sábado, diciembre 29, 2007

Esa cojudez de los derechos humanos…

El Perú debe ser el único país del mundo en que se cita libremente al almirante Emilio Massera y muy pocos se asombran.

Este experto en picana eléctrica, submarino (inmersión en tina de prisioneros por varios minutos), colgadas de distintas partes del cuerpo, introducción de palos punzantes por la vagina y el ano, lanzamiento desde helicópteros y secuestro de hijos de los detenidos, es la autoridad a la que consulta uno de los columnistas estrellas del diario “Correo” para que le preste una de sus frases emblemáticas:

“A nosotros que salvamos a la Argentina del comunismo, nos juzgan ahora por derechos humanos”.

Y, por supuesto, Andrés Bedoya Ugarteche dice que aquí también al ilustre ingeniero recluido en la DINOES, en Ate-Vitarte, lo quieren culpar por habernos salvado del comunismo, como ocurrió en la tierra de Videla y Massera. Malagradecidos.

Claro que también Hitler. Mussolini, Sukarno, Pinochet. McCarthy, y otros podrían argumentar en el mismo sentido: ¿querían que acabáramos con el comunismo, entonces qué nos vienen a hablar de derechos humanos?

De pronto, sin embargo, a una jueza italiana se le ocurre mover el proceso contra los responsables del Plan Cóndor de finales de los años 80, con el cual las garras de la represión gaucha se extendieron por varios países de América Latina.

Y vienen al recuerdo hechos que muestran como es que a esta guerra por acabar con el comunismo, los peruanos fuimos incorporados por maestros del otro lado del continente, que vinieron hasta aquí para dictar lecciones de cómo se secuestra, tortura y desaparece este tipo de enemigo, que no merece tener derechos.

Como cuenta el libro “Muerte en el Pentagonito” de Ricardo Uceda, por entonces todavía los oficiales peruanos tenían escrúpulos de agarrar a trompadas a una mujer. Entonces los oficiales gauchos les decían: “ya aprenderán”, “con el tiempo se aprende” Fujimori llega cuando el aprendizaje ya estaba maduro.

En “Correo” se ha escrito también burlonamente sobre la imbecilidad de procesar a Morales Bermúdez por su colaboración en el secuestro de lo que llama “angelicales terroristas montoneros”. ¿Y qué importan la Molfino y los demás muertos y desaparecidos si se trataba de acabar con el comunismo, aunque estos eran peronistas montoneros, una ideología un poco difícil de explicar, pero definitivamente no comunista? ¿Y qué michi los de La Cantuta, Barrios Altos y otros?

Razón tenía Cipriani cuando decía que a él no le vinieran con esa cojudez de los derechos humanos. Era un precursor de García, de Aldo M., de ABU y de otros.

29.12.07
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jueves, diciembre 27, 2007

Caso Wong: Globalización como coartada

La explicación, prácticamente oficializada, de la venta de la cadena Wong a inversionistas chilenos, es que sus actuales compradores iban a entrar en el mercado peruano aumentando la competencia y que en esa perspectiva Erasmo y sus hermanos iban a terminar desplazados y obligados a vender a un menor precio. También se dice, como una especie de explicación post mortem, que el negocio de los almacenes no era tan exitoso como se pretendía. Y, en fin, que en la globalización ocurren este tipo de cosas.

Raúl A. Wiener
Unidad de Investigación

Al primer argumento: no podíamos competir con un futuro ingreso de una empresa poderosa y expansiva, en un mercado que todavía tenía una baja cobertura, hay que responderle que eso más que una estrategia empresarial, es una confesión de incapacidad. La firma Wong tenía como uno de sus elementos de orgullo haber arrinconado sucesivamente a gigantes como Santa Isabel (chilena), y más tarde a holandeses y argentinos que adquirieron la marca en el Perú, y a Tottus-Fallabella, también de Chile. ¿Por qué tendrían que correrse ante la posibilidad de que CENCOSUD abriera sus propias tiendas?

Entre ser una empresa líder en el Perú, con 63% del mercado, y al margen de si su trayectoria fue tan heroica como algunos quisieran, o tan poco transparente como pensamos, y pelearla con competidores extranjeros; o convertirse en un poderoso socio de una trasnacional chilena del comercio, con 2.5% del capital y un sitio en el directorio para Erasmo; los Wong hicieron una elección que sirve casi como un modelo para adivinar el destino de los capitalistas peruanos (es un decir) que llegan a un cierto nivel de desarrollo.

Miren el caso de Backus, que se tragó el íntegro de la industria cervecera nacional, en los que parecía un crecimiento sin límites, y que de pronto terminó vendiéndose a Bavaria de Colombia, también con el pretexto de que aquí iba a entrar Ambev, con capitales brasileños y europeos, y que más tarde la compró SAB-Miller (anglo-sudafricana) que es ahora la dueña de las marcas: Cristal, Pilsen, Cuzqueña y otras. Nadie ha visto, por cierto, que los compradores de la cerveza peruana hayan hecho gran inversión y desarrollo, pero sí que han puesto todas las zancadillas posibles para evitarse la competencia.

Aunque nos siguen diciendo que el sistema tiene como fundamento la competencia y todo lo que vemos es que a cierto volumen nadie quiere competir. Muy semejantes son las historias sobre Inca Kola (“sabor nacional”), Donofrio y otras. Y algo que se escucha en el ambiente es la versión de que Romero vendería el Banco de Crédito, al vigoroso HSBC que ya está anunciando su ingreso al país. Caballero, así no es la competencia.

Mejor tu plata en el banco

Ahora resulta que los yuppies económicos que tenemos en exceso, nos refriegan la cara para decirnos que somos unos reverendos bobos por habernos creído eso de la empresa nacional, con los colores patrios y andar sacando pecho que desde aquí también podemos participar de la competencia global. Uno que pensaba que la marca es un valor con un alto componente subjetivo que significa como te ve o aprecia el cliente, y que eso es lo que condujo a tanta exaltación patriótica durante los funerales del fundador de la dinastía. ¡Qué bobasa la gente que decía es nuestro Wong, que wones como se bromea ahora!

