido repudiada en las urnas.

El gobierno Humala debía haber sido el terreno de una batalla por cambiar la relación de fuerzas de los 90 y tentar otra salida al ciclo largo de la política, separándose de la transición frustrada. Hoy es un factor de gran frustración y de agudo conflicto social y político, en el que parecen haberse cerrado todas las salidas. Pero, como dicen, la historia es un viejo topo que horada bajo la tierra, hasta que brotan las nuevas realidades.

22.10.12
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domingo, octubre 21, 2012

Tres gabinetes

El primer gabinete de Ollanta, presidido por el empresario progresista Salomón Lerner, contenía varios mensajes: la idea de que izquierda, centro y derecha podían coexistir bajo la bajo la égida de un presidente que pasaba a declararse como que no respondía a ninguna de estas filiaciones políticas; el concepto de que las primeras reformas irían a favor de los sectores más pobres por vía de los nuevos y antiguos programas sociales, financiados con una mayor contribución de la minería; la canalización de los conflictos hacia espacios de diálogo y búsqueda de soluciones parciales, mostrando voluntad de cambio; la continuidad más estricta de la política económica previa, basada en los principios que rigen al país desde hace más de veinte años.

Este diseño sería luego acusado de “torre de babel”, ministros que se desmentían entre ellos, mucho palabreo, diálogo que no resolvía los problemas como en Conga (obviando que el presidente hizo estallar este trato con la declaración autoritaria de “Conga va, a mí nadie me da ultimátums, que multiplicó los ultimátums y polarizó al país entre va o no va), etc. De ahí vino otro gabinete, esta vez sin pretensiones de pluralidad, inclinado claramente a la derecha con el justificativo de lo tecnocrático y la reducción de las diferencias y por supuesto de las declaraciones individuales, lo que debilitaba el obviamente el liderazgo de los ministros; asimismo perdieron peso las reformas como meollo del gobierno; se puso mano dura sobre los conflictos sociales, con una cuenta sucesiva de muertos en cada uno de ellos; y la política económica se mantuvo invariable, con el único agregado de que llegaron nuevos ministros ligados al jefe del MEF fortaleciendo la presencia tecnocrática en el gabinete.

Así los dos primeros gabinetes que recorren el primer año de gobierno de Ollanta Humala quedaron claramente diferenciados en aspectos centrales, pero la línea económica neoliberal permaneció intacta. En julio se nombró a Juan Jiménez como primer ministro, tras el desgaste de Valdés que se fue manchado de sangre y de fujimorismo para el que por momentos parecía estar gobernando. El nuevo gabinete volvió a hablar de diálogo, como si estuviera descubriendo la fórmula mágica para evitarse los enfrentamientos de la primera mitad del año; confirmó el estilo de organizar a los ministros por bloques que ya se había visto con Valdés, alineando de un lado a los ministerios de Interior y Defensa con el primer ministro, y nada menos que a ocho ministerios con el jefe del MEF, dejando a los demás más o menos próximos a uno de los polos y en algunos casos, especialmente algunas de las ministras mujeres, dando a entender que correspondían a la cuota de Nadine. Aparentemente este era el momento para un nuevo impulso a los programas sociales y para volver con el tema de la inclusión social, pero una oleada de huelgas duras, comprometiendo sectores sensibles como Educación y Salud, ocuparon el primer plano y sacaron a la luz la desorientación del gobierno y el ministro Jiménez para manejar una situación así. En economía por supuesto todo siguió igual.

Llevamos poco más de tres meses del tercer gabinete ollantista y el equipo que supuestamente dirige el país luce mucho más desorientado y prematuramente envejecido que sus predecesores. Si había un gabinete de diálogo y otro de represión, este tercero no se sabe qué será. El primer ministro es casi invisible y las encuestas del poder lo ubican muy detrás del de Economía y por supuesto de la primera dama. Pero la indefinición que padece la PCM y muchos de sus ministros no viene del aire sino que expresa la crisis política en curso. ¿O alguien sabe adónde va este gobierno?

21.10.12
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sábado, octubre 20, 2012

El VRAEMU

El VRAE (Valle del río Apurímac y Ene) se convirtió en VRAEM cuando el gobierno creyó necesario reconocer que el problema de los Quispe Palomino se había extendido hacia el norte a los lados el río Mantaro que es el que finalmente confluye con el Apurímac para formar el Ene. Ahora se podría fácilmente aumentar una U al dichoso nombre (VRAEMU) si nos percatamos que la reciente decisión de nombrar un comando de la provincia de La Convención en el Cusco también implica un nuevo reconocimiento de la ampliación del escenario de la lucha, esta vez hacia el sur, a la zona del río Camisea afluente del Urubamba.

El hecho es que este enredo de siglas está reflejando una situación cada vez más complicada en la selva centro-sur, derivada de la transformación de los antes llamados remanentes de Sendero Luminoso en una fuerza local crecientemente ofensiva que está provocando la militarización de una amplia zona del país y poniendo en duda la capacidad del Estado para controlar áreas tan críticas como la de la extracción y transporte del gas hacia la costa, afectando la imagen del gobierno.

El VRAEMU ya no es un solo valle ni un mero espacio de olvido estatal, ya que ahora los blancos posibles ya no se limitan a puestos policiales y militares aislados, sino que apuntan directamente a las explotaciones de hidrocarburos selváticos en manos de empresas trasnacionales. Esto ha abierto un gran debate sobre el grado de seguridad que el Estado puede brindar a un gaseoducto que tiene un largo trayecto hasta llegar a Pisco que cruza la zona de guerra local que impulsa el neosenderismo de los hermanos Quispe Palomino y la pregunta que flota en el ambiente es por qué no han atentado aún contra los tubos lo que produciría un automático desabastecimiento.

Una manera de responder a esto es decir que los maoístas está por ahora presionando a la empresa transportadora para que pague por su “seguridad”, como lo hacen los madereros y los narcos que actúan en la zona. Otra es pensar que por ahora no quieren recordar al viejo Sendero con sus apagones y molestias urbanas que podría justificar el escalamiento de la presión militar, lo que indicaría que su mayor interés inmediato estaría dentro de un área limitada, donde vienen forzando a militares y policías a dispersar sus fuerzas entre vigilancias y patrullas aumentando su vulnerabilidad.

La conformación de un comando de La Convención a cargo de un general distinto al encargado de las acciones en el VRAE (M) original denota que el gobierno está reaccionando a la guerra de la selva de una forma que resulta similar a cómo se dieron las cosas hace treinta años: más soldados y más zonas de emergencia. Por ahora el adversario toma esto como una victoria ya que implica reconocer que está dejando de ser una banda errante perdida entre los árboles y las montañas, y está representando una creciente amenaza para la estabilidad del Estado. ¿Cómo evitar que todo esto empeore y se convierta otra vez en la tragedia de los militares imponiéndose a campesinos mientras buscan senderistas, como se vio en Ranrapata?

La respuesta seguramente es muy amplia, pero lo mínimo a pensar es un Estado no invasor que desplaza a la gente como en las escuelas convertidas en cuarteles, no simple protector de grandes intereses sino comprometido con el desarrollo y la mejora económica de las mayorías, no desesperado por “triunfos rápidos” que sólo conducen a fracasos estrepitosos como los que se han visto hace poco.

20.10.12
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viernes, octubre 19, 2012

Instancias del poder

Al Ollanta que conozco no le gustan las discusiones y cuando asiste a una reunión espera oír una sola opinión para cada problema, en vez de verse sometido a largos debates que no soporta porque piensa que contribuyen a la confusión antes que al esclarecimiento sobre lo que debe hacerse en cada circunstancia. Esta idea que se refleja en su desprecio a los “opinólogos” y que lo llevó a decir que el gabinete Lerner se quedó en las palabras como si estas no estuvieran conectadas a las decisiones y a imaginar que su desgastante papel de esa época fue intentar enseñar a concretar a sus ministros y asesores en medio de tanto palabreo.

Una consecuencia de su desconfianza frente a las discusiones largas y complejas es que prefiera entenderse directamente, de manera bilateral, con el encargado de cada tema. De ahí quizás este brusco encandilamiento con la tecnocracia neoliberal que ahora reina en su gobierno y cuya característica es que reduce las opiniones a las verdades del mercado, apareciendo no como una entidad de pensamiento, sino como un proveedor de “soluciones técnicas”. Cada vez hay un mayor componente de este tipo de personas en el gabinete, que permiten que en ese nivel sólo haya un criterio sobre la economía tanto en sus aspectos macro como en los sectoriales, y que estos criterios coincidan fácilmente en la noción de favorecer a los inversionistas privados.

Si se tiene que unos ocho ministros responden de una manera u otra a la lógica del MEF (que ha madurado durante veinte años), la gran ventaja que obtiene Ollanta es que le basta conversar con Castilla para tener básicamente alineados a todos ellos. Eso corresponde al mecanismo favorito del presidente de asegurar los acuerdos en “instancias” (él las llama así) informales, de a dos, de a tres o lo que convenga a su interés inmediato, para llevarlas luego a votar sin mayor debate con el resto de ministros. La reunión que Ollanta produce con los comandantes generales de las tres armas, prescindiendo del ministro de Defensa, el presidente del Comando Conjunto, el ministro del Interior y el jefe de la Policía, para ver aparentemente asuntos de la guerra antisubversiva, vuelve sobre el mismo asunto de reducir las opiniones a las que se necesitan para hacer algo, aunque el efecto sea no sólo un desaire para los ausentes sino su subordinación a los acuerdos de la instancia que acaba de reunirse.

En el período del gabinete Lerner se llegó a saber que por fuera de las reuniones regulares de los ministros (que se fueron espaciando en el tiempo y sustituyendo por consultas virtuales), y del cada vez más difícil diálogo entre el presidente y su premier, se desarrollaban instancias con el ministro Castilla, Valdés, el asesor Villafuerte, el jefe de Inteligencia y tal vez otros, para ver las principales decisiones, y donde nadie podía discutirle al ministro de Economía sus consejos, ni a los militares los suyos. Obviamente nada de lo que estoy contando, a pesar de su informalidad, está directamente prohibido, pero si es un reflejo delo que está pasando con el sistema político peruano, que ante el vacío de partidos reales se llena de otros actores organizados que dan continuidad al Estado: militares, tecnócratas, empresarios.

Las “instancias” a las que es tan aficionado Ollanta están en la tradición política de los últimos veinte años, en las que el poder tiende a tener dos caras, la formal que aparece pesada y extraviada en sus orientaciones, y la real donde nacen las decisiones.

19.10.12
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jueves, octubre 18, 2012

Acciones y conflicto de interés

Según Mulder, Diez Canseco crítica mucho y lanza acusaciones a otros. Por tanto está muy bien que se le acuse ahora, para que aprenda.

El informe técnico de la Comisión de Ética sustenta que no hay subordinación del interés general al particular en el proyecto, cuya propuesta principal ha sido reiterada 11 veces por congresistas de diversas bancadas desde el 2002.

En resumen quiere decir que la iniciativa no fue pensada para favorecer a la hija y la ex esposa, sino para cambiar la modalidad de tratamiento discriminatorio que se produce contra los tenedores de acciones de inversión (ex laborales), dentro de los cuales destacan las colocaciones de las AFP realizadas con el dinero de sus afiliados.

Pero el fujimorista, del ala de Rafael Rey, y del grupo de los congresistas mineros que llegaron a su curul con apoyo de Yanacocha, Juan Díaz Dios, ha hecho una serie de cálculos sobre el beneficio que podrían tener las personas relacionadas con Diez Canseco y ha justificado en esto su voto al lado de Mulder y Urtecho para sancionar a Diez Canseco.

¿Y qué dice Díaz Dios de su trayectoria que incluye un fuerte apoyo a minera Río Blanco S.A., para la ejecución del proyecto Majaz en Huancabamba, Piura, en oposición a las comunidades de la región y su posterior relacionamiento con el Grupo Reflexión Democrática de Roque Benavides?, ¿no hay ahí un claro conflicto de intereses que ahora se proyecta a su actuación en el Congreso?

Pero el proyecto Diez Canseco no ha sido aprobado, ni siquiera discutido en el Congreso, y nadie puede afirmar que el congresista de izquierda quisiera esconder hechos registrados públicamente como las posesión pública de acciones por parte de personas relacionadas, lo que cualquiera hubiera podido traer al debate.

La falta hubiera existido si se tratara de un proyecto con nombre propio, que favorece marcadamente al congresista o a sus allegados, y que trate de ocultar esta condición para sacarlo adelante. Si no hubo discusión sobre la propuesta que quedó a la espera de entrar a consideración de las comisiones y el pleno, ¿dónde podría estar la trampa?

¿Se sanciona a los congresistas por presentar propuestas?

Como existen otros proyectos con el mismo criterio de eliminar las acciones de inversión, convirtiéndolas en comunes, a valores de mercado, nadie podrá decir que este es un caso que escapa al interés general. En su presentación ante la comisión de Economía del congreso la presidenta de la superintendencia del mercado de Valores (SMV) Lilian Roca se pronunció claramente sobre el tema señalando que “deberíamos olvidarnos de las acciones de inversión”. “Perú es el único lugar donde existen acciones de inversión”, precisó la funcionaria, para todos aquellos que piensan que las reglas del mercado deben ser homogéneas para todos.

Claro que aquí hay, más allá del placer que siente el achorado director de un diario en embarrar a su enemigo, o el de Mulder por cobrarle a JDC sus críticas al APRA y el Díaz Dios de hacer lo propio para la cuenta del fujimorismo, un tema que no se quiere aclarar.

Que en la venta de Backus se estafó a los afiliados a las AFP cuando los empresarios que vendieron sus acciones comunes (grupos Brescia, Romero, Bentín) sólo se interesaron en el precio que les pagarían por ellas, y obviaron negociar una buena cotización para las acciones de inversión de las AFP de las que estos tres también son dueños. Es decir ganaron en bolsa y dejaron perder a sus clientes. Pero de esto el Congreso no ha dicho ni chus ni mus. Salvo Diez Canseco.

18.10.12
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miércoles, octubre 17, 2012

La pretendida sanción a JDC

“…pero no se imagina el placer que ha sido ampayarlo y de desnudar así a un falso profeta, amén de mostrar a un ídolo rojo jugando al capitalismo más puro y especulativo: el bursátil!!” (Aldo Mariátegui, “La eterna víctima…”, Correo 16.10.12)

Los que han procurado tan inmenso placer al capitán de la DBA (derecha bruta y achorada, JC. Tafur dixit), son principalmente Mulder y Díaz, éticos defensores de las fechorías de Alan García y Alberto Fujimori, acompañados por el congresista pepekausa Michael Urtecho, todos los cuales ignoraron el informe técnico sobre el caso que no había encontrado falta en la conducta del líder izquierdista Javier Diez Canseco, y votaron por cruda motivación política haciendo saltar de entusiasmo a quién ya les dije.