La cosa era a que precio final vendes. O sea creces, sacas a otros del camino, mueves los sentimientos del pública –que también se cotizan en el mercado-, y vendes. Bacán. Ya sabemos en qué consiste la revolución capitalista ya adónde nos lleva. Y, claro, como siempre hay que soltar cifras que digan que a pesar de todo, los Wong demostraron ser buenos empresarios, hasta para venderse. Y para eso se han soltado cifras sobre lo exiguo del negocio de los supermercados. Cualquiera que recibe 3% anual y acumula una deuda que duplica su patrimonio, hubiera elegido mejor poner su plata en una cuenta a plazo fijo en el banco y esperar sentado. Lo que hace pensar que CENCOSUD le metieron la yuca con esta venta.

Pero esos son los cuentos que se construyen para poderse burlar de las respuestas afectivas de los que se sienten directamente engañados por el resultado. Una empresa que pasa de dos almacenes en los 80 a casi 50 en los 2000, que ha empezado a penetrar las clases medias bajas y los barrios periféricos, que ha acumulado terrenos y locales en provincias, es un gigantesco activo que puede servir para seguir creciendo o para vender. Parece que los Wong ya tenían elegido este segundo camino y que cuando decían que no iban a vender era para hacerlo a un mayor precio. Y ahí sí nos embobaron, con la ayuda de los yuppies económicos.

Todo se debe a la Globalización

Si usted no entiende algo de la economía moderna, échele la culpa a la globalización. ¿Por qué compramos petróleo sacado del suelo peruano a precios internacionales? Porqué va a ser, por la globalización. ¿Por qué vendemos gas al extranjero que necesitamos en el país? Por la globalización, peee.. ¿Por qué firmamos el TLC con el que gana el 25 del país y pierden los sectores más débiles? Es que no se puede hacer otra cosa en tiempo de globalización. ¿Y por qué desaparecen las empresas peruanas, al punto que los ganadores aquí van a ser chilenos, argentinos, yanquis, europeos, chinos o japoneses? ¿No sabe?

Les ofrezco unas clases sobre globalización y entenderán como es la cosa.


DATO

¿De dónde viene que Wong sólo tenía una rentabilidad de poco más de 2%? Pues nada menos que de ese genio de la economía y las operaciones internacionales que responde al nombre de Roberto Abusada. Pobrecito Wong, nos dijo en el programa de Althaus. O sea que esta empresa que recibe productos a pagar a 180 días, sin intereses, y que se asegura márgenes de utilidad de 25 a 45%, por cada producto, y que cuándo puede obliga a lo proveedores a usar sus marcas propias, es una empresita indigente que había que ayudar a venderla. Muy buena. Sobre todo viviendo del hombre que asesoraba al ministerio de Economía en las privatizaciones en las que el mismo era postor y el que llegó a la presidencia de Aeroperú para condenarla a quedarse en tierra.

Publicado por "La Primera" 27-12-07

La espada de Roncagiolo

“La Cuarta Espada” (Santiago Roncagiolo, Buenos Aires 2007), es un libro que promete más de lo que realmente entrega. La explicación tal vez esté en la brutal frase con la que el autor explica sus móviles: “¿Por qué un reportaje sobre Guzmán? Porque vende. O porque yo creo que vende”. Si hubiese conseguido la entrevista con Abimael Guzmán y hubiese podido desentrañar secretos, tal vez hubiera producido un libro vendedor.

Pero lo que logra es otra cosa: poner en evidencia los bloqueos que no son solamente burocráticos y policíacos, sino políticos y sicológicos, para empezar una investigación sobre la guerra que sufrió el Perú entre los 80 y 90, en la que se escuchen los puntos de vista de todos los actores, aunque ello sirva para luego demolerlos en un debate serio. Roncagiolo trata de explicar a diversas personas que han tenido que ver con Sendero Luminoso sobre la oportunidad de hacerse escuchar por los que nunca los han oído, pero lo que logra son repuestas desconfiadas y cargadas de silencios.

¿Cómo fue que alguien del origen social y de las relaciones de Maritza Garrido Lecca llega a convertirse en la protectora de Guzmán? El reportero la ha tenido al frente y ha conversado amigablemente con ella, enterándose de que ya no es la estoica militante de los primeros días de prisión y que ya reclama por el exceso de sanción que recae sobre ella, pero no puede vencer sus barreras para descubrir los lazos humanos entre los actores de la guerra.

Iparraguirre, roza la ternura en algunas de sus palabras. Pero se mantiene firme en la versión de su partido sobre la muerte de Augusta La Torre. Iparraguirre explica que se ligó al partido después que recibió una charla de Abimael, y el autor explica que aparentemente los principales dirigentes y militantes se adhirieron de la misma forma. ¿Y qué se transmitía en esas charlas?, ¿cuál era la revelación que recibían estas personas para adoptar la decisión más crucial de sus vidas y entregarse a un compromiso que probablemente les representaría la muerte o una interminable carcelería?

El libro, a mi parecer, es honesto al dar cuenta de todos los sentimientos que el autor desarrolla en su encuentro con esta gente fuera de lo corriente. Y lo es mucho más cuando admite que los editores del diario “El País” de España, que los contrataron para que escribiera un reportaje sobre el terrorismo latinoamericano que pudiera vender, traicionan el acercamiento de neutralidad y distancia que le había inferido al texto periodístico al colocarle como título: “El loco más peligroso de América”. Es así que el libro “La Cuarta Espada”, nace de la necesidad no sólo de avanzar la investigación inicial, sino de diferenciarla de la pachotada de los españoles, y le hubiera venido mejor un título que no diera a entender que el autor ya tenía la espada en la mano, sino algunas pistas para llegar a ella.

Hay muchas cosas que observaría al libro: sobre Uchuraccay, penales (obvia 1986 y recoge una versión policial del 92), Grupo Colina y otros. Es como si asumiera las versiones de la CVR, Jiménez y otras sin reflexionarlas suficientemente. Sin embargo, creo que Roncagiolo es mucho menos mercenario de lo que el mismo se imputa.