Ensuciar la trayectoria de JDC es una antigua obsesión de AMB que viene de sus épocas universitarias y que corresponde a un nítido complejo de inferioridad: saberse que en las causas que defiende hay siempre oscuras tramoyas de corrupción y perversión política, que siempre baraja con argumentos como “mal menor”, “peor sería que vengan los rojos” y que ahora pretende que se convierta en “aquí todos pecamos”. Por eso lo de falso profeta.

Y lo de rojo con acciones, tal vez no sea sino la evidencia del sentido de propiedad que los voceros menos inteligentes del sistema tienen sobre los instrumentos del mercado capitalista. En realidad si se trata de una economía abierta, no se ve por dónde JDC o cualquiera no pudiera colocar algún excedente de ahorro en una época en que la bolsa daba buenos dividendos, sin necesidad de acciones especulativas que sólo pueden hacer los que tienen grandes capitales.

Pero lo que a Aldo M., Mulder, Díaz y Urtecho, se les pasa por la huacha como si nunca hubiera existido son las motivaciones de fondo de Diez Canseco en su iniciativa de reconversión de las llamadas acciones de inversión (antiguas acciones laborales) a acciones comunes de acuerdo a los valores de mercado. Estos documentos de valor generan derecho a una participación en las utilidades de acuerdo al valor de su participación pero no se toman en cuenta en los procesos de venta y fusión en los que los nuevos inversionistas dominantes sólo pagan de acuerdo a su interés por aquellas acciones (comunes) que dan derechos de propiedad y en la elección de los directorios.

Esta es una distorsión del mercado, en el mejor sentido capitalista del término, que favorece las transacciones entre los grandes y daña claramente a los pequeños. Y es particularmente serio con las AFP que tienen colocados casi mil quinientos millones de soles en este tipo de acciones a nombre de sus afiliados y que controlan un alto porcentaje del paquete total. Precisamente en el proceso de fusiones sucesivas y absorción final de Backus por la sudafricana SAB Miller, se compró las acciones comunes a varias veces el valor de mercado y se dejó de lado las otras entre ellas las de inversión.

Luego hubo intentos de defender a las AFP con una norma que asegurara que la valorización de las acciones de inversión fuera hecho por peritos independientes y fue vetada por el ejecutivo del que formaban parte el primer ministro PPK y el ministros Zavala que luego se convertirían en miembro de directorio y gerente de Backus-SAB Miller respectivamente. Eso que sí es conflicto de intereses aparece subsumido en la pretendida sanción a Diez Canseco. Que estafen a los afiliados a las AFP y pequeños accionistas y que los ministros sean luego cooptados por las empresas a las que favorecieron desde el poder. Lo más natural. Pero que JDC oriente a su hija y exesposa para usar sus inversiones tras haber estado metido en el tema, ahí sí duro con él, y gran placer para Aldo M.

17.10.12
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martes, octubre 16, 2012

Narcoterrorismo y otras confusiones

Jaime Antezana,uno de los superexpertos que todo lo saben sobre lo que ocurre en la selva con Sendero y el narcotráfico, asegura desde hace buen tiempo, y lo ha reiterado a propósito de la destrucción de tres helicópteros de transporte civil en Kiteni, que la organización de los Quispe Palomino ha dejado de ser un factor político y es estrictamente hablando un brazo armado del narcotráfico, en otras palabras que han abandonado los objetivos de poder y enfrentamiento con el Estado y su preocupación actual sería despejar las vías por donde circula la droga. Pero el mismo Antezana se ha metido en estos días en una singular confusión al insistir que los que han atacado a un vehículo de la policía en Cielo Punko, en La Convención, Cusco, el último viernes, no han podido ser senderistas sino narcotraficantes simples, por el tipo de armas de menor alcance y el modus operandi mucho más mortífero de José, Gabriel, Alipio y cía., y que este sería probablemente algún tema de pase de la droga. La pregunta que se ha lanzado sobre el caso es: ¿qué hacían cinco policías en un carro en una zona desolada en la que se debe movilizar en convoy?

En esencia Antezana nos está diciendo que el Sendero de hoy es puro tráfico por dinero, sin planes militares ni políticos, y que en ataques a policías aislados donde puede caber la hipótesis de vendettas y corrupción, ahí lo más probable es que se trate de narcotraficantes aún más puros sin contaminación maoísta. Si alguien entiende lo que esto significa por favor que me lo explique. Lo que yo pienso en cambio es que el Sendero Luminoso de los Quispe Palomino funciona como la organización armada dominante en una zona marcada por la violencia, y lo hace cohesionado por un discurso ideológico que incluye un deslinde con el senderismo del destronado “presidente Gonzalo” (Abimael Guzmán), imponiendo condiciones a los otros actores. Tiene planteada una guerra que por muchos años ha sido de sobrevivencia ante la derrota de su referente original. Pero luego ha ido construyendo un territorio bajo su control en el que define las reglas. Que se financia con cupos y exigencias al negocio de la cocaína es un hecho obvio, pero que no se trata de ni de un cartel que actúa por cuenta propia sólo para hacer dinero, ni es un brazo armado subordinado a algún capo de la blanca. Por lo menos nadie ha probado que eso sea.

Los Quispe Palomino vienen buscando hace tiempo demostrar que el Estado, con todo su poder, no puede sacarlos de donde están, con lo cual mantienen la moral de sus fuerzas, obligan a los narcos a tratar con ellos y son la “autoridad” sobre la población, sobre todo ahora que evitan hacerle daño tras la autocrítica del accionar del Sendero anterior. El concepto de narcoterrorismo con el que se les quiere definir está lleno de equívocos. Puede serle útil a los que sueñan un “Plan Colombia” para el Perú, que es lo que puede estar detrás de tantas visitas yanquis de alto nivel, al Perú en los últimos días. Pero de la idea de banda de narcotraficantes apoyada por la población del VRAEM, a la represión puramente policial-militar indiscriminada hay un paso muy corto. Otro efecto de la confusión es creer que los blancos se escogen sin tomar en cuenta su valor como victorias de combate. Y eso evidentemente es así, como que vamos sintiendo que esto es una guerra local que el Estado la está perdiendo.

16.10.12
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lunes, octubre 15, 2012

Las huelgas duras

La crisis política del gobierno Humala tiene su punto de partida en el conflicto por la redistribución de los frutos del crecimiento económico y en los impactos ambientales y sociales de esa misma expansión de la economía. Las huelgas de los maestros y médicos han tenido sin embargo un componente adicional: su extrema dureza, que los aleja de experiencias previas en las que los dirigentes transaban después de una primera medición de fuerzas y se cogían de las concesiones que podían arrancar con la presión inicial. Lo de Conga y Espinar, a su manera, es parecido, ya que aquí también los conflictos han sido largos y duros y no se han aplacado con las ofertas de solución parcial. En Cajamarca, en particular, sorprende que se mantenga incólume la bandera de que el gobierno firme que nunca habrá Conga y la oposición directa a la construcción de los reservorios, que en otras circunstancias conducirían a un callejón sin salida.

Visto en perspectiva se puede decir que la gente está expresando un cansancio por muchos años de postergaciones (prácticamente toda la década de los 2000), una conciencia de que hay un reparto que favorece a otros y no a ellos, y una experiencia de acuerdos anteriores que resultaron en compromisos incumplidos que están en la memoria de los trabajadores y la población. Pero hay algo definitivamente nuevo que es el resentimiento con Ollanta, esa sensación picante de que dieron lo suyo para que el comandante llegara a la presidencia y fuera un aliado desde el poder para alcanzar una mejora más o menos inmediata, y que luego fueron echados a un lado, mientras se construían las nuevas alianzas con las que hoy se dirige al país.