Y tengo la impresión de que va a seguir buscando en el tema. El Perú necesita más respuestas de las que existen: ¿quién es Guzmán?, ¿por qué arrastró a tanta gente?, ¿cómo hizo un grupo marginal para jaquear al Estado?, ¿por qué el escenario principal y los contendientes estuvieron en el campo serrano, en una sociedad que se mira a si misma como urbana y costera? Y Roncagiolo nos acaba de decir que estos problemas no son asuntos de locos. Que es una locura pensar de esa forma.

27.12.07

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viernes, diciembre 21, 2007

Economía yuppie

Lo yuppie en el Perú es decir: y a mí que me importa que el tendero sea chileno y no unos descendientes de chinos que después de 60 años en el negocio de la venta a detalle y tras habernos contado el cuento de la empresa exitosa realmente peruana, modelo de la revolución capitalista de Althaus, que había tenido a raya a los también chilenos de Santa Isabel, que tuvieron que vender varias veces, y a los de Fallabella-Tottus, de Ripley, etc., y que eran simpáticos y organizaban corzos por fiestas patrias porque estaban tan identificados con el espíritu nacional, ahora resulta que sólo tenían 2 o 3% de rentabilidad, aunque abrían locales nuevos todos los años, creaban más empresas y se expandían hacia otros sectores, y debían a las veinte mil vírgenes, o sea que para boludos los chilenos compradores y no los peruanos que hoy lloran por Wong.

De veras, hay que ser tontonazo para lamentarse de que entren capitales chilenos al país sea para quedarse con todo el negocio de supermercados, o con el circuito turístico del Cusco, la agroindustria de Ica o las rutas de aviación interna y externa, cuando lo que nos faltaba era justamente capitales que se apropien de las empresas y se lleven las utilidades a cualquier otro país. Por ejemplo, qué importa si el gas se lo enviamos en un tubo a Chile (propuesta de la Suez) para que lo industrialice y genere energía en su región norte, en vez de los planes tontos de industrializarnos aquí y dotar de energía al sur del Perú.

Es yuppie por supuesto estar en contra de la opinión popular y reírse de lo ingenua que puede ser la gente, y lo es también acomodarse con la del gobierno que celebró con acto en Palacio el acontecimiento de la transformación de los Wong en parte del Staff de una trasnacional chilena. El ministro Rey – el mismo que había declarado al fundador del imperio Wong como prócer de la peruanidad-, fue el encargado de apadrinar la entrada de los nuevos dueños y de retar a que los críticos de la chilenización, demuestren que pueden fundar empresas que den trabajo, como si él hubiera trabajado o creado algo que valga la pena a lo largo de su vida.

De Wong, he escrito varias veces que la historia de su “éxito empresarial” es un mito que oculta su asociación con el gobierno de Fujimori y el asesor Montesinos, que le ayudaron a crear las condiciones de despegue de sus inversiones. Pero como se decía en el Chicago de los años 20, a un nivel de patrimonio todas las fallas de origen se disculpan y las mafias se hacen respetables. Así que todos hemos debido creernos aquello de que en las tiendas blanco y rojo, nos trataban como en una bodega y a la vez con categoría, y que esta era la muestra del sueño peruano de empezar abajo y llegar arriba. O sea que Wong era Wong, como decía la propaganda, lo que quiere decir que ahora es CENCOSUD, radicada en Chile.

Y una casualidad que no parece tanta. ¿Por qué vender una empresa que logró su mayor éxito en tiempos de dictadura justamente a comienzos del juicio al dictador? ¿No habrá otras en lista, pensando diluir preguntas incómodas, como se hizo con el Banco Wiese y otros poderosos actores económicos de los años 90?

21.12.07
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Explicaciones que nos deben

  1. ¿Por qué renunció Del Castillo el lunes, si sabía que Alan García iba ratificarlo dentro del “reajuste” del Consejo de Ministros?, ¿acaso para afirmar que tiene poder propio y que puede decir lo que le da la gana, como hizo en Lurín el último domingo?
  2. ¿Por qué se envío a Garrido Lecca casi dos meses a Pisco si no había ningún nuevo plan para la reconstrucción y si todo sigue igual después de su presencia? ¿Cómo interpretar su traslado a salud?, ¿un castigo?, ¿o un premio? ¿Qué clase de mensaje hay detrás de la reflexión de que Hipólito Unanue fue médico y dirigió la economía, y ahora Garrido es economista y dirige la salud? ¿Un cambio de prioridades? ¿Ahora lo que cuenta es la rentabilidad y no la sanidad de la gente?
  3. ¿Qué está pasando con el sector Vivienda para que sea tan fácil confundirlo con el financiero? ¿Acaso no es verdad que Garrido estaba promoviendo la entrada del Banco Azteca y que ahora han seleccionado a su reemplazante de la cúspide del Banco de la nación, desde dónde se deben haber tejido otras relaciones con la banca nacional e internacional? ¿No estamos preparando el terreno a un sobreendeudamiento hipotecario de la población que reventará como una burbuja como está pasando actualmente en Estados Unidos?
  4. ¿No era que la ministra Pinilla, quizás el último eslabón de la ambigüedad aprista, que podía regañar en público a los empresarios de tamaño medio por sus abusos antilaborales aunque resultaba incapaz para sancionarlos, y que promovía la discusión tripartita para restituir parte de los derechos conculcados, al final descubría que los sindicatos no estaban concediendo suficiente en sus posiciones, era casi la candidata de reemplazo para García?, ¿y ahora cómo es que la arrinconan en el ministerio de la Mujer, como una Borra cualquiera, mientras el despacho que debe asegurar que lo que se firmó sobre trabajo en el TLC, no quedé en la letra muerta, como todos sospechan, ha sido encargado al Dr. Pasco Cosmópolis, padre la de la flexibilización laboral peruana?
  5. ¿Cómo fue que tuvimos que esperar tanto para el cambio de ministros, amainar las marchas, las interpelaciones y propuestas de censura, los debates, rodearnos de navidad y buenos deseos, para que entren al Consejo, un renegado ex líder del partido de la extrema derecha, la abogada de uno de los corruptos emblemáticos de los medios de comunicación y un abogado de grandes empresas y autor de las leyes antilaborales que García criticaba en épocas de campaña? ¿Es esto lo que la gente reclamaba cuando pedía un cambio en el gobierno? ¿No están abusando de nuestra ya bastante maltratada paciencia?