En el proyecto de mantener el crecimiento y el ambiente de las inversiones, mientras se despliegan programas sociales focalizados en zonas de pobreza crítica, no hay un lugar claro para los grandes contingentes profesionales y laborales que son remunerados por el Estado, ni hay tampoco un replanteamiento de los proyectos extractivos que están por empezar para que tomen en cuenta el punto de vista de las comunidades y de las regiones. Está en el diseño mismo del esquema de gobierno de Ollanta Humala el aceptar los compromisos ya firmados con la gran inversión como inmodificables y solicitarles fondos adicionales para la ayuda social. Los conflictos duros son una respuesta de los sectores que aparecen no considerados en ese planteamiento. La combinación más explosiva que se tiene actualmente a la vista es la de la cólera y la frustración por la victoria burlada y la ausencia de conceptos claros en el gobierno sobre cómo responder a las demandas laborales, sociales y ambientales, en la lógica que se estableció para el ejercicio del poder.

El gobierno de Humala ensayó entre el 28 de julio y el 10 de diciembre del 2011, las posibilidades de un diálogo y compromisos con los protagonistas de los conflictos que empezaban a insinuarse; alguien sin embargo quiso hacer volar esta opción y poner otro orden de prioridades. Ese fue el significado de “Conga va” y del nacimiento del gabinete Valdés, que representaba la mano dura, que dispara primero y negocia después sobre algunos muertos. Ahora el gabinete Jiménez expresa el agotamiento de alternativas en el gobierno. Ni el camino de Lerner, ni el de Valdés, sino todo lo contrario. Es decir la confusión total. ¿Cómo no va eso a acelerar la conflictividad social y hacer que cada lucha que comienza sea más recia que la anterior?

15.10.12
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domingo, octubre 14, 2012

Injusticia del caso Bracamonte

Si la Justicia afirma que hubo un “sicario” (persona contratada para realizar un asesinato) en el caso Fefer, ¿cuáles son las pruebas que acreditan que el llamado “payaso” (Trujillo Ospina), era tal cosa?, ¿en qué otros hechos similares ha intervenido si su prontuario es de robos menores?, ¿de qué manera Eva Bracamonte y Liliana Castro podrían haber llegado hasta él y contratado tan delicado “servicio”? A lo largo del juicio a las jóvenes se ha usado un millón de veces la palabra sicario que claramente favorece la posición de Ariel Bracamonte de que hubo un móvil distinto al del robo en el crimen nocturno de San Isidro, pero en ningún momento ha sido demostrada tal condición.

De cuando acá, además, los sicarios ingresan a una casa en la que duermen varias personas en diversas habitaciones, sin llevar un arma propia que le asegure el cumplimiento de su propósito sin el menor ruido posible. Resulta francamente absurdo que el “sicario” improvise un medio de muerte en medio del forcejeo con la víctima y que se enfrente a una resistencia que pudo haber hecho fracasar todos sus planes.

En una casa donde había varias personas se presume que una de ellas dejó la puerta sin seguro para el ingreso del asesino, aunque este último lo niegue e indique que escaló las paredes. Pero aquí la presunción va más lejos porque asume que el cómplice interno sólo pudo ser Eva y que sus supuestos actos arrastran a Liliana, y a pesar que se pretende una planificación maliciosa del crimen para hacerlo parecer un robo, se incurre en la incoherencia de que ese cuidado por los detalles no estuvo presente en definir una forma de ingreso que no implicara al señalado como “autor intelectual”.

El tema de la llamada desde el celular de la víctima a su hija es igualmente débil como prueba incriminatoria ya que nunca se ha podido establecer el minuto exacto de la muerte y si la señora Fefer intentó llamar y no le contestaron, o si el homicida lo hizo, como se postula, para dar una señal del cumplimiento de su tarea. Pero peor es lo que sucede con las informaciones que llegaron de Argentina que fueron las que llevaron a la captura de Trujillo Ospina y a la incriminación de Eva y Liliana.

Ni el periodista, ni los policías que dijeron haber recibido la versión telefónica de una supuesta suegra del asesino se han podido ratificar en sus afirmaciones a la prensa. La verdadera suegra ha aparecido para desmentir la historia que parece haber sido hecha para perjudicar a las acusadas, y nadie ha podido probar que el viaje de Eva y Liliana tuviera que ver con el pretendido “sicario” que entonces no estaba en ese país. Hay más elementos, como el supuesto beneficio de la inculpada principal con la muerte de su madre, cuando su hermano y principal acusador era el mayor beneficiado y el que ha resultado ganando ampliamente con la posible condena a Eva.

Todo esto puede decirse para espantarse de la Justicia Peruana que el viernes quedó a medio camino en la sentencia a Eva Bracamonte y Liliana Castro con los fundamentos que acabamos de discutir. Es la misma Justicia que le metió treinta años a Abencia Meza en medio de las incoherencias del asesino de su compañera la folklorista Alicia Delgado, y la presión mediática y familiar para condenarla aún sin pruebas. Ahora parece que se repite el caso de una Justicia ciega de un solo ojo e incapaz de darnos a todos los ciudadanos la evidencia de que sus fallos son sólidos y garantistas de nuestros derechos.

14.10.12
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sábado, octubre 13, 2012

El rey de la Yuca

En resumen, el tema del indulto tiene tres perspectivas:

(a) La estrictamente política, que dice que esta una gracia ilimitada del presidente que puede otorgarla a su real gusto y que en este caso beneficiaría a un expresidente condenado injustamente y que hizo muchas cosas bien, aunque algunas las hiciera mal. Esto implica el indulto como corrección del sentido de la sentencia del 2009, lo que es obviamente inaceptable, y la idea de que el actual mandatario actúe como supremo juez juzgando los negativo y lo positivo del régimen de los 90, antes de decidir. Aunque se dice que estamos ante un trámite de carácter “humanitario”, la verdad es que casi todos los operadores políticos y mediáticos del fujimorismo, y los que dicen que no lo son pero sacan la cara en debates y titulares por el expresidente, vuelven sobre el tema para subrayar el contenido de reivindicación que de todas maneras le asignarían a un eventual indulto firmado por Humala.

(b) La médica o “técnica”, que pretende que aunque no sea terminal o incapacitante, la dolencia de Fujimori es “grave” y se acentúa por el hecho de permanecer en prisión. Los hijos que han provocado el debate del indulto piden un médico que diga que el cáncer que existió y fue intervenido mucho antes de la condena es una amenaza latente de recrudecimiento, lo que es conscientemente inexacto ya que de lo único que podría hablarse es de difusión o extensión del mal, que hasta hoy no ha sido diagnosticado, o de aparición de una nueva neoplasia que tampoco ha sido el caso. Que la zona donde tuvo el cáncer se mantenga sensible y produzca inflamaciones reiteradas no es igual a reaparición de la enfermedad. Todo esto se ha sabido siempre, y que ha habido afán de sensibilizar a la opinión pública dramatizando el caso, también. No es el preso más enfermo del Perú, y dispone de condiciones carcelarias excepcionales y tratamiento médico continuo. Lo que está pidiendo entonces es un tratamiento especial por tratarse de quién se trata, es decir que los médicos incorporen también este dato en su informe.

(c) La ética, que tiene que ver con que el condenado dice no consentir los delitos que le fueron imputados y por los que fue sentenciado. Pero si reclama estar sufriendo una prisión injusta debido a su condición de líder de una corriente policía, entonces lo lógico es que cargue con su enfermedad para mostrar a todos que está pagando por sus convicciones políticas. Lo más indigno es que alguien que ha ocupado la presidencia del país asegure no ser culpable de los hechos que lo mantienen en prisión y pida perdón para poder salir por la puerta falsa. Peor aún, hacerlo tratando de dar lástima y dejando en el aire a sus partidarios que se empeñan en darle sesgo político al posible indulto. Pero como toda la trayectoria de Fujimori, aunque Cuculiza diga lo contrario, está marcada por la mentira y la traición (el shock, las privatizaciones, Chavín de Huántar, la persecución de Montesinos, la fuga al Japón y la aceptación de los cargos de corrupción diciendo que lo hacía porque no le iban a aumentar la pena total y le permitía descargarse de responder las preguntas de la Sala), nadie podrá descartar que una vez indultado y sin posibilidad de marcha atrás, el personaje vuelva a hacernos sentir burlados y se marche a ser senador japonés o intente su regreso a la política peruana. Después de todo no en vano fue declarado el rey de la yuca.

13.10.12
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viernes, octubre 12, 2012

Reorganizar la Contraloría

Ayer hablábamos de las habilidades especiales del Contralor Khoury para pasar desapercibido, cuando su verdadera función era liderar la lucha contra la corrupción y por la construcción de un Estado honesto. Hoy vamos a tratar directamente lo del escándalo arequipeño. A principios de septiembre el alcalde de Vítor, Christian Cuadros, hasta entonces conocido como el más joven del Perú, denunció que había sido extorsionado por una abogada que le había exigido dinero (48 mil dólares) a cambio de no seguir un procedimiento de auditoría en su municipio que la Contraloría ya tendría preparado y en el que ya estarían detectadas algunas irregularidades graves.

Cuadros recibió inicialmente un oficio numerado de la Contraloría, con sus sellos y firmas respectivas, en el que se le comunicaba el pronto inicio del procedimiento para lo que se recomendaba disponer de la documentación contable y administrativa para su revisión por los inspectores. Horas después se comunicó con él, una abogada de nombre Helen Aizcorbe en referencia al oficio cuyo número y tenor eran de su conocimiento y ofreció su intervención para ayudarlo en el trance. Una vez establecido el contacto Aizcorbe, mencionó sus contactos con la Contraloría arequipeña y en el más alto nivel con el vice contralor Oswaldo Yupanqui. Para corroborarlo, la abogada le pidió al alcalde que se comunicara con la secretaria del jefe regional, la que confirmó que Aizcorbe era el contacto que podía ayudarlo.

Finalmente cuando se entraba al tema del dinero y empezaba el arreglo, la abogada solicitaba el oficio para sus archivos. Durante la intervención fiscal a su estudio se han encontrado documentos similares dirigidos a las municipalidades de Majes, Santa Rita de Siguas, Uchumayo y Samegua (Moquegua). La secretaria del despacho, Dayana Díaz, ha sido comprendida en el caso como cómplice de la extorsión y la revista arequipeña “Vista Previa” indica: “el equipo de investigación… cruzó información con personal de la Contraloría en otras sedes a nivel nacional y al parecer, el mismo modelo de trabajo (extorsión) también se realizaría en cinco puntos más. Es decir Oswaldo Yupanqui tendría seis “operadores” en el Perú que trabajan en el norte, centro, oriente, sur y Lima. Helen Aizcorbe sería la operadora del sur del país…”

En uno de los audios se escucha: “en los próximos días estará aquí (Oswaldo Yupanqui) por qué no lo conoces mejor y hablas con él. Va estar acá porque el alcalde de Arequipa le va a hacer una premiación especial. El de Cerro Colorado también le dará recibimiento y lo llevará a inspeccionar obras…” Todo esto es una bomba de muchos megatones que no ha terminado por mostrar todos sus efectos. El contralor anodino acorralado por las evidencias tenía ciertamente la opción de ordenar la reorganización de la institución y salir de la plana de jefes intermedios que vienen desde el período nefasto del fujimorismo y que están entrenados en ocultar la corrupción antes que derrotarla.

Pero no, más allá del “asco” con el que teatralmente ha tratado el tema, su preocupación ha sido meter la idea de que la Contraloría está siendo suplantada por estafadores, que emiten documentos oficiales y que pueden paralizar investigaciones. El contralor anodino además se ha echado a defender a Yupanqui uno de los mejores corchos (flota con todos los gobiernos) de la administración pública. Así que ahora las cosas están en manos del Ministerio Público: esclarecer lo que realmente está pasando; y del Congreso: reorganizar una entidad vital para la lucha anticorrupción.

12.10.12
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jueves, octubre 11, 2012

El Contralor anodino

Al señor Fuad Khoury lo nombraron en el decisivo cargo de Contralor de la República luego de un accidentado concurso público que debía haber dado garantías de solvencia profesional y personal de quién fuera designado, y que pasó por un primer nombramiento de una candidata que había mentido en su currículo y otro que cayó por inconsistencias en su documentación. Así Khoury salió casi por descarte, sin que nadie supiera cuáles eran sus méritos y menos sus deméritos que empezaron a sonar un poco después, como era su participación en la quiebra fraudulenta de Banco Nuevo Mundo, primero como contador-auditor que declaraba la fortaleza de la entidad financiera y luego como liquidador que afirmaba todo lo contrario.

Khoury se había presentado al concurso ante la desafortunada comisión Webb, con el único aval de su propia persona, a pesar que la convocatoria había insistido en que las organizaciones sociales, académicas y profesionales fueran las que hiciesen las propuestas. Alan García seguramente no lo tenía en su cabeza, pero finalmente encontró que el tipo no iba a hacerle problemas para su plan principal de retirada: la realización de una escalada de obras públicas sin controles para gastar lo más que se pudiera el fondo de reserva del Estado, que es lo ahora motiva una megacomisión del Congreso. ¿Y dónde estaba Khoury cuando pasó eso? Bien gracias, haciendo viajes o siguiendo la línea de su antecesor de investigar las municipalidades más alejadas para encontrar irregularidades de acuerdo al tamaño de las instituciones auditadas.

En enero del 2012, el señor Khoury declaró que este sería el año de la lucha anticorrupción. Lo decía a pesar que desde meses atrás él mismo estaba siendo acusado de haber violado la ley para beneficio propio al aumentarse la remuneración a más del doble (33,300 soles), rompiendo el esquema legal que impone que nadie debe ganar más que el presidente de la república y desconociendo la prohibición explícita del órgano rector de la Administración Pública (SERVIR) para no hacerlo. O sea era un luchador contra la corrupción que traía en sus espaldas un acto corrupto. Pero lo que ocurrió después es mucho mejor: la puntería del año anticorrupción se puso en el gobierno regional de Cajamarca que por casualidad era el que protagonizaba el principal conflicto social que ha tenido el actual gobierno, al que le llegaron todo tipo de auditores con la finalidad de empapelarlo y colocar al Contralor como un buen aliado del régimen.

Por lo demás toda la preocupación se mantuvo en los alcaldes distritales que parecen ser su blanco favorito. El punto es que ahora está en desarrollo una explosiva denuncia que ha rozado al vice contralor Oswaldo Yupanqui, hombre de muchos gobiernos (viene desde Fujimori) y que ha puesto especialmente eléctrico a don Fuad que quiere ahora meter presos y silenciar a todos los que han perjudicado la “imagen” de la Contraloría, cuando hay sospechas de que la extorsión producida en Arequipa (se oficia al alcalde de Vítor de que será auditado y una abogada lo busca a nombre de la Contraloría para pedirle un cupo por retirar el documento), se encuentra extendida en otros puntos del país y es una oscura práctica institucional.

Khoury quiere que la abogada aparezca como una estafadora que tomó el nombre de la Contraloría a partir de algunos contactos a su interior, pero en las grabaciones de la conversación aparece el nombre de su protegido Yupanqui. Otros alcaldes en varias partes del país estarían en camino de denunciar similares presiones. Por lo que el discreto Khoury va camino a perder la compostura y el gusto por el buen sueldo, y el año de la anticorrupción a tener irónicamente a la Contraloría como su protagonista principal.