21.12.07
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Calatos pero contentos

Calato: ¿ganarle plata al sistema y solucionar las necesidades de los pobres es ser de derecha?
Calata: pues sí.
Calato: Enfrentar al sistema y no ganar nada ¿eso es ser de izquierda?
Calata: Parece que sí.
Calato: Un dilema difícil. Esta ola económica la aprovechan los ricos más que los pobres.
Calata: Por la izquierda difícil que alguien aproveche.
Calato: Ser de izquierda ahora podría parecer ser de derecha y viceversa.
Calata: El mundo se ha vuelto demasiado concreto.
La República 21.12.07
Hace un largo número de años, los calatos de Alfredo Marcos iniciaron un diálogo sobre las hipocresías del modelo económico que hablaba de cada vez mejores cifras económicas y se negaba a mirar sus brutales consecuencias sociales. Ha pasado el tiempo y estos entrañables personajes han sufrido la mutación que se observa en el intercambio citado más arriba, que son por supuesto el reflejo de la confusión de su creador y ante todo de su estrecha relación con Alan García.

Una versión, digna de crédito, indica que el caricaturista ha sido varias veces el invitado de honor del presidente ante el Consejo de Ministros y que la forma de presentarlo ha sido poniendo énfasis en su condición de “extraordinario comunicador”, del que los ministros deberían aprender para saber cómo llegar al alma del pueblo. Si esto es verdad, como parece, Alfredo debe sentirse un tipo altamente influyente y con una responsabilidad política descomedida. Y eso está alcanzando a sus dibujos que hace tiempo que no dan risa sino línea política.

Y, ojo, el calato no habla de los que ganan plata en el sistema, porque son el sistema, sino de los que le ganan al sistema y de ahí empiezan a solucionar necesidades de los pobres. ¿A quién creen que se está refiriendo? En otras palabras, se disculpa haberse pasado a la derecha si uno hace que las ganancias ayuden a los pobres, mientras que en la izquierda tienes enfrentamientos pero no ganas nada y no puedes repartir nada. Una manera de explicar a los dos García, el de los 80 y el de los 2000.

El calato dice además que la ola económica viene para ricos y no para pobres. Y la calata, que nadie que se coloque a la izquierda puede aprovecharla. Entonces la solución es intercambiar papeles, dejar a la izquierda que por negarlo todo puede parecer derecha, y pasarse claramente a la derecha para conseguir cosas y terminar medio izquierdoso. Sólo que esa también era la teoría de Fujimori, aliado incondicional de las grandes inversiones, padre de las privatizaciones y de los contratos antinacionales, que a su vez fue el propulsor de los programas sociales más amplios y costosos de la historia. Y, de veras, Fujimori no parecía de izquierda.

Como tampoco Toledo que a eso le llamaba chorreo y García que lo designa como madurez económica y haberse dado cuenta por fin de la globalización. Pobres calatos, es demasiado pedirles explicar el Perú del crecimiento y la miseria coexistentes. Sentarse al lado del presidente parece que los marea y ya no solamente no entienden qué es izquierda y derecha en esta época, sino quién es Alfredo Marcos, después de todo.

21.12.07
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miércoles, diciembre 19, 2007

Milagros del libre comercio

Al sorprendente efecto del TLC de conseguir que Alan García pronuncie un discurso en inglés ante su “excelencia” Bush, sin saber ese idioma, le ha seguido una campaña de propaganda televisiva del MINCETUR en la que aparece un fabricante de triciclos cuya frase emblemática es que el Perú debería firmar TLC con todos los países del mundo. Puede dar la impresión, ciertamente, que la ministra se está asegurando trabajo para el largo plazo, negociando ad infinitum derechos de comercio e inversión.

Pero otra manera de mirar la cosa es que realmente se esté creyendo que un típico vendedor de tecnología para pobres puede tener éxito en los mercados que el Estado peruano está escogiendo como socios prioritarios. La oportunidad del hombre de los triciclos podría encontrarse tal vez en Bolivia, Ecuador, Centroamérica, pero no en Estados Unidos o Europa. Peor aún, lo que podría más bien esperar es que algún artilugio barato, made in USA, lo saque del mercado en muy poco tiempo. Pero la propaganda no lo previene para que busque una actividad más segura, sino que insiste en hacer creer que todos tenemos compradores en la gran nación del norte.

El TLC tiene ahora 66% de respaldo según datos de la empresa Apoyo, y García ha ganado dos puntos de aprobación de acuerdo con la misma encuestadora. Está tan bien cotizado el famoso acuerdo, que los fujimoristas han empezado a reclamar el mérito que les corresponde: nosotros firmamos el ATPA, de donde vino ATPDEA y el TLC; dicen muy orondos. Todavía no hay TLC pero hay medallas repartiéndose por todas partes por este tremendo “éxito”. Claro nos falta la agenda interna: una sociedad más educada y una mano de obra mejor calificada; un agro más productivo; una infraestructura que integre el país y comunique los mercados; una administración y una justicia honestas y eficientes; brechas sociales mucho más reducidas; etc.

Es decir nos falta todo lo que siempre nos ha faltado, por lo cual ocupamos un papel subordinado en el comercio mundial, en el cual transamos materias primas y productos de baja tecnología contra productos industriales y bienes tecnológicos. Darse cuenta a estas alturas que “no estamos preparados”, es otra de esas curiosidades de TLC que confirma que los gobiernos han invertido el orden de las cosas a tal punto que no les va a quedar sino intentar prolongar el actual estado de celebración de la “buena noticia”, antes de que empiece a convertirse en más que regular o mala. Por eso debe ser, además, que para seguir con el ritmo de lo que ha sido hasta ahora este proceso, han secuestrado también las normas de implementación para trabajarlas con sus pares gringos.

Evidentemente, no quieren que se vea la parte espesa del compromiso: (a) eliminación de cualquier límite a la entrada y expansión de la inversión extranjera: leyes sobre tierras comunales y reservas naturales, restricciones a la inversión extranjera en zonas de frontera, topes en comunicaciones, etc.; (b) reducción de plazos y procedimientos para el otorgamiento de concesiones y la realización de traspasos de propiedad; (c) creación de un sistema de patentes de marcas y tecnologías, que proteja la inversión extranjera; (d) modificaciones en los mecanismos de certificación de importaciones, especialmente en el rubro de alimentos, a favor de los productos de Estados Unidos; (e) nuevo esquema de contratación laboral con derechos restringidos.