11.12.10
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miércoles, octubre 10, 2012

Abadía

Ahora aparece “Abadía”, el agente secreto que el ejército tenía infiltrado desde 1988 en Barrios Altos para identificar a los heladeros senderistas y que ahora está condenado como miembro del Grupo Colina, prisionero en compañía de Santiago Martin Rivas, Jesús Sosa y Carlos Pichilingüe que accionaron las automáticas contra los asistentes a la pollada de Jirón Huanta en noviembre de 1991.

En medio del debate sobre el indulto para Fujimori, la entrada en escena de este nuevo elemento del que se habrían olvidado los jefes que lo mandaron a la misión, apunta a decir que los muertos y heridos de esa trágica jornada no eran inocentes civiles, lo que algunos creen que favorece al reo de la DINOES, al atenuar la gravedad de la falta. Aunque se niega, la tesis latente es que matar subversivos sin armas y en reunión familiar es menos malo que hacerlo contra víctimas aleatorias.

Marcos Ibazeta, el mismo que encarnó la reorganización autoritaria del poder judicial bajo Fujimori, ha avanzado que podría haber otro juicio sobre Barrios Altos tomando en cuenta que en la sentencia de César San Martín y la sala que juzgó a Fujimori, se asegura que no se ha probado la militancia senderista de ninguna de las víctimas del Grupo Colina. Claro que ahora lo que se tiene son las palabras de una persona que admite haber sido el que dio los detalles de la pollada que Martin Rivas iba a masacrar y que a la vez pretende que esta confesión de parte le otorgue autoridad para cuestionar a los muertos.

Nadie ha pensado que los miembros de Colina actuaban matando al primero que se le presentaba en su camino y que alguna referencia tenían de vínculos con la violencia en el blanco elegido. El dato clave es que ellos actuaron dentro de una guerra paralela, operando sobre informes de sus agentes tipo “Abadía”, y disparando antes de preguntar o probar cualquier eventual delito. Obviamente los afectados nunca perderán la presunción de inocencia porque se les negó el derecho de defenderse y eso es lo que los jueces consignan en su fallo definitivo y que ninguna jugada política podrá modificar.

Pero al lado de eso está el modus operandi de los asesinos que llegan a la pollada y ametrallan a los presentes sin discriminar hombres, mujeres, ancianos y niños. Esa es la forma más cobarde y brutal de terrorismo paraestatal. Si “Abadía” brindó la información para este baño de sangre debería estar mordiéndose la lengua y por más que entre todo los baleados hubiera uno o más miembros de Sendero, eso no cambiaría el procedimiento bárbaro de tirar al bulto para todos mueran.

“Abadía” por supuesto no presenta otra prueba nueva que sus propias palabras y su claro propósito de ser separado de los alcances del proceso contra el Grupo Colina. Pero lo curioso es el diario que lo acoge y lo pone en primera página cuál si fuera el portavoz de un giro nuevo en el caso en el que Villa Stein quiso lanzarle un salvavidas a los Colina y terminó naufragando ante la Corte de San José.

En vez de discutir el papel del “soplón” que colabora con la matanza sabiendas que sería una acción indiscriminada, se entusiasman con el tipo que vivió entre heladeros senderistas. Y eso, ¿qué? Si el delito fue matar supuestos senderistas presentes en una reunión social. Y mataron a la reunión misma. Y pocos días después el presidente Fujimori los habría de felicitar por “acción distinguida”. Esa es la historia, nada más.

10.10.12
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martes, octubre 09, 2012

Salvaje expresidente

En el año 2008 nadie tenía dudas de lo que había pasado: que el crecimiento de la economía especulativa, que había sustituido a la productiva, había creado una gran burbuja de deudas y mezclado lo recuperable con lo irrecuperable en un afán de mostrarse imparable y seguir atrayendo incautos y que todo esto había estallado de la peor forma dejando al descubierto un sistema financiero sin capacidad de respuesta que empezaba a desmoronarse hasta que el Estado salió a su rescate. De ahí venían las promesas de que tamaña desregulación e imprudencia no debían repetirse y afirmaciones de que no habría consecuencias para la sociedad por los desembolsos hechos a favor de la banca, y otras tantas declaraciones que se las llevó el viento apenas el sistema reinició su marcha.

Pero, perdón, si había una voz disidente respecto al diagnóstico existente y era la de nuestro presidente de la época que en célebres discursos ante empresarios peruanos y delegaciones asistentes a la cita de la APEC en Lima, desarrolló la contratesis de que estábamos ante una “crisis del crecimiento” en la que todo se arreglaba con la persistencia en lo que se había estado haciendo. El nuevo ultra-neoliberal, que antes había sido un fiero antiimperialista verbal, fue visto como bicho raro por Bush y sus amigos porque en esencia les estaba pidiendo que no hicieran nada frente a la crisis y siguieran bombeando dinero hacia el sur.

Estamos sin embargo a cuatro años de la crisis inicial y en nuevo ciclo de caída de las principales economías del mundo. Pero esta vez son los Estados que rescataron a la banca, los que no tienen cómo rescatarse a ellos mismos, y la población la que está siendo presionada a aceptar recortes en su consumo, sus salarios, sus derechos y en los sistemas de bienestar que forman parte de sus condiciones de vida. De pronto, los que hablaban contra los excesos de la especulación han perdido la memoria de lo que pasó aquí nomás y lo que se hizo para salvar al gran capital, y se han echado a culpar a los griegos por su baja productividad, a los españoles por creerse del primer mundo y a los del primer mundo real (Francia y Alemania) por su Estado de bienestar. En otras palabras se está construyendo otra vez la ideología de culpabilización al factor trabajo de las crisis del capital, y a la sociedad civil de los pecados del matrimonio del Estado con el sistema financiero.

Y es justo ahí que el expresidente escribe que el problema de la vieja Europa es el endeudamiento que le crean las instituciones del Estado de Bienestar y lo dice a casi 70 años de existencia de la mayoría de esas entidades a través de la cuales se hizo viable el capitalismo moderno que consistía en incorporar a la totalidad de la sociedad a servicios de alta calidad (educación, salud, transporte, etc.) financiado a través de altos impuestos, con lo que se logró el más largo período de paz y prosperidad que ha sido la envidia del resto del mundo. No es que el Estado de bienestar desfinanció la caja fiscal, sino que la caja fiscal desfinanciada requiere afectar el bienestar. Este modelo que era los más próximo al “Estado fuerte y social” de la vieja APRA está ahora en las antípodas del pensamiento García que se basa en la idea de los mercados libres y el predominio absoluto de las inversiones. ¡Qué salvaje!

09.10.12
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lunes, octubre 08, 2012

El perfecto jefe


Quizás están creyendo que si Fujimori estuviera en la presidencia hubiera hecho un túnel en Kepashiato mientras enviaba a Cipriani a hablar con Gabriel y hubiera rescatado a los rehenes y acabado con el último senderista, o que haría rebuscar la basura del camarada José hasta pescar donde se esconde.

Quizás imaginen que el shogún peruano no hubiera puesto en libertad a ningún terrorista, así cumplieran la pena y regresaría a la prisión a los que fueron indultados en anteriores gobiernos, incluido el suyo, y que al MOVADEF lo hubiera juzgado un juez militar sin rostro y condenado a cadena perpetua por pedir la amnistía.

Tal vez supongan que al chino nos salvaría de los caviares de la CIDH retirándonos de esa institución de “viejitos”, contra la que hablaba Laura Bozzo, les taparía la boca a los caviares de los derechos humanos que persiguen militares, sacaría de la cárcel a miles de generales víctimas de los jueces caviares que por gusto los acusaron de corrupción y otros delitos, y que una investigación del SIN establecería que hubieron reuniones secretas entre Paniagua y Guzmán para impulsar el rebrote del terrorismo.
Quizás les pase por la cabeza que con Fujimori los precios de los alimentos no subirían con sólo mirarlos; el SUTEP levantaría su huelga sin soluciones al ver que era inútil pelear contra un gobierno duro; Conga iba porque el presidente no habla sino actúa; la primera dama no le da la espalda al presidente porque la encierran; etc.

Quizás sean los que siguen pensando que el hombre fue tocado por la suerte y que por eso fue capaz de dar el único golpe militar de la historia apoyado por las encuestas; capturar a los jefes subversivos y apagar la hiperinflación; lo que empequeñece asuntos menores como La Cantuta, Barrios Altos y otros; la desaparición del dinero de las privatizaciones; el rol de Montesinos; las compras militares fraudulentas; la pérdida de empleo de millones de personas convertidos a cuentapropistas; la trampa del referéndum; la compra de medios de comunicación, congresistas, magistrados y otros; el golpe de Estado y el re-golpe de la re-reelección; la fuga al Japón y la renuncia a la presidencia por fax; etc.

¿Qué cómo lo hacía? Qué importa, pero lo hacía. Esa es la respuesta típica del fujimorista de base y del espontáneo que se pasó a Keiko y ahora vota por el indulto. Fujimori es, para ellos, un programa en sí mismo, un jefe, un boss. No importa que detrás de él haya habido varias maquinarias aceitadas para ejercer poder y relegadas por los partidos: fuerzas armadas, tecnocracia, empresarios, que elaboraron las decisiones y se ensamblaron con el presidente y su entorno más cercano, teniendo como articulador a Vladimiro Montesinos.

La idea del tipo nacido para gobernar sólo viene del enorme vacío en que se movían los peruanos y los tremendos desacuerdos políticos de la época que Fujimori frenó literalmente a golpes. El mundo de Fujimori ya no existe y sus justificaciones: la inseguridad, el miedo, la pérdida de horizonte, tratan de ser recreadas cada día, pero los que se la comen son cada vez menos. Todo el asunto radica sin embargo en entender cómo puede haber tanta gente que razona con el criterio del perfecto jefe, y no ata eso a la realidad del pobre tonto que se regresó desde Japón para aterrizar en Chile, pensando que como Napoleón el pueblo lo aclamaría.

Si se quiere decirlo así, cómo el estratega infalible falló en los últimos siete años y terminó preso y vilipendiado, enfermo y dando pena. ¿Cómo?

08.10.12
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domingo, octubre 07, 2012

La noche de los coroneles

Cuando en el año 2000 murió el general Jorge Fernández Maldonado, el coronel que leyó el famoso manifiesto de la revolución peruana del 3 de octubre de1968, no solo perdí un gran amigo (lo conocí en 1983), sino que se frustró un proyecto en el que tenía puestas muchas esperanzas: reconstruir desde sus actores al proceso militar que acaudilló el general Velasco y que cambió al país y las Fuerzas Armadas. En algunas de nuestras conversaciones preliminares, antes que el corazón lo venciera, Fernández Maldonado me adelantó, sin embargo, algunos de los temas.

La idea de la revolución –me dijo- no salió de un día para otro; el golpe militar fue madurado lentamente en la medida que los militares se decepcionaban del “progresista” Belaúnde, paralizado por la oposición en el Congreso e inclinado cada vez más a la concesión, apenas encubierta por la inagotable retórica del arquitecto.

En los mandos medios era generalizada la crítica a la enorme distancia que había entre el espectáculo de la política limeña y lo que estaba pasando en el interior del Perú, donde crecía un malestar general y hervía una rebelión en el campo contra el sistema de propiedad y gestión de la tierra imperante.

LA GUERRILLA DEL 65

Fernández me advirtió que el grupo más sensible de la época lo constituyeron los jefes de inteligencia que debieron enfrentar al movimiento de Hugo Blanco y a la guerrilla de Luis de la Puente, en 1965.

Estuvimos infiltrados en estas organizaciones y recogimos no solo datos para la identificación de los implicados, sino que empezamos a discutir sobre sus ideas, que nos llegaban a través de la información que manejábamos. La pregunta que nos hacíamos era si esto era un fenómeno aislado que una vez derrotado ya no causaría más problemas, o si estábamos caminando hacia una situación en la que después de los guerrilleros de visos románticos, no vendrían cosas peores.

Luego de rociar napalm en la selva central, Fernández Maldonado se preguntó sobre el número de campesinos que habría de morir en una represión futura.

Una estructura de nivel de coroneles y algunos mandos medios empezó a trabajar en la perspectiva de definir un programa básico para sacar al país del marasmo y reducir las proyecciones de la violencia.

Para este propósito se asociaron con sus propios profesores del Centro de Altos Estudios militares, cuya mirada estaba principalmente dirigida a propiciar reformas desde el Estado que desoligarquizaran la sociedad peruana y modificaran las relaciones de poder con las clases subalternas. Este sería el germen del futuro Plan Inca.

Pero ellos eran ante todo militares y eso implicaba respuestas prácticas a problemas concretos. Ello equivalía a resolver el problema del golpe, es decir del control de la maquinaria del Estado.

EL EJE DEL DRAMA

No era solo un asunto de técnica de la captura del poder, sino de consenso militar, que permitiera que la propuesta pasase por institucional y que la idea de la gran reforma no fuese traicionada por los generales conservadores (que eran muchos) y por los jefes de las otras armas que no estuvieron comprometidos en el plan original.

Esa relación entre lo institucional y lo revolucionario fue finalmente el eje del drama que se vivió los siete años de Velasco y los cinco de Morales Bermúdez. Pero al principio la figura providencial del general Juan Velasco Alvarado resolvió a puro don de mando la contradicción.

Elevado a la condición de comandante general del Ejército y presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, en enero de 1968, Velasco se convirtió pronto en el referente de la conspiración de los coroneles.

Según Fernández Maldonado, el general era rudo y directo y cuando se comprometía con algo no había fuerza para hacerlo retroceder. El día de la expropiación de los campos y la refinería de Talara, más tarde conocido como “día de la dignidad” (9 de octubre), toda la lógica de la revolución militar fue puesta a prueba.

UNA PISTOLA

Los actores eran un Consejo de Ministros dominado por los generales y almirantes conservadores, que querían una salida negociada con la empresa y que estaban preparando su propia “acta de Talara”; el Comité de Asesoría de la Presidencia (COAP) integrado por los coroneles revolucionarios y sus asesores; y el presidente Velasco, que parecía moverse entre los dos. Los documentos iban y regresaban entre dos salas del Palacio de Gobierno. Y el COAP iba usando expresiones cada vez más fuertes: sería una nueva traición, es inaceptable, etc.

El general Montagne, presidente del Consejo de Ministros, pidió pasar al voto, que sin duda ganaría imponiendo la versión de nuevo arreglo con la empresa. Entonces Velasco pidió un cuarto intermedio, se reunió con sus asesores y comprendió claramente cuál era el problema.

Regresó al Consejo de Ministros y colocó su arma sobre la mesa, luego dijo que les informaba, señores, que en esos momentos había dado órdenes para que las tropas ocupen las instalaciones petroleras y que eso ocurriría independientemente de lo que resuelvan los ministros. Nadie se atrevió a protestar, porque entendieron que quien lo hiciese quedaría fuera del proceso que acababa de comenzar.