Mientras tanto sigamos brindando por un próspero año nuevo, con TLC incluido.

1912.07
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domingo, diciembre 16, 2007

Curso acelerado de ridículo periodístico

“Para ser rojo tienes que ser bruto”, ha escrito el nieto del fundador del Partido Socialista que luego devino en Partido Comunista Peruano.

“Sindicaleros”, ha espetado el chico malo de la gente bien, para referirse a dos de los más importantes luchadores por los derechos de los trabajadores, sin los cuales el Perú estaría más cerca de la prehistoria de lo que está ahora.

“Nunca ha superado la amargura de su minusvalía”, ha atacado alguien que dentro de lo mejor de su familia tuvo a un célebre minusválido, y que con esas mismas palabras demuestra que carece de algún argumento político serio para enfrentar a don César Lévano, director de La Primera.

“Mi corazoncito está con los republicanos laicos, librecambistas, ortodoxos y duros Giuliani y McCain, en ese orden. “Now it’s Giuliani time, baby”, declara feliz de la vida el que se permite llamar brutos a otros.

“Esta aprobación del TLC con EEUU en medio de este boom económico me hace recordar el No nos ganan de Ferrando”, dice en un arranque de cultura el actual director del diario que se fundó para defender a los magnates de la pesca y cuyo propietario también fue asiduo de Montesinos.

“Aunada a su conocida capacidad de convencimiento, su oratoria se ha perfeccionado mucho en lo formal. Las candencias en el ritmo, los tonos de voz, los “timings”, el manejo de temarios y estructuras –amén de los oportunos cambios de giro-, parecían cibernéticos, por lo perfectos”.

Enamorado Aldo M. luego de extasiarse con discurso de García en el último CADE, antes de salir a brindar por la modernidad y a poco de comprender que ésta suele venir acompañada por la acción de los amigos de lo ajeno.

“¡Patética imagen la de ver no ya a un torpe hombre obeso de mediana edad meneándose como una morsa ebria en tierra firme, sino nada menos que a un ex presidente de la República haciendo el ridículo!”

El mismo Aldo M. en febrero de 2006, refiriéndose al “teteo” de García y sus afanes populistas por ganarse al auditorio.

“Aviso de servicio público: No he escrito, ni he ayudado, ni he sido el ideólogo ni el can de El perro del hortelano. Ya me aburrí de que me lo pregunten a cada rato, así que aquí lo dejo claro”.

Director de diario de extrema derecha incómodo porque de diversos lugares le imputan haber influido en la teoría de García acerca del destino de los recursos naturales, cuando el personaje es incapaz de cualquier teoría. Incluso de esa.

15.12.07
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sábado, diciembre 15, 2007

Empezó el TLC

El primer logro del TLC ha sido conseguir que Alan García pronuncie su primer discurso en inglés, aún sin conocer ese idioma. Tal vez sea un anuncio y muchos peruanos empiecen a tomar cursos acelerados de la versión yanqui del idioma de Shakespeare con vistas a lo que podría ser su próxima admisión en el país que ahora dicen es nuestro “socio estratégico”. Curiosamente el valor de la visa a Estados Unidos acaba se incrementarse en más de 30%, mientras los personajes que las aprueban parecen haber recibido instrucciones para aumentar el número de los rechazos.

Los brazos que se abren con el TLC dan la impresión de tener una preferencia clara por el oro en barras que llega a esas costas y que los cambiamos por dólares que pierden continuamente su valor; por el gas que estaría llegando dentro de poco a California luego que aquí inflamos nuestras reservas para consumir más rápido lo que ya está en explotación. También por los espárragos, las uvas, los mangos y algunas confecciones ligeras. Pero entrada de personas… Eso no está en el trato. A nadie se le ocurrió que eso fuera parte del libre comercio.

Los inversionistas gringos que son parte fundamental de los ganadores del TLC no tienen, por su parte, que aprender español, o quechua para hablar con las comunidades, a las que impactan con sus maquinarias y capitales; les basta el lenguaje universal de los billetes verdes, que todo gobierno moderno entiende fácilmente. Sólo que ahora van a estar más fuertes: porque estarán fuera del alcance de normas que dicte el Congreso o los ministerios, de la acción de los jueces y de las regulaciones sociales. Razón tiene Jorge Del Castillo cuando dice que cayó el último reducto del nacionalismo y que por fin se acabó la historia, es decir que de aquí en adelante vendrán gobiernos que repetirán el sonsonete de que no se puede cambiar las reglas de juego en materia tributaria, laboral, ambiental u otras, porque el TLC no lo permite.

¿Y quién permitió que esas cosas estuvieran en el TLC, cuando en el país se discutía un nuevo trato entre población e inversión minera y de hidrocarburos? Ah, mis queridos señores, eso fue producto de una gloriosa y esforzada negociación que se recordará por generaciones, en la que gentes tan heroicas y comprometidas como Toledo, Kuczynski, Ferrero, De la Flor, Araoz, Lermor, García y otros, aceptaron todo lo que fue planteado por la otra parte, mientras se rechazaba las propuestas que habían sido declaradas nada menos que como “piso mínimo” del que no se bajaría (franja de precios, período de patentes, etc.); traicionaron a los otros países andinos, cuando se podía haber fortalecido una posición común ante el imperio; engañaron al país sobre la inminencia del corte de ATPDEA y la tragedia que eso traería; etc.

Después de eso salió el producto del que hoy se enorgullecen tantos políticos y empresarios. Y por el cual García ha tomado clases aceleradas de inglés elemental. El que se necesita para hablar con George W. Bush.

15.12.07
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martes, diciembre 11, 2007

Un mundo para Julius

El día del inicio del juicio a Fujimori, al hombre se le ocurrió revisar los números económicos y recordar que la izquierda fue la que realmente jodió al país y que el año D del despegue peruano fue precisamente 1992, cuando el chinito de sonrisa maliciosa pronunció las inolvidables palabras: “disolver, disolver…”, que tanto bien hicieron a la democracia y a la economía libre en el país.

La izquierda, como se sabe, gobernó el Perú 171 años desde la proclamación de San Martín y el chavismo-humalismo tuvo mucho que ver con la fiesta del guano que nos dejó tan pobre como estábamos; las concesiones del salitre a Chile en el sur, que nos llevaron a la guerra; los tratados de Ancón y el del 29, que cercenaron el territorio nacional; los contratos con la IPC, con la Cerro y con la Southern, derivados de los cuales Piura, Pasco Moquegua y Tacna, son casi provincias del primer mundo, etc.

Curvas de crecimiento que hemos tenido en el pasado, claro que sí, como para mirar números y putear nuevamente a la izquierda: por ejemplo a comienzos de los 50, con los efectos de la guerra de Corea y la reconstrucción europea, cuando se abrían las minas de cobre; o con el auge pesquero de comienzos de los 60 (de dónde viene además el diario en que trabaja, es un decir, el personaje de esta historia); ¿y después?, ¿dónde se fue tanta riqueza?, ¿a las cuentas de la izquierda?

Ah, nos olvidábamos de lo importante, esa desgracia llamada Velasco. Ese malnacido, al que Chlimper no le metió un tiro porque todavía no había sacado permiso en la DISCAMEC, y que por cuya culpa salió la Constitución del 79, en el período del general que lo derrocó y con el voto y las firmas del APRA y el PPC, es decir los partidos de García y Flores, dos emblemas de la izquierda, y que dieron lugar a los izquierdistas gobernantes de los 80.

Todo hasta el año 92, en que mueren las tres pestes de Aldo M: el velasquismo económico, el sindicalismo y el terrorismo. Claro, no lo dice, pero lo está diciendo, que Fujimori fue un salvador. Por eso hoy pide que lo condenen por el allanamiento de la casa de Montesinos, el arrebato final, digamos, para que no caiga tan gorda una exculpación sobre los delitos realmente graves que muestran que este crecimiento que le saca los ojos al Julius de la prensa peruana está fundado en corrupción, sangre y abuso sobre los derechos de la gran mayoría del país.

El Perú sin izquierda, le decía la mamá que era linda, estaría lleno de grandes haciendas, con señoras y señores en trajes, tomando el te; con muchas minas y empresas extranjeras poniendo carteles de se prohíbe peruanos, pero dependiendo claro de qué peruanos se trate; con un ejército y una policía fiel, de donde no salían generales desafiantes ni comandantes contestones; sin igualados (ahora les dicen electarados); sin sindicatos. Y eso que contaba tu abuelo, de la tragedia del indio, la mentalidad colonial, la liberación de los trabajadores: rubbish, huevadas, mejor dicho. Por eso es que al chico le da tanta inquina la izquierda. Como es memorioso recuerda que quiso nacer rico. Pero tuvo que negarse a sí mismo varias veces, para ser el peón de las derechas que es ahora. Y esto no lo digo por antiderechismo, sino porque no festejé el CADE, ni los discursos de García, por lo que mi lucidez está fuera de debate y mi memoria también.

11.12.07
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Hay que hacer LCT para tener el TLC

La mejor lección que sale del proceso de aprobación del TLC es que se puede movilizar la opinión de un país con verdades parciales y silencios profundos, y hacer pasar los intereses de unos pocos como si fueran del conjunto. Sometemos a nuestros lectores a un sencillo test de comprensión sobre el texto recientemente aprobado en EE.UU.:

1. ¿Cree que gracias al TLC podremos entrar, por fin, a vender nuestros productos al gran mercado de Estados Unidos?
2. ¿Está seguro que el empleo que se crea en el Perú viene de exportaciones, o, en otras palabras, que la mejor estrategia de empleo es impulsar al sector exportador?
3. ¿Piensa que los campesinos serranos no son exportadores porque les falta ideas, no quieren cambiar, no aceptan la entrada de capitales para ayudarlos?
4. ¿Cree que la cocalización de la selva se reducirá con el TLC?
5. ¿Está seguro que el Estado dispondrá de los recursos para “compensar” a los que pierden por el TLC, por ejemplo agricultores de algodón, arroz o trigo?
6. ¿Opina que con el TLC estarán mejor protegidos los derechos de los trabajadores?
7. ¿Se cuidará más el medio ambiente?
8. ¿Cree que Estados Unidos traerá inversiones para poner fábricas y sacarnos de la condición de productores primarios?
9. ¿Considera que el Congreso debe aceptar el pedido de facultades para sacar las leyes del TLC, acelerando el proceso y sin mucho debate?
10. ¿Está de acuerdo con que después del TLC ya no se pueda cambiar la política económica de desregulación, mercados abiertos y ventajas a los grandes inversores?

Si usted contestó de 8 a 10 veces sí ya puede definirse un LCT, listo para un TLC. Entre 5 y 7, usted es casi LCT, todavía medio TCL; y entre 3 y 4 se puede decir que el efecto mediático tuvo un efecto TCL. De 1 a 2 usted es desconfiado, y si su récord fue cero, entonces no cree en nadie.

Definiciones. LCT: lograron convertirnos en tontos; TCL: toy confundido loco; TLC: Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos.

Apunte final para ofendidos: (1) en el mercado yanqui estamos hace mucho vendiendo materia prima, café y chucherías; con el ATPDEA (1994) elevamos esa participación y resta sólo un pequeño margen para ampliarse; (2) el 90% del empleo se genera en el mercado interno; con tasas de crecimiento sobre el 20% anual, el empleo exportador ha crecido muy por debajo de otros sectores; (3) las condiciones naturales de la sierra y el conocimiento acumulado de los productores obligan a la producción diversificada, que se adapta además a la estructura de propiedad, la exportación requiere grandes espacios de monocultivo, fertilizantes y capitales; (4) la cocalización crecerá si aumenta la crisis de la agricultura serrana; (5) el Estado que no cumple obligaciones mínimas y siempre se queja de falta de plata, ¿podrá garantizar un pago a fondo perdido por esta supuesta “compensación” o buscará pretexto para escapar de ella?