Hacia finales del año, los coroneles de Velasco llegaban a generales y pasaban a ocupar posiciones como ministros. Fernández Maldonado se convirtió en titular de cartera de Fomento y Obras Públicas, que en tres meses se desdobló en varios ministerios. Al hasta hacía poco joven coronel le tocó el despacho de energía y Minas, que debía consolidar el primer impulso nacionalista y reformador. Nunca hubo un ministro más a la izquierda en este tema. Hoy se escogen a los ministros de energía y Minas entre privatizadores y amigos de las grandes empresas extranjeras.

07.10.12
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sábado, octubre 06, 2012

Antiterrorismo chapucero

En un acto de osadía extrema (DBA plus), el diario de los chuponeadores y calumniadores menos carismáticos del periodismo universal, llegó está semana a titular que el 20 de diciembre del 2000, a un mes de iniciado el gobierno de transición de Paniagua, con García Sayán de ministro de Justicia, se organizó una reunión de la cúpula de Sendero y Abimael para concebir el MOVADEF, así que ya saben a quién pedir cuentas por la “reaparición del terrorismo”. Este dato clave, además, se ilustra con una foto del año 1993, cuando a instancias de Montesinos y con aval de Fujimori se reunió el Comité Central en la prisión para aprobar el conocido como “acuerdo de paz”.

La temeridad de Du Bois, que no es igual a valentía, ya que se cepilló del asunto de los chuponeos como si no supiera nada y quiso hacerlo con el reportero arequipeño al que lanzó a enredar a la ahora congresista Solórzano y a su tía con el proxenetismo (Fritz y el reportero terminaron condenados por difamadores), la temeridad, repito, debe medirse además por el hecho de responder como idiota las puyas que le caen por mentiroso, mientras en su tribuna ya hay los que piden investigación al expresidente muerto y al exministro que por casualidad es ahora presidente de la CIDH.

Veamos algunas: (a) ¿qué recrudecimiento del terrorismo? si es por el VRAE o por el Huallaga eso jamás dejó de existir y nunca se manejó desde la cárcel. Si es por MOVADEF no hay evidencia de guerra desde su lado, ni prueba que se “concibió” en tal o cual fecha, salvo que los chuponeadores 21 hayan llegado a la Base Naval; (b) ¿qué reunión del 20 de diciembre? que hubo una hubo, dice Fritz en tono triunfante, pero se trata de un movimiento del INPE de los delegados de los dos penales principales para contener un motín senderista que iba a estallar por el rumor de que su líder había sido asesinado en la Base Naval, ¿qué tiene que ver eso con una reunión de cúpula para concebir el MOVADEF? Mejor pregúntenselo a Fritz.

(c) ¿Qué reuniones de cúpula tuvieron efectos en el reagrupamiento sobre el terreno político de los senderistas descabezados y sin proyecto de poder? Según Fritz como hubo una el 20 de diciembre del 2000, esa tiene que ser, aunque mucho mayor efecto alcanzaron las de 1993, de donde sale la foto, y en las que se decidió el curso del “acuerdo de paz” que los orienta hasta hoy día. Si hubo un ganador esa vez fue Fujimori, a través de Montesinos y Merino, pero eso no lo dicen por ninguna parte los que andan preocupados no por el MOVADEF sino por barrer “caviares” y sacarnos de la CIDH para desprotegernos a todos

(d) ¿Y la foto en la que aparecen Guzmán, Iparraguirre, Sala, Pantoja, Morote y Huatay, bajo el gran título: “Así nació MOVADEF”, el sobretítulo “Base Naval, 20 de diciembre del 2000”, y una bajada explicativa: “Reunión de cúpula senderista en el gobierno de transición dio inicio a movimiento pro amnistía de terroristas”, a qué recurso de la ética periodística recurre para justificarse cuando no hay relación entre la fecha y el gráfico, entre la reunión de cúpula bajo el fujimorismo y la de delegados durante la transición?, ¿porqué no ha habido una autocrítica ante tamaño “terror” periodístico? La verdad es que sólo Fritz tiene la repuesta, pero si hubiera que tentar algo se diría que fue una manera de opacar la derrota de la sentencia Villa Stein (hoy anulada) y de golpear a los adversarios del indulto con connotaciones de insulto que tenemos ahora en la agenda política. Antiterrorismo para fines subalternos.

06.10.12
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Inversiones chilenas y tensiones ante La Haya

El miércoles escuché al general Chiabra por RPP, que con su vehemencia habitual, explicaba los motivos de su libro sobre el tema militar en el camino al fallo de La Haya y soportaba a la insoportable Cayetana que creía que las inversiones chilenas en el Perú resolvían toda la cuestión porque los del sur no atacarían al país donde les va tan bien en los negocios, mientras un Raúl Vargas que ha regresado cauto trataba de recuperar la conducción. Lo increíble es que en el resumen de titulares que siguió, la radio colocó que el general había dicho que el narcotráfico era el nuevo desafío estratégico del Perú … que no era el tema principal sino una introducción de referencia.

En realidad RPP apostaba como la señora Aljovín que aquí no hay problema de desequilibrio militar y que los chilenos compran armas porque no tienen en qué gastar la plata, y que los países que invierten ya no guerrean (¡). Pero como Piñera dijo, sin dejar lugar a dudas, que su país respeta los tratados y los hace respetar, y todos sabemos que en lo del mar ellos aseguran que hay tratado (el Perú dice que hay acuerdo de pesca), lo que podría inferirse fácil es que hará respetar lo que ellos entiendan como tal, como que tampoco tomarán en cuenta la circunstancias en que se pactó para darle una salida al problema del enclaustramiento de Bolivia que existe como una enorme roca entre los pueblos a pesar del tratado de 1904, y por todo ello es ineludible entrar al tema de las inversiones como abrazo del oso que inmovilizaría la fuerza militar de la vieja Prusia sudamericana.

En los años 90, efectivamente, llegó una ola de inversiones procedentes de Chile en el contexto del proceso de privatizaciones, teniendo como principales objetivos el control de la generación y distribución eléctrica, el posicionamiento en el sector bancario a través de la compra de bancos semiquebrados así como la creación y expansión de la banca de consumo; el aprovechamiento del deshuesamiento de Petroperú (envase y distribución de GLP) y barcos petroleros, las tiendas pioneras del retail (Ripley y Falabella), el puerto de Matarani, entre los más destacable. Esta inversión fue efectivamente muy importante y ubicó a los sureños apenas detrás de España y los grandes inversores mineros y petroleros.

Pero esto ha ido cambiando y en la situación actual hay nuevos ejes: las inversiones en electricidad, banca y gas-petróleo desaparecieron y los bienes pasaron a otros propietarios de otros países; en tanto vino la explosión del retail (venta al menudeo en almacenes), con la compra del Grupo Wong por la poderosa chilena Censucode y los banquitos financiadores de compras en sus propias empresas; la adquisición de tierras en la costa sur desde Tacna hasta Ica para hacer los llamados agrobussiness; y la monopolización del espacio aéreo a través de LAN.

Cada uno puede hacerse la idea de si estas inversiones pueden ser contradictorias con un clima de tensiones en relación a La Haya y no parece tal cosa; tampoco que si se sienten incómodas las inversiones tuviesen dificultades para hacerse líquidas (salvo un deterioro general); finalmente que una presión bélica tuviera que tomar demasiado en cuenta una infraestructura de este tipo, como podía hacerlo frente a posesiones mineras o petroleras. En consecuencia el argumento de Cayetana y RPP se cae de maduro. De podrido diría. Es sólo un reflejo de una lógica de silencio frente a la provocación. Para que sigan las inversiones.

05.10.12
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