(6) Los principios laborales adoptados en el TLC ya estaban suscritos por el Perú desde 1998 y por supuesto no se cumplen; actualmente hay una campaña antisindical y de despidos masivos en el sector exportador (agroindustria, confecciones, minería, pesca, etc.); (7) Lo que exige el TLC es garantizar la cuota de maderas (caoba) de la selva, el saqueo minero y las exploraciones petroleras seguirán como si nada; (8) Estados Unidos seguirá invirtiendo en minería, gas, petróleo, servicios, y no le interesa industrializar un país que desmanteló su propia industria; (9) Hasta hoy el TLC no fue debatido en serio, en igualdad de condiciones para los puntos de vista; las facultades extraordinarias profundizarán el problema; (10) La democracia pierde si en aspectos fundamentales de la política de Estado se excluye la opinión ciudadana.

11.12.07
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domingo, diciembre 09, 2007

Contratos son contratos

Montesinos: ¿Y qué? ¿Y qué?, ¿cuál es el negocio?
AK: el peaje pues
VMT: ¿el peaje?, ¿y eso va a ser un peaje?
AK: Faucett es una vía rápida y las alternas, la vía rápida al medio
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Reunión salita del SIN
27 de enero del 2000

Cuando no le quedaba otra, la municipalidad del Callao decidió anular el contrato con la argentina CONVIAL que cobra el peaje por la vía de un kilómetro de la avenida Fauccett, colocada en el ingreso al Aeropuerto Jorge Chávez. Pero la concesionaria sigue cobrando como si nada, desatando la impaciencia de los transportistas y pobladores que ya han hecho dos bloqueos para exigir que se vaya la empresa.

Althaus, sin embargo, dice en tono filosófico que hay un contrato que debe respetarse que significa que CONVIAL puede cobrar por una vía que nunca va a terminar y que puede hacerlo aún después que la concesión quede sin efecto. Aunque no nos guste pagar por un abuso, no queda más remedio, porque contratos, son contratos.

Todos sabemos que el contrato para el peaje de la Faucett fue un complot de Kouri con Montesinos para sacarle provecho a la concesión del Aeropuerto. Y otro entre el entonces alcalde chalaco y CONVIAL para estafar a la población que requiere circular por esa zona. Pero el supuesto es que este es un contrato válido.

De acuerdo con la Constitución fujimorista, que Del Castillo acaba de reafirmar que no será modificada, los Contratos públicos se rigen por el principio de los acuerdos privados. Lo que quiere decir que no son revisables y si lo pactado perjudica al país, mala suerte. Formalmente el Estado representa a los intereses generales y a los de los usuarios concretos. El que esto escribe y los que lo leen no fuimos parte de la negociación, pero debemos hacer la ficción que fuimos representados por los gobernantes con capacidad de contratar.

Pero el caso es que al mismo tiempo se definió que el Estado debe ser un promotor de la inversión y que debe darle un trato equivalente a la inversión nacional y extranjera. Lo que plantea el dilema de si al conceder el servicio, hacemos primar las ventajas reclamadas por el capital o los derechos que deberían corresponderle al país y la gente que los utiliza. En esta frontera gris en la que el Estado aparece con una responsabilidad contradictoria, lo que pasa es que la corrupción puede entrar demasiado fácilmente. Es el caso de CONVIAL, pero puede serlo el de la carretera Pucusana-Ica, del Aeropuerto de Lima y de los de provincias, de la Telefónica, del las eléctricas, de Camisea y el petróleo, las revisiones técnicas de Lima, etc.

Todos estos son pésimos contratos, con tantas ventajas para el inversionista que resultan más que sospechosos de colusión entre los contratantes y representan abusos que no los pagan los que los contrataron sino el pueblo peruano. Pero contratos son contratos. El régimen de la yuca, que le llaman. Contra el que este gobierno y los periodistas que estuvieron con la dictadura y hoy van a la cola de García dicen que nada puede hacerse.

08.12.07
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miércoles, diciembre 05, 2007

Brindando por el TLC

Una encuesta reciente señala que de lejos el “mayor logro” (¿habrá otro?) del gobierno de García es el TLC. Y otra pregunta, a continuación, confirma que en opinión de los entrevistados este “logro”, es producto de lo hecho por el anterior gobierno de Alejandro Toledo. Es decir se felicita a García por lo que hizo su antecesor.

Un sondeo más antiguo muestra entre 60 y 70% de limeños, que opinan por todos los peruanos, y que afirman que el TLC será positivo para el desarrollo económico del país. En esa misma encuesta, la mayoría (más del 60%) afirma no tener ninguna o muy poca información sobre lo que es el TLC. Se puede resumir en que hay esperanza, en medio de una profunda desinformación.

Sin embargo, se pueden encontrar numerosos estudios de opinión (salvo los que se hacen a los asistentes a la CADE), en los que una enorme mayoría carece de expectativas positivas sobre el futuro del país, como si nadie viera algún proyecto para que el Perú pueda mejorar en los próximos años.

Y, por supuesto que da ganas de preguntarles si no están enterados que se viene un TLC, que según se dice nos conducirá a una situación donde habrá trabajo, buenos salarios, respeto ambiental, inversiones, etc. O es que sabiendo eso, aún hay motivos para desconfiar.

En mi opinión, además, hay otras preguntas sobre TLC que nunca se hacen:

¿Usted cree que la negociación del TLC se realizó para crear mayores oportunidades de empleo para la gente, o porque se estaba favoreciendo a un sector de exportadores que viene haciendo mucho dinero con sus ventas a Estados Unidos?

Si usted no tiene un empleo exportador actualmente o alguno relacionado (produce insumos o servicios para los exportadores): ¿considera que dispondrá de alguno, en los próximos cinco años?

Si usted trabaja en el sector exportador, por ejemplo una empresa textil, una agroexportadora, una pesquera o una minera: ¿podría decir que se cumplen los siguientes sencillos derechos: (a) sindicalización, negociación colectiva y huelga; (b) jornada de ocho horas y pago de horas extras; (c) igual salario entre hombres y mujeres, ninguna discriminación por condición femenina (licencia de maternidad); (d) no explotación de la mano de obra infantil?

¿Considera que con el TLC se fortalecerán estos derechos?, ¿ha visto en su empresa una mayor disposición a cumplir estos derechos en los últimos meses?

¿Cree usted que en el futuro será más fácil, igual, o más difícil para un peruano viajar a los Estados Unidos y conseguir trabajo en ese país?, ¿está enterado de lo que pasó con las migraciones de México a Estados Unidos, después del TLC?, ¿está enterado de la construcción de un muro entre Estados Unidos y México?, ¿para qué cree que es?

Una preguntita final: en su opinión, ¿por qué cree que las encuestadoras no hacen este tipo de preguntas?

05.11.07
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martes, diciembre 04, 2007

El referéndum de Chávez

Curioso dictador que consulta sus medidas dictatoriales y pierde.

Extraño sistema totalitario en el que no se escuchaba más que la voz del caudillo, pero que ahora dicen que no fue él quién aceptó la derrota sino que tuvieron que convencerlo, y que la presidenta del Comité Electoral, que se suponía estaba sometida, fue valiente para dar los resultados verdaderos.

Insólito país en el que la libertad de prensa había sido avasallada, los canales de televisión clausurados, los periodistas perseguidos, y dónde hubo mucha más prensa por el no, que por la posición oficialista.

Definitivamente insuperable detalle aquel de que para sacar al presidente de modales cuartelarios, se recurra a otro militar, que por añadidura fue su ministro, como para que el cuartel permanezca.

Simpático caso de un super-reeleccionista que no tuvo ni siquiera los votos para autorizarle a volver a postular, como dice, por ahora.

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Sin duda, en relación a Venezuela no caben neutralidades.

Y me pregunto si es que la América de los 2000 sería concebible sin Chávez. Mejor dicho, si todavía alguien se acuerda de la América Latina de los 90, con Menen, Fujimori, Goñi, Salinas, etc., del brazo del presidente de Estados Unidos y aplicando la receta del consenso de Washington.

¿Cuándo empezó a cambiar este escenario?, ¿tuvieron algo que ver algo Lula, Lagos, Tabaré, Toledo, García?

De hecho sopla un viento de afirmación de soberanía y de irrupción de las clases subalternas en muchos países. El chavismo tiene que ver con ello, aunque a muchos no les cuadre el Chávez hablador, impulsivo y egocéntrico.

El tema es si es tan ajeno lo que pasa en Venezuela, respecto a la manera como se polarizan las cosas también en el Perú, y no por manipulaciones o financiaciones imaginarias, sino porque hay un choque de fondo entre los ganadores y las víctimas del modelo.

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Hay mucho que discutir sobre Venezuela, sobre la profundidad de las reformas, sobre Chávez y las instituciones en que se apoya, sobre la participación social. Pero de algo estoy convencido: el núcleo duro del no, que ganó el referéndum, el que apunta al poder y no a cumplir como comparsa, es tan democrático como los hacendados de la Media Luna en Bolivia, los partidos del golpe de Pinochet, los que apoyan a García y antes a Fujimori. En eso no podemos equivocarnos.

PD: No escribí la nota sobre Aldo M. que apareció el domingo. Aunque confieso que me provocó una sonrisa saber que creyéndose su propia teoría sobre los polos del desarrollo exportador, terminara asaltado mientras buscaba sitio en donde festejar el discurso de Alan García, junto a la misma pareja que lo acompañó al viaje a Tailandia. Ahora que veo lo que ha dicho sobre Lévano, aludiendo a su desventaja física, confirmo que este hijo adoptivo de la oligarquía no merece ninguna solidaridad ni respeto. Aunque le hayan vaciado la billetera.

sábado, diciembre 01, 2007

García el prestidigitador

En Surquillo, el alcalde ha colocado unas banderolas que indican que en ese distrito vamos a acabar al “perro del hortelano”.

Chlimper casi mata varios “perros del hortelano” con su escopeta de retrocarga, que la DISCAMEC le autorizó a portar para su defensa personal, en su anunciado asalto al puerto del Callao en rescate de sus uvas que se estaban pudriendo en los container.

El presidente del CADE que había lanzado la pregunta de cómo podemos lograr construir un país próspero y justo, declaró que en ese evento se iba a tratar de las maneras como se puede superar el problema del “perro del hortelano”.

Althaus, De la Quintana, Chichi y Rosa María, vienen entrevistando a diversos especialistas económicos para que expliquen al país cómo acabar con este síndrome que ha estado en la base de nuestras actuales miserias. Hay también varias decenas de artículos, publicados en diferentes medios (algunos de ellos míos), apoyando o discrepando de la teoría del “perro del hortelano”.

O sea el Perú está conmovido por la aparición de un perro que nunca antes había estado en el debate. ¿Cómo ocurrió esto? Por dos razones: (a) por la magia de García para variar la agenda y generar falsos diagnósticos y soluciones; (b) por la necesidad de la clase empresarial de explicar que los problemas de la injusticia social, la pobreza, el atraso, están fuera de ellos, antes fue el Estado populista, ahora es el perro del hortelano.

En el Perú hay los que recontracomen y los que apenas tienen para comer, y en medio de ambos, los que están recibiendo los primeros chorreos de los satisfechos y los que sobreviven como pueden en empleos precarios y pésimamente pagados. Pero García ha convencido a mucha gente que lo que falla aquí es que hayan pobres con propiedad, cuando esta podría estar racionalmente en manos de los ricos que son los que saben sacarle provecho; trabajadores con algunos derechos, cuando todos podrían estar sin ningún derecho, esperando que el crecimiento se los devuelva en el futuro; burócratas con poder de control, cuando las empresas estarían felices sin control alguno. O sea perros del hortelano.

Pero la fábula de la que estamos hablando se refería a unos canes que cuidaban las tierras del amo del asedio de los hambrientos, cuando a ellos tampoco les tocaba comida, lo que venía a ser una especie de crítica a la propiedad privada bajo el capitalismo. García el mago, en cambio, cuenta el cuento de otra manera: los perros son más bien burros que no quieren ceder lo que es suyo para que el hortelano se haga más rico. Es decir es la fábula del que quiere lo que es del otro. Del presidente de los hortelanos que quiere acabar con sus propios perros.

01.12.07
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